capítulo 20: es un perrito

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¿Por qué siempre existe la violencia? Pues a saber por qué, pero existe en cualquier parte del mundo.

Y en cualquier parte del mundo quiere decir en bolivia, específicamente en Cochabamba.

—Uhhhh... —por poco y estaba por vomitar por las tantas emociones que estaba sintiendo en ese preciso momento.

Solo quería que todo fuera en calma y en paz, pero los policías no podían ser más contrarios a él, lanzando gas lacrimógeno a los que estaban tapando los caminos.

¿¡En qué momento había dicho él que vayan a lanzar gas lacrimógeno a los civiles!?

Todo era horrible, claro hasta que escuchó la llamada de su teléfono, contestandolo en seguida.

—¿¡Quién es!? —habló de un modo violento con el ceño fruncido.

Eh... ¿Boli...? —dijo el apodo con algo de duda y nerviosismo el que estaba hablando a través de teléfono— uh...creo que llame en mal momento, lo-lo siento —tartamudeó mientras que estaba por colgar.

—¿Perú? ¡No, no cuelgues! —suplicó el tricolor al escucharlo mientras que hacía una expresión apenada por haberle gritado.— perdón por gritarte... ¿Pasa algo?

¿Uh? Nada, no pasa nada, solo quería preguntar cómo estabas... —el peruano se rascó la nuca mientras que sonreía muy levemente.

—Oh, Yo estoy bien ¿Y tú?

No muy bien. —dijo el blanquirojo mientras que se rascaba la cabeza.— últimamente no dejan de haber quejas tras quejas... Y parece que mi presidente solo me deja las tareas a mi...

—Oh, comprendo. Pasa lo mismo conmigo. —sonrió el Boliviano mientras que apoyaba un codo en su escritorio a la vez que apoyaba la cabeza en la mano.— incluso cuando doy una orden parece que no me escuchan y hacen lo opuesto a lo que dije.

Es tan molesto cuando pasa eso. —dijo el contrario mientras que cerraba los ojos.— oye ¿Que tal si después nos reunimos?

—¿Hm? ¿Y para que sería la reunión?

Solo para pasar el rato, ya que aún tengo celo, me quedan al menos unos 2 días libres.

—¡Oh genial!  —gritó alegre hasta que se dió cuenta del gritoneo, recuperando la compostura y tociendo de manera fingida.— ¿Dónde nos reuniremos?

—Bueno... No te ofendas. —el peruano respiró hondo.— ¿Que tal a la playa...?

....JAJAJA, CHISTOSITO.

—¡Te dije que no te ofendas! —el de nacionalidad peruana hizo un leve puchero— por favor, como cuando eras pequeño...

—NEL, cuando florezca el chuño.

Por favoooor. —alargó la última palabra con los ojos bien abiertos y cristalinos como si fuera un perro, que bien que Bolivia no estaba allí porque se hubiera reído a todo pulmón.

—....bien, como quieras. —dijo mientras que suspiraba con molestia.

—¡Wuju! —victoreó el de chullo con una gran sonrisa.— ¿Mañana vendrás?

Si si, como tú quieras. —suspiró el boliviano sonriendo levemente, adoraba el tono de niño que tenía el peruano a pesar de ser mayor que el.

Bien, te esperaré en mi casa~, —sonrió el bicolor hasta que se dió cuenta de que lo que dijo era un poco doble sentido— ¡Para comer! ¡Te esperaré en mi casa para comer! —se rectificó mientras que tragaba saliva en seco.

—Si, lo entendí a la primera, —se rió levemente el boliviano mientras que soltaba un muy leve suspiro.— nos vemos mañana Perú~.

Fue así como colgó el primero, se mantuvo calmado y con la cabeza aún apoyada en su mano mientras que tenía una sonrisa muy fina, por dentro era otra cosa, su mente estaba revuelta de emociones y literalmente sentía que podría gritar de alegría.

Tal vez ya era hora de confesarse, aunque tenía miedo de un rotundo rechazo a sus sentimientos, cosa que lo hacía dudar demasiado.

—Solo...dile y ya, —se dijo así mismo mientras que respiraba hondo.— por ahora solo concéntrate en esto.

Y en cuanto había terminado, rápidamente se había ido al baño de ese grande lugar mirándose al espejo, comenzando a hacer caras raras que eran un intento fallido de miradas pícaras.

—Hey~ —chasqueó los dedos sonriendo al espejo aunque rápidamente se avergonzó, tapándose parte de los ojos.— no no... Hey~ —se miró otra vez haciendo ese intento de mirada pícara.

¡Que lástima que Chuquisaca había entrado al baño ese momento!

Y fue así como se originó un silencio incómodo.

— ... ¿Que mierda...?

—... Tu... No viste nada —habló sin ningún argumento el boliviano mientras que salía disparado del baño hacia su oficina.

El chuquisaqueño se quedó allí un buen rato mientas que ponía una mano en su mentón pensativo.

En ningún momento imaginó que el tricolor fuera bien narcisista.

——•——

En estos momentos Perú estaba en su oficina tarareando un ritmo muy vago, con melodías que podían ser de cualquier canción genérica.

Estaba emocionado, en cuanto terminara con lo de las inundaciones, iba a ir a bañarse bien y prepararía los ingredientes para cocinar el día en que Bolivia viniera a su casa.

Y en cuanto el boliviano llegara, tal vez podría por fin tener una idea clara de que pensaba acerca del boliviano.

Bueno, le agrada en realidad, pero no sabía de qué manera, porque hace mucho tiempo que tenía dudas acerca del tricolor, ya que, casi siempre lo a visto como un gran amigo o incluso como un "hermano, barra, hijo", porque cuando el padre de bolivia murió, el se hizo cargo del menor para ayudarlo en lo que pudiera.

Ahí erradicada el problema, no sabía cómo verlo, si un hermano, un buen amigo, o incluso una especie de hijo.

Y en realidad no le cabían más opciones de como mirar al boliviano, solo le había caído la posibilidad de una pareja cuando olió sus feromonas. Pero lo había descartado rápido porque solo eran eso, feromonas.

Si, el peruano prefería descartar eso ya que si va a querer a alguien, que no sean solo por feromonas.

Bueno, por ahora.

—Le haré un ceviche haber si le gusta. —sonrió el peruano mientras miraba su escritorio.

.
.
.

Ahora estaba en su casa, entrando a su habitación agotado mentalmente por el trabajo.

En cuanto había entrado, se tiró a la cama, acurrucandose inmediatamente en busca del calor en esas mantas.

—Mmmh.... —respiró hondo sonriendo levemente, sus sábanas tenían algo de las feromonas de Bolivia, cosa que le estaba causando una especie de calma interna.

Oye, dijo que no se enamoraría solo por las feromonas, pero nunca dijo que le desagradaran las de Bolivia.

—Jiji~ —chilló el de chullo solo para taparse con las sábanas con una gran sonrisa de oreja a oreja.

Solo ese olor lo había dejado embobado y manso como un perrito queriendo caricias de su dueño.

En efecto, el peruano sí parecía un perrito.

Continuará...

16/03/2021

Bruh, perdón por tardar, las tareas son bien cul3ras aveces u_u

Seguro tardaré otras semanas, perdón perdón perdón •,_,•

Amor Tiene Dos Significados || Perú X Bolivia / omegaverse || (Cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora