cap.2 destino entrelazado

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Kagome se vestía con su ropa de sacerdotisa ya que hoy no tenía que entrenar, mientras lo hacía noto en su ropas el collar que una vez le obsequió a inuyasha con sus imágenes.

-quiero olvidarte pero que hago con lo que siento por ti-susurro para si misma mientras volvía a guardar aquel collar.
Salió de la tienda para ver lo tranquilo que era la Aldea, todos en sus deberes, camino hasta la cabaña de la anciana kaede para ver a la dulce rin jugando con flores.

-abuelita kaede usted cree que el amo sesshomaru regrese pronto, me dijo que iría a un viaje muy lejano que le tomara una semana pero el siempre se retrasa aún más en estas fechas- la anciana acarició los cabellos de la niña al ver su cara de tristeza.

-yo creo que volverá pronto además el siempre cumple sus promesas no- pregunto con dulzura para ver como la niña asentía con alegría volviendo a correr por todo el jardín, la verdad kaede consideraba a rin como su hija ya que desde que llegó a su vida ah sido como su luz de esperanza.

-es muy amable de su parte hablar así con rin- alabó kagome acercándose a ellas.

-es una dulce niña que hizo que un poderoso yokai cambiara- kagome asintió para ir a jugar un rato con la pequeña, la anciana había notado su cambio ahora era más fuerte  pero en si corazón sabia que inuyasha sería el causante de su dolor.

La joven Miko jugo con la pequeña toda la tarde con la pequeña hasta el anochecer, ya cansadas la pequeña durmió en sus pies mientras ella acariciaba sus cabellos.

La acomodó en su alcoba para ver su tierno rostro dormido preguntándose como puede ser tan dulce con todo lo que ah pasado.

----sesshomaru----

En las lejanías se encontraba el poderoso yokai entrando a un portal el cual solo se abría para el cada cierto tiempo del año.

Entro a un bosque viendo un viejo árbol el cual era el sabio del bosque y a su lado se encontraba su padre el cual al verlo sonrió.

-otra vez aquí hijo acaso extrañas tanto a tu padre- con gran sarcasmo dijo sus palabras para mirar el disgusto en la cara de su hijo.

-todavia no encuentras La Paz viejo- siseo para ver como su padre encogía
sus hombros.

El árbol se transformó tu tronco en un rostro de un viejo quien los miraba fijamente a ambos.

-cual es tu pregunta esta vez?- con voz ronca pregunto aquel árbol.

-dime la profecía que me prometiste hace un año viejo árbol-ordeno para ver aquel rostro sonreí.

-al pasar los años un nuevo mal surgirá acabando con cada yokai de la tierra, solo si un corazón tan puro y roto se une con uno un frío y solitario formarán una gran alianza que podrá evitar tal destrucción-el árbol miró a  inu no taisho para abrir un portal al pasado.

-sesshomaru no me arrepiento de haberme enamorado de un humano, pero si me arrepiento de haber generado tanto odio en tu corazón, siempre serás mi gran Guerrero- el poderoso yokai se alejó al portal sabiendo que era el momento de su muerte y seria la última vez que vería a su hijo- dile a tu madre que lo siento- se tiró transformándose en el gran Guerrero perro que era y sesshomaru vio la muerte de su padre como el sacrifico todo por proteger aquella mujer y a su medio hermano.

-siempre será un idiota murió por una simple humana- con odio siseo esas palabras viendo como el árbol cambiaba su rostro por un gesto de reproche.

-joven sesshomaru cada destino se rigue por el corazón de las personas, si aquel es puro su muerte será noble- sesshomaru chasqueo sus dientes para ver como un portal se abría mostrándole la salida.
Salió del bosque para que una oleada de imágenes invadieran su mente.

En una su hermano transformado en su lado más salvaje y en sus garras sangre, en sus pies se encontraba kagome muerta con su abdomen abierto y lagrimas en los ojos, una voz susurró en su cabeza diciendo “corre protégela o la perderás".

---kagome---

Pasaron 3 días y no volvía sesshomaru algo en mi lo añoraba, era luna roja así que hicimos los preparativos para inuyasha ya que siempre en esa luna su poder se descontrolada.

Kikyo me miraba con resentimiento mientras colocamos unos conjuros en su cabaña para sellarlo por esa noche.

- Porque sigues rondando alrededor de mi esposo- kagome apretó sus manos y recitó otro conjuro- sabes que pronto seremos padres, inuyasha está tan emocionado por eso ya que seria su primer cachorro de nuestro amor- pronuncio con veneno en sus palabras viendo como la joven Miko empezaba a quebrarse.

-espero que su amor dure por siempre y el pequeño nazca fuerte- sonrió para sus no dejando ver su dolor.

-gracias aunque es una lástima que tu perdieras al tuyo- kagome abrió sus ojos para verla sorprendida los únicos que sabían de eso era ella y inuyasha- el me contó que tuvieron un desliz y por una pelea con Naraku tu perdiste al bebé, fue pena me da- la cara de kikyo tenía una risa mientras decía aquellas palabras haciendo que kagome saliera de hay con lágrimas en los ojos.

En su mente sólo tenía un objetivo encarar a inuyasha sin importarle la luna y que la noche empezaba a asomarse, lo vio sentado en un árbol algo lejos de la Aldea.

-kagome que haces aquí es mejor que te vayas- advirtió el hanjo viendo una molesta Miko con lágrimas en sus ojos.

-rompiste tu promesa maldito infeliz- gritó a todo pulmón mientras en su mano aparecía una flecha echa de energía.

-no guardaré ningún secreto a mi esposa, además que importa eso fue un error y tu lo sabes vale más que se soluciono solo antes que naciera- esas palabras eran como cuchillas enterradas en el corazón de kagome.

-fue un error es todo lo que significó para ti- atacó a inuyasha cuerpo a cuerpo notando como este la golpeó y botándola al suelo, sus ojos eran rojos sin razonamiento y en su rostro aparecieron las marcas de su trasformación.

-te mataré-con voz ronca y profunda susurró para atacar a la Miko quien se defendía contra sus ataques.
Con su poder espiritual lo quemaba pero este no daba marcha atrás atacaba con sus garras para rasgar las ropas de la joven manchando las de sangre.

Su razonamiento era nulo solo estaba su instinto de matar, la noche cada vez se volvía más pesada y cansada para kagome quien corría y se defendía de cada ataque sabiendo que nadie la ayudaría, Sango estaba en una misión lejos con su familia, kaede estaba con los aldeanos, shipo se marchó a su entrenamiento y en el único que pensaba era en sesshomaru quien estaba lejos.

Se río al pensar que el vendría a salvarla siendo una humana tan débil, agarró su abdomen para ver que estaba rasgado un poco.

-moriré sola por dejar a mi familia por un estúpido hanjo, que me cambio por una pieza de barro- se río para si misma viendo como sus fuerzas eran nulas, vio a inuyasha acercarse con sus garras llenas de su sangre y solo cerró sus ojos para esperar su inminente muerte.

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