-Capítulo II-

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La presencia de Tappei y Saeki, antes indispensable para crear un clima más o menos agradable, se había vuelto molesta para Daisuke y Haru. Con el inicio tenso de su relación, habían necesitado de intermediarios para llevarse bien, pero desde que comenzaron a trabajar juntos de verdad, la química solo había crecido y no dejado de subir, y atesoraban los momentos de soledad que pocas circunstancias les brindaban.

Desde que Kamei se marchó, los demás habían estado entreteniéndose charlando de temas que a los dos detectives les importaba poco y Daisuke casi no participaba. Era sabido que no es el tipo de personas que saca temas de conversación y por mucho esfuerzo que pusiera Haru en hacerlo formar parte, al millonario no le interesaba. En cambio, en la intimidad de interminables noches de vigilia, los dos eran capaces de hablar hasta de los temas más ridículos y triviales, algo que antes no creyeron posible.

-¡Y cuando me di cuenta, el novio estaba mirándonos!- Carcajeó Tappei.

-¿Sabías que ella tenía novio?- Dudó Saeki, mirándolo fijo como una niña observa atenta a un contador de cuentos. -¿Él no se enojó?-

-Sí que se enojó. Intentó golpearme, pero le di su merecido.-

-El único que merecía una paliza eras tú.- Acotó Haru.

-¡¿Yo cómo iba a saber que tenía novio?! De haber adivinado, no habría estado con ella. Si una chica linda se acerca a ti, lo último que piensas es que tiene novio.-

-¿Cómo haces para besarlas tan rápido, sin antes hablar con ellas?-

-A mí no me interesó hablar, Haru. Busqué una mujer para pasar la noche, ya sabes...-

-Aun así.-

-Vamos, no hagas el papel de santo. ¿Cómo te acercas tú entonces?-

La expresión de confort del inspector pasó rápidamente a una incómoda sonrisa.

-N-no lo sé. Depende de quién sea y dónde estemos.-

-¿Cuándo fue la última vez que estuviste con una mujer?-

-¡Oi! ¿A qué se debe el tema?-

-Vamos.- Insistió. -Yo conté una experiencia vergonzosa con chicas. Es tu turno ahora.-

Su compañera lo miró curiosa y Daisuke amagó sacar un habano, pero se dio cuenta de que era ella quien se encontraba del lado de la ventana y prefirió aguantarse las ganas de fumar antes que pedirle que le ceda el sitio, donde dejaría de estar frente a Haru.

-No tengo historias de ese estilo.- Intentó defenderse en voz baja.

-¿Ninguna?- Persistió ella.

-No lo sé. Quizás... una vez, durante una clase de gimnasia en la preparatoria, me rompí el talón izquierdo intentando impresionar a la chica que me gustaba.-

La ruidosa carcajada de Tappei le pareció tan fea a Daisuke que quiso taparse los oídos.

-¡Qué patético!-

-No te burles.- Intentó aguantar la risa Saeki. -¿Y tú Kambe?-

De repente, la plena atención de Haru se instaló en Daisuke. Le interesaba saber acerca de su vida sentimental más que a nadie en aquel sitio y sus bellos ojos abiertos como pétalos de oro lo demostraban. Tappei asintió masticando un bollo de arroz.

-Eso. ¿Qué hay de ti? No hablas mucho, pero de seguro eres implacable con las chicas.-

El millonario elevó los hombros y persistió con su aburrida y característica serenidad.

-No tengo ninguna anécdota similar para contar.-

-Claro.- Asientió Saeki. -Seguro nunca te han rechazado.-

Gorgeous - DaiharuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora