Capítulo 5

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POV DEREK DÁVALO

Me encargo de que toda la mansión este en orden al igual que el edificio, ninguna mota de polvo por ningún mueble, ningún suelo sin barrer o fregar, todo limpio y en orden como a mí me gusta.

—¿Qué hay del inculto que acepto nuestro trato?— le pregunto a Axel cuando termino de revisar la ultima sala. Su pelo rubio está totalmente despeinado.

—Calla hermanito, esto te va a resultar más interesante— dice sentándose en el sofá del salón de mala manera.

—Recoge el cojín del suelo— le reprendo cuando veo que cae

Suspira pesadamente y lo coloca en el sofá

—Bueno a lo que íbamos, me ha llamado León ha habido un tiroteo en el local del Navarro, aun no se sabe quien ha sobrevivido

—Tenemos que ir— le corto

—¿Qué se te ha perdido allí?— ríe

—Si digo que vamos a ir, vamos a ir. Salimos en treinta minutos— ordeno levantándome del sofá

—¿¡Aviso a León!?— grita

—¡Sí, os quiero en veinte minutos en la puerta!— entro en mi despacho y comienzo a recargar mi pistola

POV IRINA PALACIOS

—¿Estás bien?— le pregunto a Jon. Su camisa está completamente arrugada y llena de manchas de sangre

Asiente y tira de mí hacia un pasillo.

—Sígueme— susurra

En el pasillo no hay completamente nadie. Noto como a veces Jon hace un parón para coger aire. Algún golpe le ha tenido que afectar más de la cuenta.

Nos detenemos en frente de una puerta sin pomo, en cambio hay una pantalla donde Jon coloca su dedo índice y la puerta se abre.

Me quedo impresionada nada más entrar. Hay una pantalla enorme en una de las paredes, la pantalla enfoca cada parte del local. Justamente al lado hay un enorme escritorio de roble y encima un ordenador de última generación.

Y para colmo un sofá de tres plazas en un tono beige.

—Vendré a por ti más tarde— se apoya en la puerta y vuelve a coger aire por decima vez

—No estás bien. Siéntate y déjame mirar a ver la zona dañada

—Debo ir a por Saúl

—Saúl sabrá cuidarse las espaldas, túmbate en el sofá. Solo serán diez minutos— me mira dubitativo pero acaba accediendo

Se tumba en el sofá, dejándome espacio para poder sentarme. Se desabrocha la camisa dejando a la vista sus abdominales. Le ayudo a quitársela del todo y la tiro al suelo.

Comienzo a tocarle el pecho, tiene marcas rojas por todas partes. Me detengo para observar detalladamente, no tiene ninguna herida y en parte me preocupa que los daños que tenga sean internos.

—No tienes ninguna herida, pero sí que te tuvieron que pegar un buen golpe

—Estoy acostumbrado— me mira fijamente mientras se encoje de hombres.—Gracias

—De nada— sonrío. No debería preocuparme por el pero al fin y al cabo gracias a su amigo tengo un puesto en el que cobro un buen sueldo

De pronto la puerta se abre de golpe dejando a la vista a Saúl, mantenemos la mirada durante unos segundos pero rápidamente enfoca la vista a la camisa que esta tirada en el suelo y al pecho de Jon que está al descubierto.

Cien alas blancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora