—Deja de jugar, no seas egoísta, tú no eres así —habla mi madre—. No trates de mentir solo para retenerla.
—No es una mentira, entiende —grito frustrado—. ¿Por qué mentiría?
—Tú ya estás con Sara...
—Yo no tengo nada con Sara, no podría, porque no la quiero —susurro—. No quiero tener nada con otra mujer.
— ¿Con otra mujer? Quieres decir que solo quieres con una y esa es...
—Mamá, quiero estar solo —hablo—. Por favor retírate.
—Sandro, no seas cobarde —dice mi madre mientras se pone de pie—. Entiendo que estés molesto porque se fue, pero siempre hay un motivo, solo tienes que escuchar y asumir la situación. Así como también debes admitir tus sentimientos.
—Madre...
—No te parece que ella tiene un semblante diferente —continua hablando—. Por la forma en la que se acercó a ti cuando vio tu labio partido, diría que tiene un instinto más sobreprotector, como si... No, olvídalo es imposible.
—Mamá, por lo visto tú no te irás —me pongo de pie y recojo los papeles—. Estaré en mi habitación, que nadie moleste, por favor.
Salgo del despacho destrozado, no entiendo por qué envió esto. ¿Solo volvió para entregarme esto? Eso es imposible, pude ver en su mirada todos sus sentimientos, ella me ama.
Continuo mi camino hasta la sala, me detengo al ver el fuego en la chimenea, no lo dudo y camino en dirección a ella. Empuño los papeles y los rompo frente a la chimenea. Los lanzo al fuego y me quedo a observar cómo se hacen cenizas.
Escucho el sonido de unos zapatos y me doy media vuelta. No veo quien era, solo subí a mi habitación a toda prisa y me encerré ahí.
Me dejo caer en la cama boca arriba y cierro los ojos para intentar dormir un momento. No quiero pensar en nada, simplemente quiero desconectarme de este mundo.
De pronto viene a mi mente el suceso con Sara. Cambió los papeles y no tuve tiempo de aclarar eso con ella cuando la vi después de la junta. Esta situación es muy extraña.
Las copias de los documentos se extraviaron y cuando le pregunté a Sara me dijo que no los había visto. Por eso decidí sacar las copias originales, pero ya en la reunión los datos estaban mal.
Eli dijo que Sara le dio otros documentos, unos documentos fallidos. Puede que esos documentos que Sara tuvo fueron los documentos que se extraviaron en mi oficina. Entonces Sara editó los datos, ¿por qué lo haría? Por más que lo pienso, eso me parece ilógico.
Lo peor es que no solo debo tocar el tema de los documentos, también tengo que aclarar la relación que tengo con ella. Sara es muy linda, pero no la veo como algo más, no tiene ese perfil que me derrite, no es lo que quiero para mi vida. Yo ya tengo a alguien encargada de complacerme.
Hoy, hace unas horas, en el baño del bufete, me sentí como la primera vez que la tuve en mis brazos. La misma sensación cuando la hice mía por primera vez, ella es mi droga.
Cierro los ojos para descansar un momento, mañana es el evento de beneficencia, será un día largo y no quiero pensar en qué pasará mañana.
Después de un momento, recordé como mis manos viajaban por sus curvas, a pesar de que no la vi desnuda y no te pude contemplar su hermoso cuerpo, tocarla fue la mejor sensación. Mi boca reclamaba su cuerpo y sus labios, pero no pude besarla.
Estoy molesto y satisfecho, lo peor es que no sé si eso está bien. Solo se perfectamente que hice todo lo contrario que juré hacer si es que ella volvía.
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Tú, Siempre Tú #3
Romance¿Cómo recuperarme después de la partida del amor de mi vida? Es difícil, Emma, mi esposa, me dejó. Recibí una llamada suya donde me dijo que no podía seguir conmigo. La vida se me rompió en mil pedazos, perdí mi alma en ese momento. Ya pasaron casi...