𝟬𝟮.

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Hell is empty and all the devils are here.

-William Shakespeare

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𝟬𝟮.

Por unos instantes, cada una de las personas presentes se había olvidado de la realidad, perdidos en el éxtasis que brindaba el planeta Tierra, el cual era el mayor anhelo de toda la humanidad.

Sin embargo, algunos parecían ajenos a esta emoción. Clarke Griffin y Wells Jaha se hallaban en a un costado teniendo lo que parecía ser una discusión.

Ya sea por curiosidad o el querer estar preparada ante cualquier plan que pudieran estar ideando, mantuve mi atención fija en ellos, observando sus gestos e intentando leer sus labios desde lejos. Eso fue lo que me permitió ver el momento exacto en que el Jaha junior firmó sus sentencia aquí en la Tierra, tras empujar a Jasper.

—Si bien no soy consejera, si quieres seguir empleando ambos pulmones te recomiendo que mantengas tus manos para ti mismo—ordené manteniendo la compostura caminando hacia ellos.

¿Quién se creía que era?

—No hace falta recurrir a las amenazas, solo queremos saber dónde estamos—se justificó acercándose peligrosamente a mí. "Peligrosamente" porque en serio que su nariz corría peligro si se atrevía a dar un solo paso más.

—Por experiencia te dire que eso no es una amenaza. Considéralo mejor como una promesa—intervino alguien a mis espaldas, su tono arrogante haciéndolo imposible de confundir.

John Murphy.

Una sonrisa satisfactoria se formó en mis labios.

—¡Ya estamos en el suelo, Jaha! ¿No te parece suficiente? ¿O acaso también quieres controlarnos aquí? —gritó el hermano de Octavia.

El mismísimo Bellamy Blake. El guardia suicida.

—Necesitamos ir a Monte Weather, oyeron el mensaje de mi padre.

—Te sere completamente honesta, principito—apoyé una mano en su hombro, disfrutando el verlo estremecerse ante el contacto—. Nadie oyó ni una sola palabra de lo que dijo ese charlatan.

—¡Que se pudra tu padre!— espetó Octavia, quien debía admitir comenzaba a agradarme. Había algo en su rebeldía y las injusticias entretejidas en su historia que no podía evitar identificarme con ella.

A estas alturas todos se habían comenzado a acercar, y como si una línea nos dividiera, incluso parecía que se habían formado dos bandos.

—No me digas que ahora tú serás el canciller junior. ¿En serio crees que estás a cargo?—inquirí socarronamente.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐨𝐝𝐢𝐬𝐞𝐚 || Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora