INNOCENT | DRACO MALFOY ✓

𝐅𝐎𝐑𝐓𝐘 𝐅𝐎𝐔𝐑

Aria Rowen.

Me paré junto a la pared, hablando con varias chicas de mi casa mientras apretaba mis libros escolares contra mi pecho.

—y luego Neville me ayudó con mis asignaciones de herbología, ya que él ha estado trabajando con la profesora Sprout.—Hannah Abbott continuó hablando sobre su creciente relación con Neville Longbottom, uno de los chicos del año que regresaba que había estado trabajando como asistente de la  profesora recientemente.

Sonreí mientras escuchaba junto con las otras chicas a Hannah hablar sobre todo lo que Neville había hecho por ella.

—Um, ¿Aria?

Salí de mis pensamientos ante la mención de mi nombre, solo para ver a todas las chicas mirándome.

—Creo que alguien te quiere- —Hannah Abbott señaló por encima de mi hombro, haciéndome darme la vuelta tímidamente para ver a Draco apoyado contra la pared opuesta del pasillo mientras todos sus amigos jugaban entre ellos.

Sus ojos grises se clavaron en los míos mientras me miraba. El hecho de que yo supiera exactamente lo que quería con solo una simple expresión facial me molestó. Lo conocía demasiado bien. En lugar de acercarme a él, que es lo que supuse que la mirada insinuaba, me volví hacia Hannah y los demás.

—Él puede esperar, probablemente no sea nada importante. ¿Qué estabas diciendo de nuevo?

La chica de Hufflepuff me miró con curiosidad y me di cuenta de que no quería cambiar de tema tan rápido.

—Me parece muy importante... ¿Están ustedes dos juntos?

Todas y cada una de las chicas me miraron con tanta desesperación que pensé que podrían explotar si no respondía.

—Um... sí.

—Pero él es- —Ella miró a su alrededor, asegurándose de que todos en el pasillo estuvieran lo suficientemente lejos de nuestro grupo antes de inclinarse, y las otras chicas hicieron lo mismo.—es un mortífago.

Todos los demás se estremecieron cuando ella susurró las palabras, pero podría haberme reído.

—Hannah... eso fue hace mucho tiempo. Él es diferente—

—¿Pero lo es?.—No dudó en interrumpirme a mitad de la frase.—Aria, nos preocupamos por ti. ¿Cómo sabes que Malfoy es—

—¿Qué soy yo?

Todos ellos se estremecieron ante el sonido de Draco, excepto yo, habiéndome acostumbrado a sus repentinas llegadas. Miré hacia el suelo, dando una leve sonrisa hacia donde nadie podía ver.

Cuando finalmente miré hacia arriba y por encima de mi hombro, Draco estaba parado tan cerca detrás de mí que su pecho estaba a solo unos centímetros de mis hombros.

—Eh... solo estábamos... por irnos.—Hannah Abbott se disculpó rápidamente mientras un par de las otras chicas la seguían, pero la mayoría se quedó atrás, hablando en voz baja entre ellas mientras yo me alejaba del grupo con Draco a mi lado.

—¿Sobre qué hablabas?

—Oh... eh... sólo cosas de la escuela.

—¿Cosas de la escuela?.—Draco soltó una pequeña risa, su hombro rozando el mío mientras caminábamos uno al lado del otro.—¿Por qué surgió mi nombre si estabas hablando de cosas de la escuela?

—Cómo me ayudaste... a estudiar pociones.—pensé rápidamente en mi respuesta para no tener que decirle la verdad.

Él asintió levemente y cada uno de nosotros continuamos nuestro camino hacia los dormitorios de Hufflepuff, donde Draco había accedido a ir para que pudiéramos trabajar juntos en nuestras asignaciones.