Running Circles → Klaus Mikaelson.

Two.

||Chapter Two: Disastrous Dinner||

(Narrador)

Entonces, Rebekah vio la botella de vodka en su otra mano y supo que estaba completamente borracho. En cambio Lucy, ella no lo había notado. Aún seguía confundida, ¿Klaus acababa de invitarla a cenar?, ¿la había llamado amor? Sin darse cuenta, respondió.

-Está bien -Klaus sonrió satisfecho por la respuesta y las chicas los miraban sorprendidas-

-Genial –Rebekah intervino antes de que se volviera incómodo y temiendo lo que podría llegar a pasar se acercó a Klaus- Nik, ¿puedo hablar contigo? –Le preguntó, sin realmente esperar una respuesta. Sabiendo que estaba completamente borracho y fuera de sí, lo tomó de la muñeca y lo arrastró hacia su estudio-

-¿Qué quieres ahora, Rebekah? –Cuestionó irritado, apenas pudiendo mantenerse en pie-

-¿Cómo deje que esto llegara tan lejos, Dios? –Comenzó a murmurar para sí misma mientras caminaba de aquí para allá frente a su hermano- Mil años tomando vodka y esto nunca pasó –Klaus comenzó a reír exageradamente. La situación no tenía nada de gracioso, pera ya saben cómo es la gente borracha- ¿De qué te ríes?, esto no es divertido.

-Eres tan linda, hermanita –Le dijo acomodando un mechón de cabello rubio detrás de su oreja y después soltó un largo y fuerte suspiro- Ahora,  ¿por qué no vamos con nuestra invitada? Es descortés dejar a la pobre esperando –Habló y dispuesto a irse, se encaminó hacia la salida, pero Rebekah no lo dejó, lo tomó de la muñeca haciendo que la enfrentara-

-Escúchame bien, Nik –Comenzó su discurso la rubia- Sé que Lucy está feliz de que después de un año, te hayas dignado en dirigirle la palabra y también sé que, tal vez, ni siquiera recuerdes esto mañana en la mañana, pero, solo te diré esto: –Klaus la miró expectante- No te atrevas a arruinarlo –Lo miró a los ojos, como si estuviera usando la hipnosis con él y lo único que le dio como respuesta, fue un asentimiento de cabeza-

***

(Narra Lucy)

Nos encontrábamos todos sentados en la circular mesa, comiendo un poco incomodos nuestra cena. Yo estaba muy feliz. Klaus me prestaba toda su atención, pero había algo muy raro en su forma de hablarme. Era una lejanía. Eso me afectó bastante, pero ya me encargaría de hacer que nuestra relación volviera a ser como antes. Klaus, sin saberlo, me había dado la primera esperanza del año. No lo iba a desaprovechar.

-Asique, estas estudiando arquitectura. Bueno, eso fue lo que escuché –El híbrido volvió a dirigirme la palabra y asentí con una sonrisa- ¿Y qué tal te va?

-Bueno, mi profesor es un poco duro conmigo –Contesté recordando al Profesor Richardsson con algo de rabia- Pero en general me va muy bien –Admití orgullosa de mi-