DOS

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Me quito la camisa y el pantalón. Emma me observa con la mirada llena de lujuria y lentamente se quita el vestido. Me acerco sigilosamente a la cama para tomarla de la cintura y atraerla hasta el borde de la cama.

Le quito la ropa interior cuidadosamente y me arrodillo frente a ella. abro sus piernas y observo su delicado centro. Beso su muslo interior repetidas veces hasta llegar a su feminidad, le regalo una mirada y lamo toda su cavidad que ya estaba mojada.

Beso su monte de venus y bajo hasta su clítoris. Lo beso y procedo a dibujar circulos invisibles con la lengua sobre su piel.

— ¡Mmm! —gime.

Escucharla disfrutar me satisface al máximo. Muerdo su clítoris y acerco mi lengua a su centro. Entro y salgo de su cavidad mientras la escucho respirar agitada. Llevo mi pulgar a su zona sensible y la masajeo con prisa.

Emma quiso juntar las piernas, pero la detuve con mis manos. Levanto un poco su cadera y regreso a torturar su clítoris. coloco dos dedos en su entrada, ingresaron con facilidad porque ya está mojada. Mis dedos la penetran con fuerza mientras mi lengua le da places.

Me esmero lo suficiente, muevo los dedos en círculos dentro de ella y toco su punto G. Emma entierra sus dedos en mi cabello y tira de ellos.

Sus piernas empiezan a temblar y la escucho gemir más alto. Continuo moviendo los dedos, ingresan y salen con fuerza hasta que Emma eyacula.

— ¡Dios! —grita.

Todo su líquido sale en dirección a mi boca, mojando mi barba y sus piernas. Me pongo de pie con los ojos cerrados mientras disfruto de su exquisito sabor.

Me quirto el bóxer y ella se quita el sujetador. Cuidadosamente me acuesto encima de ella y acaricio su rostro. Emma es lo que siempre quise y ahora me dará una hermosa familia. Estoy perdidamente enamorado de ella.

Beso sus labios con desespero y acaricio sus pezones. Mi esposa no espera y abre sus piernas para darme acceso. Me coloco en el centro mientras beso la piel de su cuello y dejo una bonita marca.

Lentamente penetro a mi esposa y ella arquea la espalda. Trato de tomar la situación con calma, auqnue me muera por ponerla en cuatro, me muevo lento y suave. '

Emma acuna mi rostro y une nuestros labios. Acaricio su rostro con delicadeza, siento la suavidad de su piel, al igual que el sabor de su boca.

Por inercia le doy una estocada fuerte y ella se separa para tirar la cabeza hacía atrás. Vuelvo a su cuello y me acerco a su busto. Todo a un ritmo tranquilo.

—Más... —pide—. Quiero más.

—No, amor, no quiero lastimar a nuestro bebé —explico y ella suspira.

— ¡Ah!, Sandro, estará muy bien —dice y muerde su labio—. Dame más...

Dejo salir un pequeña risa y empiezo a penetrarla con fuerza. Ems rodea mi cintura con sus piernas y gime sin vergüenza.

Salgo de su interios y la giro para ponerla en cuatro. Levanto sus caderas y ella pega su pecho a las sábanas. Me coloco en su entrada y de una sola estocada me meto en su interior.

—Sí, así... ¡Dios!

Le doy una nalgada y tomo sus caderas con fuerza para inmovilizarla. Entro y salgo con prisa, necesitaba esto. Me acerco a su oído y muerdo su lóbulo.

—Eres mía —susurro—. ¡Mmm!

Mi mano rodea su cuello y genero un poco de presión. Mi pelvis golpea sus nalgas, causando un sonido fuerte. Hago un poco más de presión en el cuello de mi mujer, hasta que sus piernas vuelven a temblar.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2021 ⏰

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Tú, Siempre Tú #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora