𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐨𝐝𝐢𝐬𝐞𝐚 || Bellamy Blake

11.

"If you are going through hell, keep going"

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6.

Lo gritos e insultos comenzaron a hacerse cada vez más audibles desde mi tienda. Al principio, creí que si cerraba los ojos y los ignoraba, en algún momento se cansarían de protestar; pero no. Algo estaba ocurriendo y estaba despertando a todo el maldito campamento.

—¿Y ahora qué sucede?—resoplo mientras muevo la tela que funcionaba como puerta.

—¿Octavia?—la voz inconfundible de Blake llego a mis oidos.

Así que él era el problema.

—¿Acaso has perdido algo?—me acerco molesta, mientras él sigue abriendo carpas al azar, despertando a todos y pasando por alto la gran cantidad de insultos que le escupen.

—¿Has visto a Octavia?—su tono severo hizo que una alarma mental se encendiera.

—No. Seguro está deambulando por el campamento.

—Ya he registrado cada una de las tiendas y no está por ninguna parte.

—¿Cuando fue la última vez que la viste?—inquiero empezando a igualar el nivel de preocupación que denotaba.

Bellamy con todos los recientes acontecimientos parecía que no se había detenido a pensar cuando había sido la última vez que había visto a Octavia. Y su alteración aumentó notablemente al descubrir la respuesta a mi pregunta.

—Ella fue la primera en darse cuenta de mis intenciones con la radio, me siguió hasta la mitad del camino. Pero eso fue en la mañana, si ella hubiese desaparecido, yo...

Entonces esto no era una búsqueda a la ligera. Nadie había pasado tantas horas solo fuera del campamento, al menos nadie que hubiese vivido para contarlo.
Había algo que se ocultaba justo frente a nosotros que nos quería muertos, y se las estaba apañando bastante bien para lograrlo; uno por uno, el número de los cíen iba bajando con tan solo llevar unos días en la Tierra.

—De acuerdo. Haremos esto. Tú termina de registrar lo que queda del campamento e interroga a quien tengas que interrogar sobre cuando la vieron por última vez. Yo iré a hacer un perímetro por las afueras del muro, en caso de que haya decidió perderse en otro bosque bioluminico con mariposas.

Él asintió.

Ambos salimos hacia nuestras respectivas direcciones, en mi caso, deteniéndome únicamente para recoger una antorcha.

—¡Nathan abre la puerta!—le ordeno a Miller, que estaba en su turno de guardia.

El joven me mira confundido.

—Riley es demasiado tarde. Es peligroso salir en mitad de la noche. Los terrestres...

—Los terrestres me importan un carajo. Octavia lleva más de seis horas desaparecida. Ya hemos pasado por esto con Jasper, y el tiempo no está de nuestro lado, ergo, si queremos hallarla con vida, debes a abrir esa puerta.

Él comprendió y a su pesar siguió mis órdenes.

—Si no regreso en cuarenta minutos, avísale a Bellamy y asegúrate de que manden un equipo de caza por mí.

Lo último que me hacia falta era que algo me ocurriera y Blake aprovechara mi desaparición para deshacerse de mi.

¿Sería capaz de hacer tal cosa? No lo sabía, más no estaba en mis planes averiguarlo.

De noche el bosque era aún más aterrador que de día; lo ruidos y las sombras en movimiento eran suficientes para parecer sacadas de una pesadilla o de una de esas antiguas películas de terror.  Si bien la luz de la antorcha me permitía ver por dónde iba, no podía saber si algo o alguien me estaba acechando a la distancia.