𝟬𝟰.

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Dying is the easy part, living is the trick.

-Atticus.

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𝟬𝟰

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Desesperación.

Cuando el mundo a tu alrededor empieza a derrumbarse, tú te aferras a lo último que te queda. A veces son personas, objetos, incluso sueños; más cuando te encuentras solo, aprendes a aferrarte a ti mismo, y te derrumbas junto a tu mundo.

Yo me aferré a mi odio, a mi sed de venganza. Y si no fuera por ciertas personas, esos sentimientos me hubieran consumido.

Jasper era una de ellas.

No tuve que pensarlo dos veces antes de echarme a correr a toda velocidad hacia el tronco en donde estaba colgado.

Oía los gritos de Murphy diciendo que tuviera cuidado, de Griffin advirtiendo que podría ser una trampa; pero no me detuve. Ya no podía hacerlo. Mi cerebro se había desconectado y era mi corazón el cual me estaba impulsando en este momento.

Peligroso. Lo sé.

"Para ser un buen líder debes hacer que el corazón y la cabeza, el sentimiento y el pensamiento, se encuentren y trabajen juntos. Estos son los dos vientos que permitirán que un líder se eleve. No lo olvides Riley, mantén tu mente fría y tu corazón caliente y latiendo"

La dulce voz de mi madre resonaba en mi cabeza. Luego de cuatro años, el color exacto de sus ojos, el suave roce de sus dedos en mi cabello, el tono de su risa, se habían comenzado a desvanecer, convirtiendose en memorias borrosas. Más aún recordaba con demasiada exactitud todas las veces que me había repetido esa frase.

Estaba segura que estaría en cierta forma decepcionada al verme haciendo tal estupidez.

Corrí y corrí, como si cada segundo que pasara fuera crucial para Jasper.

—¡Riley en frente tuyo!— oí el grito de Murphy antes de que el suelo debajo de mis pies desapareciera y cayera en un pozo con lanzas aguardando a perforar mis interiores.

Mis manos cayeron rápidamente en el borde, sujetándome con el ápice de fuerza que me restaba. El sudor de mis dedos dificultando la tarea cada vez más.

En cuestión de segundos, otra mano se cerró sobre la mía, al alzar la vista, Bellamy se hallaba allí, sus ojos clavados en lo míos. Gracias a alguna jugada burlona del destino, el cual parecía reírse constantemente en mi cara, por segunda vez mi vida yacía en manos de Bellamy Blake.

Esto parecía un maldito déjà vu.

Aún así no pude evitar sorprenderme cuando esté jaló de mi brazo devolviéndome a tierra firme.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐨𝐝𝐢𝐬𝐞𝐚 || Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora