Inicio de la enfermedad

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Pov. Kokichi

Maldita sea... Todo iba tan bien.

Entonces, ¿Por qué?

¿¡Por qué en un día tan normal me tendría que pasar la peor situación posible!?

Sí, me enamoré de alguien que nunca me hará caso. ¿¡Pero era necesario una enfermedad!?

Lo siento... Creo que debo de presentarme mejor.

Kokichi Ouma, un estudiante de la mejor universidad de Japón, enamorado perdidamente por su mejor amigo, Shuichi Saihara.

Gracias a ese enamoramiento obtuve como premio la enfermedad de 'Hanahaki'.

Es una extraña enfermedad que hace que el afectado le crezcan flores en los pulmones hasta morir. Muy bonito, ¿No lo creen?

Hay dos formas de tratarlo:

-Por operación.

-Que el amor sea correspondido.

Claro que existen sus desventajas, no todo es color de rosas:

La desventaja de la operación es que después del procedimiento no podrás sentir ninguna emoción. Te convertirás en un ser que existe por existir y que sobrevive por sobrevivir, más que nada por instinto.

Y la obvia desventaja de la otra opción es por lo arriesgada que es.

Quiero decir, si no eres correspondido ya firmaste tu propia sentencia, y si no logras declararte a tiempo morirás en vano y de la forma más bonita posible.

Esto es un infierno...

Llevo 3 día con esto y no lo soporto más.

. . . Que patético me habré de ver, lleno de sangre junto con flores de color azul en mi boca y ropa, tirado en el suelo frío y, para colmo, pareciendo un loco aficionado por las ojeras que tengo.

Sip, definitivamente ya no tengo futuro.

Con dificultad me levanté del suelo, no pienso faltar otro día a la escuela. Me matarían si lo hiciera.

Me bañé, vestí y maquillé un poco para aparentar estar bien, aunque me moría por dentro. Literalmente.

Bajé las escaleras mirando la puerta de la cocina.

No iba a desayunar ni nada, no tenía hambre y el simple hecho de ver la comida me causaba algo de asco. Y eso no es por la enfermedad de Hanahaki, sino ya es algo personal.

Agarré mi mochila y me dispuse a ir a la escuela como normalmente lo hacía. No estaba tan lejos, así que no tenía ningún problema con caminar.

Al entrar no pude evitar mirar a Saihara, siempre se ponía en el mismo lugar todos los días.

Me iba a acercar, pero Kaede me ganó... Estaba muy cerca de él, pegaba su cuerpo con el de Shuichi en un intento de coqueteo...

Mierda... Siento las flores en mi garganta otra vez...

Corrí en dirección a los baños, el dolor en mi garganta cada vez aumentaba indicándome el próximo vómito de flores con rastros de sangre. Nada bonito de ver y sentir a decir verdad.

Afortunadamente, llegué a los baños justo a tiempo. Apenas llegué y empecé a vomitar flores de color azul con hilos de sangre en ellos. Una escena digna de películas de terror...

El dolor era soportable por ahora, me advirtieron que mientras más avanzada la enfermedad más dolor y síntomas tendré. Lo cuál, obviamente, no me tranquilizaba en lo absoluto.

はなはき (Saiouma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora