Amor Tiene Dos Significados || Perú X Bolivia / omegaverse || (Cancelado)

capítulo 23: objetos perdidos

Para esos momentos el menor se encontraba sentado en una de las sillas del comedor en el que estaba, solo se encontraba con un puchero molesto mientras que tenía ambos codos sobre la mesa, apoyando las mejillas en sus manos. El boliviano estaba así porque el peruano no le había dejado entrar a la cocina.

— Esto no es Justo... —habló en lo bajo mientras que lentamente inflaba las mejillas con molestia.

— Hey, te puedo escuchar desde aquí. —habló en alto el mayor mientras que soltaba unas risitas estando dentro de la cocina.

El peruano estaba botando los rastros de polvito negro que eran pertenecientes al pollo hacia el basurero en esos momentos. Se sentía tranquilo por haber finalmente tirado eso a la basura, ya que lo que había hecho fue una gran abominación.

Ignorando eso, el bicolor ahora estaba utilizando otra bandeja plateada para poner dos platos que contenían ceviche. Seguido de esto agarró la bandeja con cuidado y luego se dirigió al comedor a paso apresurado.

— hmm~ ¿Que huele tan bien...~? —se atrevió a preguntar el boliviano mientras que bajaba los codos de la mesa al notar la presencia del mayor.

El más grande había dejado la bandeja en la mesa para luego dejar uno de los platos con ceviche. Se le podía ver perfectamente una sonrisa al peruano solo por haber escuchado lo que dijo el boliviano, enserio le encantaba recibir halagos, en especial si eran del tricolor.

— Espero que te guste, me esforcé en prepararlo lo más rápido posible solo para tí~. —le sonrió mientras que se estaba sentando a su lado y luego procedía a comer con muchos ánimos.

— ¿Tan poco tiempo te costó hacer ceviche en vez de pollo ahumado? Wow.

— Seh... espera, ¿Cómo sabes que era pollo?

— Es qué olía mucho a pollo quemado si lo pienso bien ¿Acaso hacerté? —el menor miró con una sonrisa burlona a Perú, el que se había sonrojado de la vergüenza.

— Ugh... Debí olear la cocina antes de que vinieras...

Cuando el boliviano escuchó eso soltó una pequeña risa burlona mientras que empezaba a comer de manera lenta y calmada. Admitía que odiaba la comida de mar con todo el corazón, pero los platos que realizaba el peruano le encantaban mucho, a pesar de que fueran de mar.

Para cuándo los dos acabaron la comida, el boliviano soltó un pequeño suspiro y apoyó la espalda en la silla con una sonrisa notoria. El chico se dió unas cuantas palmaditas en el estómago señalando que se sentía lleno.

— Uff~, tu comida es estupenda~.

— gracias boli~.

¿Ya había mencionado que a Perú le gustaban los halagos? ¿Si? Porque aquel sujeto enserio adoraba los halagos, y más se notaba que le gustaba ya que estaba mirando al boliviano con una sonrisa agradecida y llena de alegría.

Ahora que el peruano lo pensaba mejor, solía sentirse de esa forma solo con el tricolor. Feliz, completo, e incluso se atrevería a pensar que estaba realmente en calma con solo escuchar a Bolivia, no importaba si le halagara o no.

— Oye, ¿No que tenías una piscina?

— ¿Uh...? Si, ¿Quieres ir a nadar?

— ... Quisiera aprender. Ya sabes, para luego ir al mar... —el de rojo, amarillo y verde sonrió levemente mientras que agachaba la cabeza comenzando a jugar con sus pulgares.

— ... Aww~, claro Boli~. —acercó la mano para luego acariciarle la cabeza y revolverle el cabello.— Solo espera un rato que ya hemos comido.

— Hmm... Aún no me creo lo de que me va a doler el estómago si voy a la piscina en menos de una hora.

El peruano solo pudo reírse ante lo que dijo, recibiendo una mirada algo molesta por parte del boliviano el que había llegado a hacer un puchero, haciéndo reír más al bicolor.

— Pfft- pe-perdón, si quieres podemos ir ahora a la piscina, pe-pero conste que si tienes un calambre no es mi culpa..

— Piri cinsti qui si tiinis in cilimbri ni is mi cilpi. —el boliviano se paró de su aciento y miró alrededor para ir por su maleta.

Había algo mal, no la encontraba por ningún lado al cual hubiera llegado a colocarla. Pronto su rostro se puso algo asustado y miró a Perú con algo de miedo.

— U-uh... Oye ¿No viste dónde dejé mi maleta?

— ¿Trajiste maleta?

— No me hagas una broma, por favor...

— Lo digo enserio. —el peruano se quedó mirandolo aún estando sentado, con la cabeza ladeada hacia un lado.— Ohh... Con razón algo se me hacía raro cuando llegaste, aparte del saludo que me diste...

— ¡Hay por todos los-! ¿¡Dónde lo dejé entonces!?

— hmm... Ni idea, tal vez en el... ¿Aeropuerto?

Eso dejó totalmente en blanco al menor, solo estaba totalmente pensativo mirando hacia el suelo algo asustado. Tenía razón, no recordaba haber traído su maleta desde el aeropuerto, posiblemente había olvidado agarrar su equipaje.

¡El maldito equipaje tenía todos los demás supresores para el tiempo en el que iba a quedarse con el peruano! Y lo mejor es que no recordaba el nombre del supresor como para comprar otro igual, ¿Había siquiera esa clase de supresor en el territorio de Perú?

— Uff... No no no, debe estar por aquí...

— No te asustes tanto, podemos buscar mañana tu maleta... Al aeropuerto.

— ¡Me estás asustando más de lo que debería! —chilló el boliviano mientras que tragaba saliva en seco, si que estaba preocupado.

— Hey... yo no soy de los que dicen esto pero, relaja la raja we.

— ... No, a ti no te queda.

— Lo sé, pero enserio debes calmarte.

El boliviano se cruzó de brazos mientras miraba hacia un lado molesto. Si sabía que tenía que calmarse, pero era difícil sabiendo que no tenía nada de ropa más que lo que tenía puesto.

Y si, eso no iba a ayudarlo mucho ya que necesitaba al menos una pijama para dormir, no podría dormirse simplemente con un traje, era muy raro.

— Oye, si quieres vamos ahora al aeropuerto y buscamos tu maleta, seguro que puede encontrarse en objetos perdidos.

— ... No, no creo, tal vez ya hasta me lo robaron los malditos rateros...

— Pfft-, vamos hombre, no te vayas a decepcionar, vamos a buscar tus cosas ahora. —el mayor se paró de su asiento y luego se fue un rato para su habitación. Solo tardaron unos minutos para que se vistiera con una chaqueta negra, volviendo con el boliviano el que aún seguía buscando la maleta en la casa.

— Se que está aquí...

Pues el boliviano es un terco, no se puede decir más.

Continuará...

02/07/2021

Listo, aquí yo moriré otro mes :'(

Perdón :'0