sangre

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Natasha admiraba la elocuencia de las palabras de Tony, en cada silaba destilaba absoluta sabiduría, sobre todo cuando se refería a su trabajo. Parecía un anciano ancestral atrapado en el cuerpo de ese hombre joven y hermoso, de esas personas que nunca te aburre escuchar y quizás lo que sale de su boca es pura mentira, pero te convence de que es verdad por la pasión derramada en cada silaba, en cada gesto facial y corporal, así era Tony, una incógnita para muchos, un hombre maravilloso para algunos, esos que tenían la fortuna de conocerlo íntimamente. Natasha nunca se había sentido tan cautivada por un hombre, no se permitió tal vulnerabilidad, pero Anthony quebró esa coraza de hierro que ella misma se forjo, un escudo que la resguardaba de los peligros del corazón, estaba perdiéndose en un abismo incierto de amor y felicidad del cual no quería salir nunca. ¿acaso era ciego? ¿Como no verse a sí mismo como un dios, como un héroe? Tony se percibía a sí mismo como un ser común, un mundano más en la faz de la tierra, nada le hacía especial, sin embargo, ella vio ese lado que ni él mismo conocía, ese mismo lado que Steve y Chris amaban.

—¿Quieres más champagne? —Le dijo mientras le ofrecía una copa. La gente susurraba a sus espaldas, impactados por conocer a la novia del soltero codiciado de la ciudad, de ese que pensaron no asentaría cabeza. Ojos cargados de ponzoña se posaron sobre el cuerpo estilizado de Natasha. ¿Qué la hacía tan especial? —¿te estas aburriendo? —Preguntó ajeno a escrutinio al que era sometida Natasha, Ella si lo noto, las miradas despectivas, risitas burlonas de todas esas mujeres-y algunos hombres también-

—No ¿Cómo podría?-sonrió con un brillo labial borgoña, segura de sí misma , de estar ahí marcando su territorio ,no era una mujer que se amedrentara por nadie , y mucho menos por herederas sin cerebro buscando con afán el título de esposa trofeo , porque ninguna de ellas veían a Tony como ella lo hacía , solo les interesaba su reputación , su familia de ascendencia aristocrática, y por supuesto ,esos millones y millones de dólares que cotizaban diariamente una empresa como Stark Industries. Por otro lado, Su vestido negro entallado despertaba pasiones indecoroso, perversas, no solo en Tony; los demás hombres no dejaban de admirarla—El artista es increíble—su atención se dirigió al cuadro frente a ellos, Una mujer desnuda de piel nívea, sosteniendo una manzana en lo alto de la cual se derramaba un líquido rojo "la manzana del pecado"—

—Si, es una amiga, trabajamos juntos en ocasiones. Esta colección es diferente, todas la son, no se centra en un solo tema—bebió mirando sobre la copa la obra de arte. Pepper y Tony se conocieron en la universidad, ella lo arrastraba a fiestas en sus años de estudiantes. Alocada y fresca, con su cabello rubio rojizo, ahondaron juntos todas las variantes del arte, y evocaron la máxima expresión de un artista interior experimentando con diversas drogas de moda. Chris era su mejor amigo, el bueno, el que hacia las cosas correctamente y estimulaba a Tony a una espiritualidad más enriquecida. Pepper, era su mejor amiga. La opuesta, antagonista del sacerdote, esa que repetía sin cesar que cada día morimos un poco, que la muerte nos llegara y no tendrán otra oportunidad para animarse a hacer lo impensado, a disfrutar de alcohol, drogas y sexo; de amar y odiar hasta que alma se consuma en llamas , en un ardor delicioso que te recuerda que estas vivo "no me privo de las cosas que me gustan" solía decirle mientras encendía un porro —

La gente saludaba con su máscara cordial, con gestos elegantes enfundado en trajes y vestidos costosos. La música era suave y melodiosa, se oían risas, cuchicheos sobre la última colección inmoral de Virginia, muy subida de tono para esas personas que simulaban ser conservadoras por fuera, Por dentro, el morbo los llevaba a saborear cada trazo, a babearse sobre el erotismo, de cada línea y figura cargada de emoción, pasión y pecado.

Snob sínicos, prepotentes e inseguros de sí mismos, cerrados de mente como de cuerpo, encarcelados dentro de ellos mismos, incapaces de alcanzar esa libertad descarada, desinhibida que Tony y Virginia poseían. Una libertad en carne viva, con las sensaciones a flor de piel. Virginia no pintaba para esas personas incapaces de amar la verdadera belleza, sino para aquellos, esos pocos que como ella no tienen miedo a sentir, a vivir y morir todos los días; esos que aman sin tapujos ni tabúes, que besan, ríen y cogen sin censurarse a sí mismos.

Ámame , TonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora