Capitulo 1.

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El espejo frente a mi muestra a una Lydia en un vestido rosa hermoso, con una tela tan suave que me hace relajar. Lo unico malo en esto, es mi rostro; el maquillaje que siempre llevo y cuido esta estropeado, el rimel corrido deja grandes manchas negras de mis ojos a mis mejillas, tal vez un poco mas abajo. Pareciera que estoy llorando, pero no me habia dado cuenta hasta ahora.

Mi ceño fruncido se profundiza aun mas y el vello de mi nuca se eriza cuando una persona se materializa detras mio. Puedo sentirlo y lo veo en el reflejo del espejo. Es un hombre de un poco mas de 40 años; ojos azules, de un azul profundo y oscuro que hace imposible alejar mi mirada de la suya y una sonrisa de medio lado con mucha seguridad y arrogancia.

-Lydia- susurró despacio mientras pasaba su mano de mi pelo a mi brazo, acariciando todo a su paso, siento como las lágrimas corren por mi rostro libremente por el miedo que este hombre causa en mi, mis labios tiemblan mientras trato de reprimir mi llanto. Pero es imposible. Quiero alejarme, correr, empujar su mano lejos de mi piel, pero por alguna extraña razon no puedo; cierro mis ojos con fuerza mientras pienso que esto no es real.

-No temas cariño, por supuesto que es real- en el momento que soltó esas palabras, mis ojos se abrieron de golpe y al ver mi reaccion, su sonrisa se hizo mas grande, dejando ver unos blancos y perfectos dientes.

Trague audiblemente mientras volvía a pasar su mano de arriba a abajo por mi brazo varias veces.

-Alejese de mi- susurre sin dejar su mirada, la cual se volvió fría y dura, su mano paró y sentí como se tensó, pero jamás dejó de sonreír.

-Por ahora- contestó mientras dejaba de caer su mano -Disfruta, que pronto vendré por ti- y dicho esto se acercó rápidamente a mi y coloco sus manos alrededor de mi cuello presionando fuertemente.

Sentía como el aire dejaba de llegar a mis pulmones, picaban, quemaban en un ruego silencioso por liberarse. Mis manos viajaron a las suyas intentando apartarlas sin éxito. Podía ver su mandíbula tensa pero con una sonrisa de satisfacción. Él disfrutaba esto. Yo no.

Cuando pensé que desfallecería muriendo allí mismo; él se acercó a mi oído y susurró de nuevo antes de desvanecerse.

-Por ahora-.

***

Me desperté con las manos alrededor de mi cuello por instinto.
Odiaba tener que despertar todos los días, temblando y sudando por el miedo terrible que mis sueños me causaban. El mismo sueño todas las noches, desde que tengo memoria. Me pregunto si algún día me acostumbraré a ellos.

Aunque seguramente después de más de 16 años de tener el mismo sueño y despertar todos los días igual y con la misma sensación, creo que es un poco imposible.

El mismo hombre, los mismos ojos, la misma fuerza... las mismas palabras.

Me levanto de la cama, me ducho y después bajo a desayunar con mi mamá.

Ella dice que no hay que perder el gusto de desayunar con la familia, así que todos los días antes de ir a la escuela nos sentamos en la pequeña mesa cuadrada a saborear sus deliciosos desayunos conversando un poco.

Dejo mi bolso en el respaldo de la silla y voy a saludar a mi madre que esta terminando de freír los últimos tocinos.

-Buenos días mamá- beso su mejilla -mmm huele delicioso-
Ella me sonríe de vuelta -Buenos días cariño, puedes servir el zumo de naranja por favor- pide.

Sirvo el sumo en dos vasos y los llevo a la mesa. Me doy cuenta que las cortinas siguen cerradas, para esta hora el sol debería estar entrando en todo su esplendor.

Talvez a mamá se le hizo un poco tarde y sólo bajo a preparar el desayuno. Me acerco y empiezo a correr las cortinas, tenemos una casa pequeña, fruto del trabajo y esfuerzo de mi madre. Es cómoda y tiene todo lo que necesitamos para que se sienta un lugar cálido, nuestro hogar.

Vivimos en esta casa mi mamá y yo. No se nada de mi padre, mamá dice que el nos abandono cuando yo era una bebé, siendo sincera, no sé las razones y por lo que sé, mamá tampoco lo sabe.

Me pregunto muchas veces si él se fue por que yo venía en camino y... no me quería.

No se que pensar de el, casi no sé nada. Mamá no habla de él y cuando le pregunto me evade y cambia de tema, a veces es tan frustrante que mejor ya no comento nada.

Una vez que las cortinas están abiertas y los rayos del sol entran libremente, regreso a la mesa con mi madre.

-Desayuna cariño, se te hará tarde para la escuela- me sirve panqueques de arándano y tocino con ensalada.
Tomo mi zumo de naranja completo y desayuno viendo como mamá sonríe con mi felicidad.

De pronto parece recordar algo y frunce el ceño, una pequeña arruga se forma en su frente y como la conozco bastante bien, se que su semblante es de preocupación.

-Que pasa??- le pregunto y ella vuelve su atención a mi.

-Oh, nada cariño- y se mete un trozo de panqué en la boca. Así es como evade, pero hoy no lo hará.

Una cosa es que mis preguntas tengan que ver con mi padre y otra muy distinta es que no sepa que le pasa.

-Mamá- le incito y ladro la cabeza para que entienda que esta vez no se librará de mi fácilmente.

-Okay, esta bien- levanta las manos en señal de rendirse y me mira, ahora seria -Se me hizo muy extraño que no bajaras a contarme tus pesadillas-

Por supuesto, ella se extrañaría que no le dijera, y por supuesto ella sabía que las seguía teniendo, una vez mamá me dijo que todas las noches yo gritaba y ella todas las noches iba a mi lado, pero sinceramente no recuerdo. Al parecer ella dejó de ir a mi habitación desde hace años. Yo se lo pedí, creí que iba a estar bien y así fue, no pasó de las pesadillas.

-Pues tu dijiste que no permitiera que esas pesadillas interfirieran en mi vida, además, ya sabes de que tratan, siempre las mismas- digo levantandome de la mesa.

-Tienes razón, perdón hija- susurra.
Me acerco, le soy un beso en la frente.

-No, no pasa nada mami, me voy, te quiero- tomo mi bolso y salgo de la casa.

Empiezo a caminar con las manos en mis bolsillos, mamá siempre me pide que me vaya por las calles de la ciudad y donde hay más gente, pero... no lo hago. Prefiero caminar por el bosque, para mi es más seguro y me tranquiliza más. Me gusta como el sol entra por rayos en el bosque, el efecto que dan los troncos es simplemente hermoso.

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Hola!!! <3

Esta es mi nueva novela, espero les guste y la disfruten.

Recuerden darme su opinión y votar, es muy importante para mi.

Subiré capítulo ya sea, cada tercer día o cada semana, espero me sigan en cada uno.

Los quiero mucho y gracias por leer.

Atte. Sharlotte Alonso <3

Yo Cuidare de Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora