Lisseth
Ya han pasado varios días, mis primos no han hecho nada más, mi madre actúa igual y realmente todo esto me parece tan extraño que siento que no es mi familia, aunque me gusta el ambiente tranquilo y calmado. Todos estos días he llegado tan temprano a clase, que en algunas de ellas casi que me quedo dormida por los desvelos de la noche anterior al ver series y animes ¿que pensaban que seria por haber ido de fiesta?, pues no. No tengo amigos y mucho menos me invitarían, ¿como por que lo harían? ¿para burlarse? o ¿hacerme pasar pena?, pues eso si que no, prefiero estar en casa leer libros, ver anime, ver un maratón de películas o de alguna serie.
Hoy ya es sábado, las nubes en el cielo se ven un poco grises pero el sol está mas resplandeciente que nunca. Decido bajar a comer y bueno mamá no se encuentra, asi que opte por hacerme un cereal, al abrir la alacena no veo mi cereal y ni rastros de que se ha acabado. Reprimendo un suspiro y las ganas de matar a mis primos, busco algo mas para comer y no encuentro nada.
-¡¿Como no puede haber comida en esta casa?! -exclamó.
-Mi tía Anne salió a comprar comida Liss, dijo que regresaría al rato-escuchó decir a Jean somnoliento. Al verlo estaba con un pantalón de chandal negro y tenía su manta a la mano.
-Si, si pero no entiendo como es que no hay absolutamente nada, ni una fruta ni mi cereal-exclamó exaltada-¡¿acaso ustedes se comieron mi cereal?!-me acerque mas a él y este retrocedía, alzando sus manos.
-Yo no he sido, quizas fue Chri...
Al escuchar eso lo deje ahí sin terminar la frase y subi las escaleras lo mas rápido que pude. Al llegar al frente de su puerta empecé a tocar sin detenerme, éste estre dormido y despierto abre.
-¿Como fuiste capaz de meterte con mi cereal?, acaso no tienes el tuyo-frunció el ceño-no te hagas el desentendido, se que fuiste tu.
-Ehh... La verdad no fui yo-rascándose la nuca, éste se echa a un lado.
La verdad es que este cuarto y el mío son del mismo tamaño, algo grandes para mi gusto pero al tener tantas cosas es lo mejor y para ellos debe ser suficiente, mi mamá les había ofrecido habitaciones separadas pero se negaron, noto que pintaron las paredes de un azul marino y que tanto sabanas como cobijas son blancas o grises, al notar eso veo lo que menos me esperé "mis pechugas" se encontraba en la cama de Chris. Mis ojos se abrieron como platos y la furia recorriendo mis venas logrando que mi cara se tornara roja.
-¿Como carajos es que esta ella acá?-grité. Provocando que la bella durmiente se despertará. Al mirarme sonrió cinicamente.
-Calmate Lisseth.
-¿Que me calme?, como me pides que me calme cuando esa piruja se ríe de mi en el instituto y luego viene a mi casa, duerme al lado de mi habitación y de paso se come mi cereal-lo fulmine con la mirada-que se largue de una vez.
-¿Como me llamaste rara?-dice con una voz chillona y aguda.
-Como oíste pi-ru-ja-solté una risotada-¿o acaso eres sorda?-pregunte con una sonrisa en mis labios.
Mientras tanto Jean detras de mi se ríe de la situación.Al voltear para decirle a Chris que la queria fuera en menos de cinco minutos, ella ya estaba frente de mi, mirandome con unos ojos llenos de rabia, las venas de su cuello se marcaban de tal forma que su boca estaba tensada formando una ligera línea, tenerla tan cerca me parece repugnante , al mirarla mas note que tenía un short extremadamente corto y ni siquiera llevaba camisa, su sostén era de un rosa palido y si que era mis pechugas, tanto asi que hasta operadas parecen. Arrugó mi cara por el desagrado y sacudo mi cara, tratando de borrar eso de mi mente.
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Mi Mejor Amanecer
RandomElla era como la noche, oscura y fría, distante y vacía. Él era el propio sol, siempre irradiaba luz con su sonrisa. Ella tenia un pasado oculto. Él ni se imagino poder conocerla. Hasta que un día tan solo el destino se dispuso a jugar en contra de...