INNOCENT | DRACO MALFOY ✓

𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓

ADVERTENCIA: contenido maduro.

Aria Rowen.

Draco apareció unos minutos después de que se fue, pero parecía distante y me sorprendió un poco con la guardia baja cuando entró al baño y sus labios inmediatamente chocaron contra los míos.

No obstante, le devolví el beso, llevando mis manos a la parte posterior de su cuello mientras las suyas bajaban hasta mi cintura, envolviendo sus brazos alrededor de mí y llevando mi cuerpo hacia el fregadero.

Con un movimiento rápido, Draco levantó mis caderas y me puso en el borde de la encimera, sin romper el beso ni por un segundo mientras sus manos recorrían posesivamente mi cuerpo.

Me moví a un lado de su cara, dejando que mis dedos trazaran ligeramente sobre su mandíbula mientras su mano se envolvía alrededor de la base de mi cuello antes de mover para agarrar justo debajo de mi barbilla.

Me aferré a su cuerpo mientras me acercaba más, sus labios se arrastraban más allá de mi mandíbula para colocar ásperos y reclamar besos sobre mi piel. Me aparté, dándole a Draco un breve momento para que me sacara la camisa por la cabeza y la tirara al suelo del baño.

Joder, ¿qué me estaba haciendo? Apenas tuvo que tocarme para que mi cuerpo se desmoronara por completo.

La forma en que besó a lo largo de mi cuello y clavícula me dejó sin aliento, haciéndome echar la cabeza hacia atrás mientras mis dedos tiraban de su cabello.

—¿Te gusta?.—Él miró hacia arriba, sonriendo antes de continuar besando mi cuello. No necesitaba responderle para saber que ya me estaba haciendo sentir así de bien.

Metió la mano en el bolsillo, sacó su varita y le dio un rápido moviemiento antes de volver a conectar nuestros labios. Escuché como el agua de la ducha comenzaba a correr, y antes de darme cuenta, el baño se llenó de vapor, creando una calidez deseable a nuestro alrededor.

Le quité la camisa mientras él quitaba el resto de nuestra ropa, descartándola en la pila.

Acercó mis caderas a las suyas mientras mis piernas se envolvían alrededor de su cintura. No perdió tiempo en levantar mi cuerpo, colocando sus manos debajo de mis muslos para sostenerme como si ni siquiera pesara nada.

Antes de darme cuenta, estábamos en la ducha y mi espalda se había estrellado contra la fría pared de azulejos. Vi el agua caliente correr sobre sus hombros mientras sus labios encontraban el camino hacia los míos de nuevo, besándome con intenciones impuras.

Una de sus manos se deslizó hacia mi garganta, envolviendo sus dedos alrededor de mi cuello mientras lentamente dejaba caer mis piernas para que yo estuviera de pie. A pesar del calor del agua, me estremecí, sintiendo su otra mano correr por mi cuerpo.

Recorrió cada centímetro de mi piel antes de llegar finalmente al área donde más lo deseaba.

—Joder, ¿quieres que te toque?.—Draco gimió las palabras contra mi boca, e inmediatamente asentí a cambio.

Una de sus rodillas se deslizó entre mis piernas, separándolas mientras su otra mano se movía para agarrar mis dos muñecas y sujetarlas por encima de mi cabeza.

Un jadeo silencioso salió de mis labios mientras pasaba su pulgar sobre mi clítoris, enviando una sensación palpitante a mi núcleo. Joder, se sentía increíble.

Sabía lo que me estaba haciendo, y cada pequeño sonido que hacía solo lo animaba a ir más allá. Deslizó dos dedos dentro de mí, haciéndome darme cuenta de lo bien que sabía cómo trabajar mi cuerpo.