Escucha la risa cálida de Emma, levanto la cabeza para ver a Emma y ella me regala una hermosa sonrisa. Masajea mi hombro y sube sus caricias hasta mi cabeza. Entierra sus dedos en mis cabellos y masajea mi cuero cabelludo. Me relajo y dejo caer mi cabeza en su pecho nuevamente. Beso su busto y la abrazo con fuerza.
—Esta marca la tengo por una operación —dice—. Esa operación la tuve por una hermosa bendición.
— ¿Bendición? ¿Una operación es una bendición? —pregunto un poco somnoliento.
—Sí, esa operación fue una bendición, fue por una cesárea —dice y cada vez la escucho más lejos. Esos masajes en la cabeza me están relajando mucho.
—Una cesárea... —susurro a duras penas y mis párpados se cierran.
—Sí, lamento no habértelo dicho, tú no me dejaste —dice—. Sandro, nosotros tenemos un...
El sueño vino a mí y cerré los ojos. No pude escuchar el resto de la oración porque caí en un sueño profundo.
.....
Siento unas manos frías tocando mis mejillas, me remuevo un poco y escucho un quejido, pero no me despierto. Sin embargo, el sonido de un teléfono hace que abra los ojos con prisa.
Lo primero que veo es a Emma intentando hacerme a un lado para moverse. La observo y me hago a un lado. Ella se pone de pie y busca su teléfono apresuradamente.
—Mierda —dice y empieza a buscar su ropa.
—Ems, ¿Todo bien? —pregunto y me poyo en los codos para ver lo que hace—. ¿Qué haces?
El teléfono de Emma dejó de sonar y ella aprovecho para vestirse rápidamente. Su teléfono vuelve a sonar y esta vez contesta.
—Lili, lo lamento —se disculpa y se pone sus tacones. Me pongo de pie y me visto también—. Lo sé, se me hizo un poco tarde, ya voy para allá, cinco minutos.
Emma termina la llamada y busca sus pertenencias. Sale de mi habitación con prisa, ni siquiera se despide.
—Emma... —la sigo mientras me acomodo el pantalón—. Ey, espera.
—Lo siento, tengo que irme —dice.
—Te llevo, solo espérame cinco minutos...
Se detiene y gira en sus talones para mirarme. Me mira, acuna mi rostro con delicadeza y une nuestros labios. Aprisiono su cuerpo en mis brazos y correspondo a su beso. Pero ella se separa.
—No tengo tiempo. Por favor no te vayas —dice—. Te llamaré luego.
La veo salir con prisa y termino de vestirme. Salgo tras ella pero ya no estaba, así que corro hasta el ascensor y subo para ir tras a Emma. Llego al lobby y la veo subir a un taxi.
—Señor, por favor, siga a ese auto —subo al auto y el señor se pone en marcha.
Las calles están tranquilas, gracias a Dios. El taxi de Emma ingresa a una calle tranquila, libre de tráfico y se detiene frente a una casa. Mientras mi taxi se acerca, veo a Emma ingresar a esa casa y luego mi taxi se estaciona un poco más delante de la casa. Respiro hondo, pago y bajo del taxi.
Camino a paso lento, pero antes de acercarme lo suficiente una muchacha pelirroja sale de la casa corriendo, por suerte no notó mi presencia. Ahora sí me acerco a la casa, es de color blanca de dos niveles y tiene tres escalones que guían a la puerta principal.
Subo los escalones, me detengo en la puerta y pienso un poco. No es normal que le diga "hola Emma, te seguí", es muy inmaduro.
—Soy su marido, a la mierda —hablo entre dientes.
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Tú, Siempre Tú #3
Romance¿Cómo recuperarme después de la partida del amor de mi vida? Es difícil, Emma, mi esposa, me dejó. Recibí una llamada suya donde me dijo que no podía seguir conmigo. La vida se me rompió en mil pedazos, perdí mi alma en ese momento. Ya pasaron casi...