Lisseth era una chica un poco detonante y era algo que no muchos lo sabian conllevar, la verdad es que nadie lo hacia, ella no era para nada social y siempre que la veían, la gente solo se alejaba, la veian raro o burlaban de ella.
Un día todo cambio cuando fue a una fiesta sin permiso de sus padres, no conocía a nadie o mas bien no hablaba con nadie, se dispuso a tomar como sino hubiera un mañana, de pronto se sintió mareada pero ella no quería llegar a su casa, agarro un trago que se encontraba en una mesa pensó que era suyo y se lo tomó, el líquido pasó su garganta y de la nada alguien se le acerco, la tomó de la cintura y la jalo hacia donde todos bailaban.
—¿Quien eres tú?—ella se sobresalto, y se le notaba lo pasada de copas ya que alargaba mucho las palabras, el chico se limito a reír, sus ojos se achinaron y en los estremos de estos leves arrugas se notaron—yo no se bailar—le dije, y él se acerco a mi oído.
—Sé quien eres y que no sabes bailar, porque al parecer esta es la primera fiesta a la que vienes, se que estás aqui desde hace aproximadamente tres horas y ya estas tan tomada, que no te has dado cuenta que agarraste un trago que no era tuyo y que habia droga en ella.
Su voz se oía tan suave y varonil que mis oídos se deleitaban con su voz, mientras veía cada palabra salir de su boca, hasta que logre entender bien todo. Abrí mis ojos como platos y me dispuse a correr en dirección a un baño, gente por todos lados bailaban y mi mente procesaba todo al mil, subi las escaleras cuadros de personas que ni conocía decoraban la pared de color beige, al llegar arriba empecé a abrir todas las puertas, en una vi a un chico orinar en una lata este ni se dio cuenta de que alguien abrió la puerta, pensé que estaba muy drogado como para hacer eso —y realmente no quería verme asi—, y en otra unas chamas besándose de una forma que parecían comerse me imagino que apenas y empiezan, hasta que por fin encontré el baño, metí mis dedos a mi boca para asi ocasionar que me dieran ganas de vomitar pero antes de que volviera a hacerlo, alguien hablo. Supe que era él.
—No será tan fácil, ven y déjame ayudarte—me tendió la mano, pero yo le solté un manotazo, el bufo cansado. Voltee los ojos, al ver de nuevo su mano.
—Déjame, no se quien eres—grité cansada, y segui tratando de vomitar, pero mis intentos eran fallidos, no recuerdo haber vomitado desde aquella vez. Hasta que de pronto todo lo vi borroso y solo logre ver sus ojos azules eléctricos.
Cuando desperté, mis ojos aún no los abría pero sentí el cálido sol pegar en mi rostro, frunci el ceño, logrando que mi frente se arrugara y mis labios formarán una línea, agarré la sabana con fuerza y la subí hasta mi cara-no recuerdo como llegue hasta acá y mucho menos que paso ayer-, para luego quitarla por completo y sentarme al borde de la cama, logrando abrir mis ojos que ardían, parpadeo varias veces y con un fuerte dolor de cabeza, estire mis manos hacia arriba haciendo tronar mis dedos y mi espalda, al abrir mis ojos vi mi ventana abierta, realmente no es de mi agrado tal cosa asi como tampoco lo es el hecho de dormir con todo completamente apagado, por eso tengo una luz de noche que realmente es una luna llega al voltear y ver que esta encendida la apago pero justo en ese momento noto algo en la cama, al acercarme logro ver de que se trata porque asi encontré una nota en la cama, con mis labios fruncidos y mucha intriga me dispuse a leerla.
"Te ves tan linda durmiendo, pareces un Angel.
Tranquila, no tienes porque preocuparte no te obligue a nada y mucho menos quiero hacerte daño; no quiero que las cosas sean asi, no esperaba decirte esto de esta forma pero bueno realmente quiero que lo sepas, que sepas que siempre me has gustado pero nunca te has fijado en mi, siempre fuiste tan dura conmigo pero no entiendo porque con él si eres diferente, no logro entender muchas cosas de ti pero me esfuerzo en hacerlo, espero puedas recordar quien soy y también que sepas que te quiero.
Hasta la próxima mi pequeña y hermosa Lisseth"La letra es tan linda y cursiva, pero a la vez tan torpe que ni la reconozco, mis cejas se unen provocando que una línea se forme entre ellas, pero me dispongo a reír a carcajadas tanto que me empieza a doler la panza y es asi como me voy deteniendo.
—Realmente ellos creen que voy a caer en esto, si que han caido muy bajo—digo en voz alta sin notarlo, sin creer que ellos serian capaz de esto tan absurdo, niego con la cabeza mientras mis labios curvan una sonrisa, haciendo que mis pomulos se vean mas redondos.¿A quién habrán obligado mis primos a escribir esto?
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Mi Mejor Amanecer
RandomElla era como la noche, oscura y fría, distante y vacía. Él era el propio sol, siempre irradiaba luz con su sonrisa. Ella tenia un pasado oculto. Él ni se imagino poder conocerla. Hasta que un día tan solo el destino se dispuso a jugar en contra de...