Aunque Renata deseaba que James le hubiera transmitido poco a poco toda la información recién descubierta en lugar de golpearla en la cabeza con ella sin rodeos, estaba agradecida de que hubiera decidido ser sincero con ella. No estaba segura de cuánto le habría revelado Adelmo si ella se hubiera dirigido a él primero, pero sabía que estaba en su naturaleza ser protector. No le diría nada hasta que él mismo estuviera al tanto de todo, para no causarle un pánico innecesario. Era un gesto amable, pero Renata estaba realmente agradecida de que James le diera todo sin dudar.
Definitivamente mostraba la preocupación de su parte, ya que él y Sirius habían investigado de buena gana el asunto, pero Renata no sabía qué hacer con todo lo que le habían presentado. En primer lugar, la idea de que en su escuela sólo trabajasen aurores, sanadores, profesores y empleados del gobierno, no habría sonado tan mal si todos estuviesen formados específicamente en esas profesiones. Sin embargo, Renata no recordaba que su escuela fuera diferente de lo que oía que experimentaban los demás. Seguía teniendo todas las clases básicas normales y nadie la había orientado en la dirección de convertirse en auror.
Pero, por otra parte, ¿realmente se levantó un día y decidió que iba a ser uno? No recordaba claramente en qué momento de su vida había tomado esa decisión, pero era casi como si siempre hubiera estado arraigada en su mente la idea de convertirse en auror. ¿Era lo mismo para Adelmo? No recordaba que él hubiera dicho que quería ser sanador cuando eran niños, era increíblemente inteligente por naturaleza, pero no se había hablado de ello.
Sin embargo, en cuanto dejó la escuela, se dedicó de lleno a la práctica de la curación sin mirar ninguna otra perspectiva de trabajo.
Y por si eso no fuera suficiente para ella, le pareció que James estaba insinuando que tal vez su fobia a la sangre y su deseo de convertirse en auror estuvieran algo relacionados. Al principio no veía ninguna relación entre ellos, pero al pensar en ello, no podía recordar ningún momento de su infancia en el que la fobia hubiera sido un factor. Nadie hablaba de recuerdos en los que hubiera tenido un episodio o algo por el estilo. Su primera experiencia con ella fue durante su formación como auror, aparentemente de la nada.
Al igual que su decisión de convertirse en auror había surgido de la nada, ya que no recordaba ningún caso en el que hubiera afirmado que quería serlo, simplemente quería serlo... ¿naturalmente?
Entonces James decidió soltar la última bomba sobre su cabeza, anunciando que su madre estaba de visita y eso fue suficiente para que Renata quisiera vomitar en el acto. No era nada realmente contra su madre, ella quería mucho a sus padres. Sin embargo, su madre tenía expectativas muy altas para ella y para Adelmo.
Adelmo estaba bien en su carrera como sanador, pero Renata, ya podía oír a su madre cuestionando todo lo relacionado con su conversión en niñera. No importaba que Harry fuera el afamado Niño que Vivió, a los ojos de su madre, Renata podía hacerlo mucho mejor y temía que fuera una de las primeras cosas que se plantearan, en su visita. Renata era la que más temía porque lo último que quería era que su madre ofendiera a James y ya sabía que su madre tampoco iba a aprobar la idea de que saliera con James.