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[ 𝐍𝐞𝐰 𝐘𝐨𝐫𝐤, 𝐍𝐘 ]
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Había llegado el fin de semana, Andrew debía viajar a Los Angeles junto a Valerie para acudir a aquella reunión de escritores que le había comentado el Sr. Thompson luego de firmar el contrato de publicación de su libro.
Valerie se encontraba ya en el aeropuerto a la espera de la llegada de Andrew el cual iba un poco tarde. La chica tomaría su celular y abriría su chat con Andrew y comenzaría a escribirle:
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Valerie:
¿Es que no piensas venir Andrew?
Andrew:
Deberías ser más paciente Valerie
Valerie:
¡¿MÁS PACIENTE?! LLEVO HORAS ESPERÁNDOTE
Andrew:
Llevo aproximadamente una hora sentado acá viendo como caminas de lado a lado mi amor
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Valerie se giró rápidamente y ubico a Andrew de inmediato, lo miró con un poco de enojo y se dirigió a donde se encontraba sentado.
Valerie: Qué estúpido eres, pensé que no vendrías — Le recriminó mientras se sentaba a su lado
Andrew: ¿Y perderme como te verías con bikini? Jamás — Bromeó
Valerie: ¿No que no me deseas?
Andrew: No dejes que se te suba a la cabeza, sabes que soy hombre de una sola mujer
Valerie: Pues mientras esa mujer no esté, me perteneces — Manifestó acariciando la pierna del chico
Andrew: Estás enferma — Comentó riéndose
Valerie: Pero así me quieres — Sentenció posando su cabeza en el hombro de Andrew
Andrew sonrió mientras rodeaba con su brazo a la chica y acariciaba su hombro.
Conversaron por un largo rato hasta que llegó la hora de abordar el avión, recibieron su llamado y emprendieron el camino a la zona de embarque para así finalmente volar hasta Los Angeles. Para Andrew era algo extraño, en el fondo sentía miedo de volver a cruzarse con Eve en cualquier sitio, pero en realidad era lo que más deseaba, reunirse con su más grande amor. Valerie por otra parte, sólo quería disfrutar, su relación con Andrew no era más que un simple momento, sus intereses eran otros y lo que realmente le importaba era seguir apoyando a aquel chico que tanto la ayudó en sus momentos más difíciles.
Una vez en el avión, se sentaron en sus respectivos asientos y comenzaron a conversar por un largo rato mientras este despegaba. La charla continuó, de lo banal, pasaron a temas más íntimos, hasta llegar al preferido de ambos, el sexo. Valerie le relató a Andrew que hace ya un tiempo se había peleado con su novio, ya que no la satisfacía en la cama y fue una de las tantas razones por la cual se hundió en depresión.
Confesión va, confesión viene, Andrew le cuenta a Valerie que una de sus fantasías era hacerlo en un avión. Ella lo miró con una cara enigmática y le pregunta:
Valerie: ¿Te animarías?
Andrew: Yo creo que si — le dijo —con la persona adecuada, que sea lo suficientemente caliente, sí.
Valerie: Y ¿yo seré esa persona? — Preguntó, mientras su mano se deslizaba sobre el pantalón de Andrew, por su pierna, subiendo hasta su miembro, que reacciona de inmediato.
Con cara de asombro Andrew la miró a sus ojos, ojos ardientes y sin creer lo que está pasando, la besó de lleno en los labios. Sus lenguas se buscaban con la naturalidad de los viejos amantes, aunque era su segundo encuentro apenas.
Caliente como nunca en su vida, pero temiendo que alguno de los pasajeros los viera, Andrew buscó una manta para taparse y tener cierta libertad de acción. Ya debajo de la manta sus manos buscaron los grandes pechos de Valerie, acariciándolos por sobre su top y dentro de su escote, hasta llegar a desprender su corpiño. Para masajear con libertad esos pezones, ya duritos, entre sus dedos.
Ella, luego de sobarle la verga al chico por unos momentos y viendo que obtenía una adecuada respuesta, esta ya había abierto la bragueta e introducido su mano dentro del pantalón del chico, para encontrarse con su "amigo" bien duro y anhelante.
Lo acariciaba magistralmente de arriba abajo, con una maestría natural. De repente le susurra al oído:
Valerie: ¿Te gustaría que te lo chupe?
La cara de Andrew dijo todo y ella se arrodilló a sus pies, escondiéndose debajo de la manta.
Primero lamió el pene del chico lentamente, en toda su extensión, con esa lengua golosa, que le depararía muchos placeres. Mientras que con sus manos lo agarraba desde la base y acariciaba sus huevos. Le besó el capullo y retiró la piel del prepucio, para introducirse el glande, rojo y victorioso, en su boca. Con habilidad magistral se fue tragando, lentamente, casi todo su pedazo. Andrew estaba en la gloria, ya que no hay cosa que más le excite que le mamen la verga. ¡Y cómo lo hacía!
En eso, Valerie no tiene la mejor idea de destaparse la cara de la manta y mirándolo fijamente a los ojos, con una cara de excitación, como nunca había visto procede a preguntarle a Andrew
Valerie: ¿Te gusta?
Andrew: ¡Agh!, me encanta, sigue, sigue chupándola y mirándome, ¡qué rico!
Su lengua trabajaba el pene del chico, como si su vida dependiese en ello. Parecía que su única función en la vida fuera darle placer. Era la mamada más rica que Andrew había recibido desde Eve y el hecho de estar en un avión rodeado de 250 personas, sólo conseguía excitarle más.
Andrew se agachó un poco par poder acariciar esas ricas tetas de Valerie con sus manos, ansioso de gozar su cuerpo. Le advirtió:
Andrew: Si sigues así me voy a correr en tu boca.
Valerie: No te preocupes papi, eso es lo que quiero, hazlo por favor, quiero tragarme toda tu leche — dijo acelerando el ritmo de sus caricias.
La excitación de Andrew estaba al límite y con esas palabras se dejó llevar.
Tratando de no hacer ruido y mantenerse quieto para que el resto del pasaje no sospechara, tuvo uno de los orgasmos más intensos de su vida. Su semen salió a chorros, mientras Valerie sacudía salvajemente la verga del chico y succionaba la punta, absorbiendo hasta la última gota de su semen. Este sólo dejó escapar un silencioso gemido, al terminar la descarga.
Minutos después Valerie emergió de debajo de la manta y lo besó en los labios muy profundamente, tenia aún el gusto a su propio semen.
Valerie: Ahora me toca a mi papi — le dijo al oído.
La chica se arregló el top, se levantó y le hizo señas de que la siguiera discretamente a los baños.
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Deseos Sexuales [+18]
Historia CortaEve y Andrew han sido mejores amigos durante muchos años, de la nada comienzan a tener conversaciones subidas de tono por WhatsApp, al pasar el tiempo estos comienzan a desarrollar un deseo más que amistoso entre ellos. ¿Irá más allá que una simple...