El azabache tocó dos veces la puerta de una casa y esperó pacientemente a obtener respuesta alguna. Fue recibido por un joven rubio, de cabellos ondulados y largos hasta los hombros, unos enormes ojos color miel, y de cuerpo pequeño a comparación del de Kuroo. Le dedicó una tierna sonrisa, capaz de cautivar a cualquiera y le hizo espacio para que pudiera entrar a su casa. Kuroo negó con la cabeza.
-Hace tanto que no te veo, te extraño -se quejó aquél joven.
-No vine para hablar de nada de eso, ¿Te has dejado crecer el cabello?
-Me enteré que te gusta más el pelo largo -Kuroo chasqueó la lengua molesto, y le frunció el seño- ¿Qué? ¿Han terminado con Kozume-san?
-Sabes bien por qué vine, quiero que dejes de acosar a Kenma. Te perdimos de vista luego del intercambio que tuvimos en mi cumpleaños hace unos años, y reapareces ahora, como un muchacho problemático.
-Ahhh, así que me descubrieron -el rubio se cruzó de brazos y apoyó la espalda contra el marco de la puerta- la diversión duró poco. Es obvio que nunca lo perseguí, solo quería inquietarlo un poco... es malditamente popular, no fue difícil encontrar el medio para hacerlo, ¿Me habré excedido? -Preguntó en completa indiferencia.
-No sé porque lo odias, pero voy a tomar medidas si lo sigues molestando...-El pequeño echó reír- ¡¿Qué es lo que te causa gracia?! -gritó por primera vez, haciendo que él se callara y abriera los ojos de la sorpresa que causaba escuchar a Kuroo realmente enojado- Kenma me pidió que no te diera importancia y olvidara todo el asunto, pero vendré las veces que sean necesarias para alarmarte. De hecho, no te dejaré en paz si sigues así. Si los seguidores de Kenma se enteraran de esto, no tendrías tranquilidad por un buen tiempo. Déjanos en paz, nadie tiene la culpa de tu obsesión conmigo. Siempre estuve dispuesto a hablar y respetarte, pero no lo voy a hacer ahora
-Está bien, está bien -dijo rendido- lo dejaré. Si no te molesta, me despido. -No esperó respuesta y entró a su casa; cuando cerró la puerta, escuchó oír los pasos de Kuroo alejándose y se dejó caer al suelo mientras su garganta se quebraba. Abrazó sus piernas y se dispuso a dejar caer las lagrimas libremente.<3
-Toc toc...
-No tenías el hábito de tocar al entrar a mi habitación, menos lo vas a tener para entrar a mi casa ahora -Kenma no se volteó a ver a Kuroo entrar, ya que estaba sobre su silla predilecta mientras contestaba unos mensajes en su celular.
-"Cariño, he vuelto" debería decir la próxima, ¿No? -Dejó las bolsas que traía consigo en el suelo, y se acercó a Kenma, que seguía ignorándolo. Se inclinó hacia él y apoyó todo su cuerpo sobre el suyo, controlando el peso del mismo para no aplastarlo- Cariño, he vuelto.
-Creo que no es necesario que nos tratemos así -pasó el celular por encima de la espalda de Kuroo y siguió con lo suyo- Hm, ¿Dónde fuiste?
-Hice algunos trámites.
-No tienes trámites que hacer -está vez le dedicó la mirada a él, y entrecerró los ojos, curioso.
-Los trámites de nuestro matrimonio -le ladeó una sonrisa.
-¡Ajs, qué pesado te pones! vamos, abajo -empujó el cuerpo de Kuroo hasta echarlo sobre el piso y dejarlo ahí, riendo. Kenma también le respondió también una sonrisa. Escucharon el timbre, se puso de pie y recibió el delivery que estaba esperando desde antes de que Kuroo llegara. Ambos se sentaron a comer en la mesa, limpiaron y se acostaron en una cama de dos plazas que había sido recientemente agregada al hogar.
-¿Deberíamos buscar una casa más grande cuando empiece a trabajar? -interrogó el azabache- cuando yo no vengo, comes encima de la computadora, y dejar los vasos que usas hasta en el baño. No entramos en este lugar.-¿Cuándo empieces a trabajar? ¿Cuántos años más deberé aguantar que entres a mis espacios sin avisar? -le preguntó con un notorio tono de burla en sus palabras. Kuroo se rió y rodeó a su pareja con los brazos, para obligarlo a recostarse sobre su pecho.
-¡Para siempre, si es necesario!
-¿Entonces los trámites si eran para pedirme matrimonio? -Encaró a Kuroo, quién se sonrojó inmediatamente y lo ocultó llevando el torso de su mano al rostro. Sus provocaciones nunca eran más fuertes que las de Kenma... y todos los que no los conocían, podrían creer que era al revés.
El azabache se colocó sobre Kenma, dispusó sus codos a cada lado del rostro de él, y lo miró fijamente. En ese momento, su mirada tomó un semblante serio. El menor solo miraba atento cada uno de sus movimientos
-Creo que ambos coincidimos en que no necesitamos firmar ningún papel para saber que queremos estar juntos; pero si un día creo que cambias de opinión, seré el que se arrodille ante ti antes de que te des cuenta.
Ahora sí, el final definitivo. Nos vemos en próximas historias. Gracias por sus estrellas y comentarios, las tkm <3
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Mírame como a él (Kuroo x Kenma; kuroken)
FanfictionKuroo está confundido respecto a lo que los pequeños movimientos y divertidos gestos de Kenma le provocan, y a la vez, siente una reciente envidia hacia el extrovertido Hinata. ¿Qué decidirá hacer para evitar esos sentimientos? Contenido "+16" Crédi...