un corazón roto el cual se cansa de siempre ser débil decide volverse el más fuerte de todos, busca ayuda con alguien que jamás imaginó que la ayudaría brotando algo inimaginable para ambos.
Descripción:
- +18 años
-puede contener contenido violento...
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Cuantos meses pasaron desde que ya no podía verlo, si se lamentaba muchas veces en la noche, lloraba sin cesar en silencio recordando cada beso o muestra de cariño que tanto añoraba de su amado.
Dolía claro que dolía pero ella secaba sus lágrimas y por su bebé seguía de pie, consiguió un trabajo de medio tiempo en una panadería cercana la cual le ayudaban con los gastos de su estado.
Tenia muchos antojos que sus amigas le consentían, poco a poco volvía a ser feliz pero sentía que le faltaba algo, cada vez que tocaba su panza ya con un buen tamaño sentía que las de su esposo rodeaban las suyas
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, se imaginaba aquellos fuertes brazos tras ella y se apoyaba en la pared para pensar que atrás de ella estaba él abrazándola, imaginaba que le podía decir y como ambos eran felices.
El tiempo pasaba veloz sus amigas decían que lo olvidara pero ella acariciaba su anillo y en su corazón sabia que solo pertenecía a un hombre y ese era su lord.
Al poco tiempo dio a luz a su más grande amor, su pequeño niño nació, tuvo el parto en casa por miedo que naciera con los genes yokai y no se equivoco, el pequeño era idéntico a su padre una copia de sesshomaru en versión miniatura.
Lloro de alegría era tan hermoso como aquel hombre que una vez estuvo a su lado y era el dueño de su corazón.
Abrazo a su pequeño llorando de alegría.
-sesshomaru es nuestro bebé y es hermoso- susurró mientras lo arrullaba en sus brazos.
Era un niño muy tranquilo y dejaba a su madre trabajar perfectamente bien, lloraba muy poco y tenía una mirada tan relajante.
Kagome jugaba con el o le cantaba cada vez que podía, a los 4 meses el pequeño ya se podía sentar solo y hasta podía decir papá tan fluidamente, “si eres el hijo digno de tu padre, tan pequeño y eres tan listo”.
El pequeño aprendió a ocultar sus rasgos yokais tornando sus cabellos negros y borrando cada marca de su cuerpo.
Sus amigas estaban encantadas con el pequeño.
-hermoso sesshomaru que grande que estas- alago yuka.
Kagome le coloco el nombre de su amado esposo para recordarlo con su hijo para siempre.
-kagome pronto será mi cumpleaños queremos ir a celebrarlo, por favor acompáñanos- suplico ayumi para ver a su amiga algo pensativa.
-no lo se además tengo que cuidar de sesshomaru el me necesita- su madre interrumpió el lugar al escuchar a su hija.
- cariño ve y diviértete a mi angelito lo cuido yo – kagome quería objetar pero su madre con su mirada le suplico por un día olvidar todo y divertirse, y solo termino aceptando.
