cap.12 digno

2.5K 203 7
                                    

Al despertar tuve esta sensación cálida y maravillosa, por primera vez en mi vida me siento completa y ese olor tan dulce hace calmarme por completo.

Cuando abrí mis ojos sentí que era un sueño al ver su rostro siempre fruncido por su carácter tan frío parecer otro, acaricie su mejilla no lo pude resistir es tan pacifico y hermoso que quien pensaría que fue el mismo yokai que intento matarlos antes.

Sonreí al recordar siempre estar rodeada por este calor y sin percatarme recordé que su presencia siempre me seguía cuando yo estaba sola, sesshomaru siempre estuvo a mi lado y al pensar eso mordí mis labios para no darme cuenta lo idiota que fui todo este tiempo al no notar que era aquel ser que siempre me amo y cuido de mi.

Bese sus labios dulcemente para acostarme otra vez en su pecho sintiendo como su estola envolvía nuestros cuerpos como si fuera una cobija, reí ahora que no noto el la coloco de almohada también y sin percatarme caí rendida ante su calor tan embriagante.

---- sesshomaru----

Desperté en un lugar oscuro y mis pies estaban cubiertos por agua, ni un rayo de luz alumbrará semejante penumbra, mire hacia todos lados pero no pude visualizar nada hasta que apareció frente a mi una imagen brillante en el lago.

-kagome!- grito desesperado al verla acostada en el agua.

Trato de sacarle pero me es imposible y tiemblo al ver que esta muerta, las lágrimas de mis ojos salen al contemplar tal escena mi único amor esta muerta, este dolor es inmenso no se como adormecerlo tan solo suelto un alarido de dolor mientras acaricio su rostro.

-ese es su futuro- al escuchar esa voz me enfurecí sacando mi espada viendo a midorico viéndome fijamente.

-devuélvemela, ella no puede morir- exigí mientras ella solo sonreía.

-quieres salvarla lord sesshomaru?- pregunto para tocar mi espada con la palma de su mano, yo chasquee mis dientes.

-ella es todo para mi- respondí para ver como pasaba a mi lado y toco la frente de kagome haciéndola desaparecer.

-cuando llegue el momento abriré un portal y la salvaré a cambio de ……- acepte despertando de ese sueño para ver a kagome a mi lado profundamente dormida.

Acaricie sus cabellos para ver como restregar sus ojos y verme adormilada, no podía creer que ella esta a mi lado de esta manera.

-buenos días dormilón-  susurró adormilada mientras me daba sin tierno beso, sus labios sabían a miel.

Acaricie su espalda desnuda con mis manos viéndola erizarse por el contacto, sonreí mientras ella se sonrojaba tiernamente.

-que tal si vamos a darnos un baño termal para relajarnos un poco y divertirnos- propuse pícaramente mientras  besaba su cuello escuchando suaves suspiros.

-me parece fantástico- susurró mientras envolvía sus manos en mi cuello.

-aunque podemos adelantar un poco la diversión  acá- la tumbe debajo mío para deleitarme al ver su hermoso cuerpo desnudo.

Bese sus labios lentamente mientras mis manos acariciaban sus caderas, muslos y piernas sintiendo su piel de terciopelo, la amo sin importar que fuera humana o yokai al fin entendí a su lado las palabras de mi padre y ahora tengo quien proteger.

Sentía como sus uñas se clavaban en mi espalda fuertemente al sentir como entraba en ella lentamente, ah esa sensación tan delirante me vuelve loco, nuestros cuerpos se acoplan perfectamente mientras nuestros labios luchan por el control.

No se como llegue a amar tan profundamente a esta mujer pero jamás me arrepentiría ni un instante en vivir otra vez esta sensación tan placentera.

La amo tanto, amo su carácter, su voz, su cuerpo, la forma que se ríe y también cuando llora, cada vez que veía su determinación y sus ojos brillando con tanta belleza mi corazón palpitaba como loco y decía en mi interior que ella seria mi mujer.

Ahora esta con migo y puedo deleitarme al ver su rostro totalmente perdido del placer que le doy al igual que ella a mi, mis estocadas eran lentas y fuertes viendo como se arqueada, besaba su piel marcandola viendo como pasaba de ser tan hermosamente blanca a volverse roja en múltiples partes gracias a mi.

En un punto toque cierto lugar dentro de ella que grito de placer en ese instante mis embestidas se volvieron rápidas y profundas sacándole lagrimas de placer las cuales lamia tiernamente.

-sesshomaru!- me encantaba escucharla gemir y gritar mi nombre una y otra vez mientras le hacia el amor.
Jamás me cansare de hacerla mía y de ver cada una de sus expresiones, sentir como su cuerpo temblaba y se contraía para mi, como su interior me aprisiona es mi parte favorita sacándome gemidos y gruñidos que no puedo ocultar.

-te amo- susurró en su oído colocando la mano que tenia su anillo en mi pecho- mi corazón te pertenece hasta el día de muera y mi alma te seguirá eternamente hasta el fin de los tiempos eso te lo prometo- selle mi promesa con un dulce beso sintiendo como me mojaba a la hora de venirse y al apretarme de manera tan fuerte su interior me vine dentro de ella esperando que pronto formemos una familia.

-te amo sesshomaru y ahora te pertenezco en cuerpo y alma hasta el fin de los tiempos- con una sonrisa hermosamente dijo esas palabras abrazándome.

No se cuanto tiempo paso hasta que ya no aguantamos lo pegajoso de nuestros cuerpos y decidimos ir a las aguas termales.

Jugábamos como niños en el agua ella escondiéndose y yo atrapándola para besarla cada vez que podía, también me contó mucho de su época y su familia notando la nostalgia en su voz cuando lo hacía.

-y sesshomaru cuando me presentaras a tu madre?- pregunto acariciando mi pecho viéndome como cachorro regañado.

-pronto la visitaremos- bese su mano mientras se lo prometía, es verdad de las incontables veces que ella me insistió por una nuera hasta hoy tengo alguien digno a mi lado.

En mi mente no  dejaba de rezar porque ella no la acose pidiendo nietos dignos de su linaje o que no la acepte porque antes no era humana.
Salimos cuando la luna apareció ya que al ser yokais no nos afecta el calor que emana.

En la noche volvíamos a hacer el amor tan lentamente que queríamos que el tiempo se detuviera y en el día entrenábamos, pasábamos en tiempo hablando o viendo que casaba primero la cena.

Eran días gloriosos viendo como se divertía como nunca y como sin darme cuenta yo también cambiaba ahora el lord de corazón frío que era desapareció, ahora soy alguien digno de ella y de su sonrisa.

destino inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora