Cap 3

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Lisseth

El día se fue en un vídeo de mi con cabello verde y sin cejas, en mis primos seduciendo a toda persona que no dejará que hicieran lo que quisieran, en un chico que me estuvo vigilando desde que sali de casa, que culpe y trate mal y que además le di un manotazo por su simple tacto en mis mejillas, quizás pensó que si soy la chica rara de la que todos hablan, ya que terminó alejándose de mi, tan solo le dije que no me gustaba que me tocarán, no me dio chance ni de pedirle una disculpa pero bueno el tampoco debía hacer eso sin mi consentimiento.

Cuando llegue a casa me dispuse a subir a darme una ducha, pero claro no era mi día el agua estaba totalmente helada. Le pregunté a mamá que por qué estaba pasando eso y me dijo que se había dañado la calefacción. Después de horas que el vecino tratará de ayudar a mamá, me meti a la ducha y por fin pude ducharme, el día ha sido de lo peor y sin esperanzas de que mañana me vaya mejor, ya vestida baje a cenar pero nadie estaba y todo se sentía en paz, mucho silencio y tranquilidad era tan raro con ellos acá, busqué algo de comida y subí sin hacer mucho ruido. Al llegar al cuarto comi como si nunca lo hubiera hecho, quede totalmente satisfecha y me recoste, pensando en todo lo que habia pasado el día de hoy, cuando volví a pensar en ese chico recordé sus ojos y su tacto tan cálido que sentí mis mejillas sonrojarse, sentí pena al recordar el manotazo que le di y decidida me dije que el día de mañana lo buscaría para disculparme.

***

—Liiiiiiiss—grita mi mamá, con su tono de voz chillón. Asustada y con el corazón acelerado, me paro de un brinco, pensando que pasa algo y tenemos que salir corriendo.

—¿Que pasa?—digo de forma seria, pero mis cejas expresan preocupación pura.

—Acaso no ves la hora, ya son las ocho de la mañana—mi mamá frunce sus cejas provocando que una línea se forme entre estas.

Abri tanto los ojos provocando que mi sueño se esfumase para asi salir corriendo a cepillar mis dientes, me lave la cara y se nota que no dormi nada. No me bañare, ya que anoche lo hice asi que trate de corregir mis ojeras, me puse mis aretes y me puse una falda negra con medias hasta las rodillas negras y una blusa blanca, mis zapatillas negras, baje corriendo para ver si tenia oportunidad de agarrar el bus de las 9 pero mis primos estaban en la cocina, al llegar ellos me miran con sus cejas arqueadas.

—¿Nos vamos juntos?—me preguntan en unísono. Frunci el ceño, para luego asentir dudosa.

—Supongo que si—cuando salgo, quedé boquiabierta al ver un Audi negro. Mis cejas estaban arqueadas, y ojos chispeantes por tan lindo carro, mi preocupación ya no era notante ya que vi que llegariamos mas rápido.

—Ayer te dijimos para irnos juntos pero te fuiste en bus, al final decidimos irnos al igual que vos.

—Ah, bueno vamos que es tarde—ambos se ríen y pasan a la casa, dejándome sola—hey, vamos—les llame, pero ninguno volvió asi que fui a buscarlos.
Ambos estaban sentandos junto a mi mamá desayunando y es justo cuando escucho la alarma de mi teléfono, al verlo son las ocho, siempre pongo dos alarmas una para despertar y una para la hora que debo ir comiendo para despues salir mi mamá sabe bien eso.

—Sientate de una buena vez a comer—dice mamá, para luego reírse. La fulmino con la mirada y con cero paciencia en mi cuerpo me siento y pongo mi peor cara, a lo que mi mamá tan solo me dice—que te rías de vez en cuando no te haría mal Lisseth.

Mientras me deleitaba comiendo un sándwich todos se reían de mi por tan solo no fijarme en la hora antes de creer tan semejante cosa —ya que desde hace mucho que no me quedo dormida—, no desde aquella vez.

Mi Mejor AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora