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Ya hace unos pocos minutos qué había comenzado la reunión de los Kages, y pues habían problema por cada esquina.
Shinjen ya no estaba, lo habían buscado por cada rincón, de todas las formas posibles, pero estaba desaparecido.
Shion si se sentía un poco culpable, después de todo ellos eran hermanos y no lo había tratado de muy buena forma, pero no había mucho más que hacer.
Tendría que acompañar ella sola a Tobi. La mayor parte del tiempo se la había pasado entrenando, aunque también no lo había hecho sola, su nuevo Halcón la había estado acompañado cada momento.
Se sentían preparadas y sí que lo estaban.
Ya estaba oscureciendo y Tobi le dio la orden de que se pusiera la capa Akatsuki y por supuesto una máscara, la cuál solo tenía orificios para los ojos.
Ella era capaz de reconocer que estaba nerviosa, cualquiera lo estaría en su lugar.
Ya se encontraba lista y dispuesta cuándo Tobi decidió hablar.
-Shion, sólo te pediré algo, si es posible no hables, ni pelees, tampoco intentes matar a Sasuke, eso vendrá después, recuerda que solo vienes como acompañante. »Fácilmente pude haber ido solo, pero te necesito para qué sepan, de que no me encuentro sólo, a ti no te conocen y es bueno que por ahora no lo hagan.
-Tch... Bien, entiendo,no haré nada que no me digas.- respondió la azabache un poco molesta.
Hubo un momento de silencio que de pronto se volvió tenso. De repente la puerta de la habitación se azotó contra la pared, Shion dirigió su vista a la puerta, y era Arata, tenía lágrimas en sus ojos, ella nunca lo había visto así.
Normalmente era un niño serio y un tanto aburrido pero esa careta se solía caer estando con Shion.
Tenía sus ojos inchados y tenía sangre en sus manos, eso la alarmó y rápidamente se dirigió hacia él a preguntarle que sucedía.
