Capítulo 3

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P.OV. _____:


Desperté, un poco cansada. Lo último que quería era ir a clases, pero no podía hacer otra cosa. Tenía que saber más de Cazatroles, de Gunmar y todo eso. Jim jamás podría con Gunmar, entonces probablemente yo me tendría que encargar de eso.

Llegué a la escuela en mi patineta, y entré al salón un poco apurada. Me senté junto a Clara, quien me saludó con la cabeza y me indicó el asiento sólo junto a ella.

   - ¡Hey!¿Qué tal todo?- preguntó amablemente.

   - Por ahora bien.- dije con una sonrisa, Clara era muy amable, y era lo que yo necesitaba.

Ella me miró un poco, y luego miro al frente, mientras esperábamos al profesor.

   - Oye...- yo me dirigí a Clara, y ella volteó.

   - ¿Sí?

   - ¿Desde hace cuando sales con Jim?- pregunté. Tenía esa curiosidad, ella evidentemente sabía de todo lo que pasaba en Arcadia, pero no sabía desde cuándo.

   - Dios, no lo sé, desde hace tiempo.- respondió ella.

Yo suspiré. Eso no me ayudaba en nada.
El maestro entró y empezaron las clases.

.     .     .

Salí al pasillo en cuanto terminaron las clases. Yo me dirigí al lado contrario al que todos iban, al contrario de la cafetería.

Estaba por doblar una esquina, cuando escuché dos voces, una femenina y otra masculina.
  
   - ¿Sabes qué va a pasar si alguien se entera? Morando tendrá pase directo hasta nosotros. - la voz masculina me resultaba conocida.

   - Bueno, si reparas a Madre y corremos ese rumor después de que este reparada, mientras Morando no está podemos recuperar Akiridion.

Me asomé ligeramente en la esquina, ellos parecían estar pensando.

Aja y Krel.

Caminé hasta ellos, y me paré frente a Krel.

   - ¿De qué hablaban?- no tenía tiempo para rodeos, Akiridion sonaba realmente extraño.
Ambos se tensaron en ese momento.

   -No es nada.

Suspiré. Realmente no quería hacer esto.

Tomé a Krel de la muñeca de manera que no se pudiera soltar. Me encaminé a un salón en desuso.

   - Eh, ¿qué me vas a hacer?- sonaba nervioso.

Suspiré. No respondí.

En cuanto llegamos, lo lancé contra la pared y lo acorralé.

   - Muy bien, ¿qué o quién es Akiridion?

Él no respondió, así que tomé su mochila y empecé a vaciar. Un transportador azul cayó al piso.
Krel se intentó soltar, en vano evidentemente.

Tomé el transportador y lo moví levemente. No pasaba nada, hasta que di un movimiento brusco y una especie de pistola se materializó.

Krel miró mi rostro en busca de mi reacción.

   - Esto no es... terrestre.- murmuré.

Tomé la pistola y la puse en su costilla.

   - ¿Es en serio?- Krel parecía lamentarse en serio.

   - No volveré a preguntar.¿Qué es Akiridion?

Él suspiró con un poco de dificultad, procurando alejar sus costillas del arma.

   - Es un planeta.

.    .    .

Salimos ambos del salón, con normalidad Aja nos miró.

   - ¿Ya sabe?-preguntó en un murmullo a Krel.

Él asintió.

   - Fue realmente fácil que entendiera todo.- dijo él, admirado.

   - Y no has terminado, quiero ver sus formas Akiridianas.

Ellos miraron a ambos lados en el pasillo, y sacaron sus serretas. Presionaron un botón y...
Ahora eran azules, con 4 brazos y mucho más altos.

   - Oh por Dios.- murmuré.

Krel sonrió al ver mi admiración, y ambos se volvieron a transformar.

   - Pero tú me dijiste que tú tampoco eras humana.

Krel ahora me miraba con el ceño fruncido y de brazos cruzados.

Entonces me transformé en mi forma troll, confiaba un poco en ellos, es decir, guardaron el secreto que son Akiridianos mucho tiempo, son buenos en guardar secretos.

   - Por Secklos y Gaylen.

Ahora eran ellos los que me examinaban a mi, yo estaba un poco incómoda, cuando tocó el timbre.

El receso terminó.

Rápidamente me transformé en humana, mientras alumnos inundaban los pasillos.

   - ¡Ahí estas!- la voz de Clara sonaba triunfante.

Ella saludó con formalidad a Aja y Krel, quienes se fueron con discreción.

   - Bueno, en realidad me pareces muy agradable _______, y creí que te gustaría venir con Toby, Jim y yo. Vamos a su casa, y todo eso.

Genial. Otra oportunidad para acercarme al Cazatroles.
Sonreí.

   - Por supuesto, Clara.

.     .     .

A las 7 de la noche, salí de casa, dónde me esperaban ellos tres.

   -Hola.- saludé a todos, y empezamos a caminar.

Ellos me preguntaban varias cosas, como de donde era y cosas así. Me sentía en un interrogatorio.                                                                                                                                                                             

  - ¿Eres de California?- Toby era realmente entusiasta.

  - Sí.

  - ¿Y por qué viniste a Arcadia? ¿Trabajo de tus padres? ¿O vienes sola? O tal vez...

- Tobes, calma, déjala respirar.- Jim intervino, y Toby calló. Le sonreí, para mostrar mi agradecimiento.  

Llegamos a casa de Jim, y nos encaminamos todos a su habitación, cuando escuchamos que nos llamaban.

Avanzamos lentamente hasta la sala.

   -Chicos tenemos que hablar.

Una mujer pelirroja nos miró a todos con una expresión que era una mezcla de triunfo y enojo. No podía ser bueno.

Jim Lake Jr. x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora