*6*

98 22 4
                                    

Mina

¡Dios , mi mente no lo podía creer!

¿¡Que carajo hacia ese líquido verde asqueroso en la toalla de mano!?

¿Habrá sido la chica o alguien vomitó y lo dejó ahí?

Para colmo esa estupida tuvo la osadía de calumniar a mi cantante , o unos de mis principales, favoritos.

Parece que me orino un puto dinosaurio, justo me tenía que pasara a mi.

Juro que intente terminar como pude mi tema sone horrible y para culminar me caí no una si no dos veces.

¡Dios fue terrible!!

Estoy segura que voy a verme en YouTube de por vida.

Se suponía que después de la presentación nos debíamos quedar un par de minutos en el escenario para que los tree light dieran el puntaje.
Y lo intente, Dios sabe que lo hice, pero no podía estar un minuto más sin llorar.

Todo lo que planee y soñé se fue como el agua en un maldito minuto entre baba verde podrida.

Kakyuu- ¿Mina estas bien...?

La voz de la pelirroja llama mi atención aproximandose con otra toalla que ni loca tome.

¿Y si tiene algo peor?

Niego con mi cabeza , desviando la mirada a la multitud que se rie de mi a carcajadas fuera.

Mina- Lo siento , no... no puedo quedarme...

Logro articular luchando con mis lágrimas.

Tomé mi bolso rápido y corrí.

¡Si , corrí!

Quería salir de inmediato de este edificio, de la ciudad y si fuese posible del mundo.

- ¡Cuidado!

Escucho al chocar con alguien a punto de poder salir.

Mina- Perdón... lo siento...

Balbuceo escapando de mi peor pesadilla.

Pero lo que vieron mis ojos no fue más alentador.
Quede en el estrecho pasillo donde dejan la basura , el lugar correcto para mi en este momento.

Doy asco mi lindo y nuevo vestido blanco esta todo arruinado.
No pueso ir en el autobús así y no tengo dinero para un taxi.

La triste vida del podre.

Resignada me tomo mi cabello en un moño ocultando lo más posible lo feo y sacando mi sobretodo me animo a quedarme solo con él.

Mina- Que sea lo que dios quiera...

Murmuró abrazándo me a mi misma.

El camino no fue mejor , la gente me veía como si hubiera escapado del manicomio y no los culpo. Estaba colorada como un tomate y con los ojos hinchados.

Lo único que pensaba "quiero a mi mami".

Es en estos momento horribles que se necesitas un fuerte abrazo de tus progenitores.

Despues de mucho andar llego a mi casa para encontrarla a oscuras, toco insistente el timbre pero nada.

¡Mierda!

Saco mi móvil y llamo pero no me atiende tampoco.

Mis piernas no pueden más dejando me sentada en el pequeño escalón de la puerta.

A los minutos llega un mensaje de texto.

Mami

Hija no puedo contestarte estoy en el hospital
visitando a la tía Beryl.
Llego en un par de hora...

Choque de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora