Running Circles → Klaus Mikaelson.

Ten.

Sin editar. Todos los errores son míos. Disfruten.

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||Chapter Ten: Everything Seemed Pink||

(Narra Lucy)

Todo parecía rosa y todos tenían una sonrisa en el rostro, porque finalmente éramos felices. El pasado había sido olvidado, al menos lo suficiente como para no pelear y seguir sonriendo. Los días pasaban despertando en los brazos de Klaus, amándolo y esperando a nuestro bebé. Yo no podía ser más feliz y no necesitaba pedir más. Quería que todo fuera justo como en este momento. Rosa.

Klaus me había comprado la saga de libros "Sea Breeze" de Abbi Glines, recién estaba leyendo el primero "Breathe" y me encantaba porque redactaba hermosamente y la historia tenia cierta conexión aceptable con la realidad. Era fácil de leer y te dejaba enganchada.

Luego también había decidido comprarme todos los discos de Gossip, ya que me había obsesionado con la canción de la banda "Heavy Cross". La voz de la cantante era extremadamente hipnotizante y la letra realmente hermosa.

Obviamente tampoco falto la caja de bombones en forma de corazón y el jarro sobre mi mesa de luz con un ramo de rosas perfumando toda la habitación y haciéndome feliz dentro de él. Si, realmente no necesitaba pedir más.

Lo único que tal vez le quitaba la magia al momento era el hecho de que le dije a Klaus que había recibido una maldición y que no podía convertirme en licántropo. Eso lo mantenía con el ceño fruncido y los ojos destilando preocupación. Lo cual me preocupaba a mí. El creía que eso podría llegar a afectarme y como era de esperarse, yo pensaba totalmente lo contrario.

-Quita ese ceño fruncid9 y muéstrame una sonrisa, por favor –Le pedí pasando mis brazos alrededor de su cuello y hundiendo mi cabeza en su pecho. Olía a gloria- No me gusta verte preocupado –Dije levantando mi vista hacia él. Su ceño fruncido seguía allí-

-Te hice el desayuno –Me dijo evadiendo el tema. Supe que había estado investigando, tal vez haya descubierto algo y estaba buscando la forma en la cual decírmelo-

-Gracias, mi amor –Trate de sonreír y me senté en el taburete de la barra. Él se sentó enfrente después de poner la bandeja con panqueques con miel y jugo de naranja recién exprimido frente a mí- Vamos, dime –Alenté y extendí mi mano izquierda para que él la tome con su derecha a través de la barra. Esto realmente lo estaba carcomiendo, podía verlo en sus ojos-

-Sabes que he estado investigando –Comenzó, nunca mirándome a los ojos. Apreté su mano y asentí- Bueno, mis fuentes en Estocolmo me dijeron que había alguien que podría saber sobre tu maldición –Ok, esto esta interesante-

-¿Y...?

-Me dieron un nombre –Me respondió mirándome, le di una mirada para que prosiguiera- Alexander Mathieu –Pronuncio haciendo que me congele hasta los huesos-

De ninguna manera, no podía ser. Solté su mano, él tendría que estar mintiendo, o tendrían que haberle mentido. Alexander Mathieu estaba muerto. Mi abuelo estaba muerto.

-Lucy –Susurro y lo mire a los ojos un segundo-

-Perdí el apetito –Dije- Voy a tomar algo de aire –El simplemente asintió comprendiéndome-