Capítulo 10

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Después de mandar a algunos de sus súbditos a hacer correr la voz acerca del supuesto rescate de Anna, la reina Elsa se encerró en una habitación vacía de las muchas disponibles en el palacio, para permitirse un momento de debilidad y llanto.
Cuando por fin se hubo cansado de aquello y recuperó la fortaleza que los años habían forjado en su carácter, decidió que era momento de volver a su habitación, a ver como seguía su hermana.
Lamentablemente, cuando llegó, las noticias fueron poco alentadoras.
Anna descansaba recostada en su cama, cubierta por mantas hasta el cuello.
Los ojos de la chica estaban abiertos con un destello de tristeza brillando en su interior, mirando hacia el techo como si ahí pudiera hallar las explicaciones a eso que estaba ocurriéndole.
Cuando vio a su hermana mayor acercarse, se incorporó lo más que pudo sobre el colchón, no sin algo de dificultad.
Con la mayor calma de la que fue capaz, Elsa se sentó a un costado de la convaleciente chica, tratando de que el miedo no se apoderase de ella, y de encerrar sus emociones en el interior como tanto tiempo había hecho.
-¿Como sigues?
-He estado peor, créeme- dijo Anna, sentándose recargada en la cabecera de su cama y sonrió.
La reina le devolvió aquella sonrisa, un segundo antes de que el accidente que había pasado tantos años atrás, reapareciera en su mente.
Ahora, Anna volvía a estar en peligro, sin embargo, esta vez Elsa tenía una forma de salvarla. En su interior, no había duda de que lo lograría... En esta ocasión salvaría a su hermanita, aunque ello significase sacrificarse... Igual que Anna había hecho ya una vez, solo que ahora la situación era totalmente distinta.
-¿Te encuentras bien, Elsa?- preguntó la chica, interrumpiendo los pensamientos de su hermana mayor, quien salió del shock, dándose cuenta de que se había quedado perdida en su recuerdo por un rato suficientemente largo como para llamar la atención de Anna.
-Si, si...
-¿Segura de que no hay nada que te preocupe?- insistió la chica, tomando la mano de su hermana-Sabes que puedes contarme lo que sea.
-¿Por qué la pregunta?- cuestiono Elsa, tratando de quitarse de encima la sucia labor de mentir a su hermana. La reina era capaz de fingir frente a un gran numero de gente, sin embargo, su hermana podía ver a través de sus ojos las tormentas que le agobiaban, y era muy difícil engañarla.
Esperaba que Anna no preguntara nada mas, para ella no tener que contestar. Al fin y al cabo, si no le decía nada no estaría mintiéndole, ¿o si?
-Te lo pregunto porque de repente ha empezado a nevar... Y porque has ido a encontrarte con Hans. Eso no pudo ser bueno.
-¿Cómo lo sabes?- se sobresaltó la reina.
-Por la noche-empezó la princesa, bajando la cabeza, como si odiara lo que estaba apunto de decir- recibí un mensaje. Decía que era de Kristoff... Me invitaba a que nos encontráramos en las fronteras con el bosque. Y fui, Elsa-aceptó con lagrimas amargas, bajando por sus mejillas- pero no era él. Era Hans. Todo fue una trampa- se secó las lagrimas con los dedos, sin dejar de hablar-Cuando desperté estaba en la rivera del bosque, muy cerca del río. Hacia frío y había empezado a nevar, cuando vi una sombra moviéndose en medio de los árboles. Era una chica de enorme cabello de un color negro impresionante, tez tan pálida que parecía casi transparente y ojos completamente oscurecidos. Iba descalza y solo llevaba un vestido negro hecho jirones. No estoy segura de si fue algo real o no... solo sé que me estaba mirando, desplazándose entre árbol y árbol, demasiado cerca de mi. Yo estaba asustada y entumecida y no había forma de que pudiera moverme.
Un rato después, ella se fue como si algo la hubiese asustado y al mismo tiempo, apareció Hans.
Quién en contra de mi voluntad, me cargó y me trajo al castillo... Sin embargo, aunque intenté gritar, pedir ayuda, me era imposible hablar durante el trayecto... Era como si me hubieran robado mi voz. La he recuperado hasta hace unos cinco minutos.
Cuando dijeron que "mi rescatador" quería hablar contigo, yo quería decirte que no, que se trataba de Hans... Y ahora, has regresado tan asustada, que dudo mucho que haya sido una charla amable. ¿Qué te dijo?
El tono de voz de Anna seguía siendo decidido a conocer la verdad, pero era evidente en su expresión, que cada vez le costaba más mantener su postura pues a cada segundo, su cuerpo se sentía más y más cansado.
Elsa notó ello y la obligó a acostarse. Sin embargo, la princesa no se rindió.
-Elsa... Dime- rogó con mirada suplicante. Lo que partió el corazón de la reina en pedazos. No podía esconderle algo tan grande a su hermana, pero temía que decirlo pudiera costarle la vida.
-Es peligroso que te lo diga-dijo y al hacerlo sintió que su voz era muy lejana, como si le perteneciera a alguien más.
-¿Y eso importa? ¿De qué sirven los grandes retos si no podemos enfrentarlos juntas?- el color de la cara de Anna cada vez se iba opacando más. Estaba gastando mucha energía en esa charla.
-Es que sucede, que esto lo tendré que enfrentar... sola, y tu debes dejarme hacerlo. Sé que de ser al revés, tu lo harías por mi.
-¿Hacer que?- quiso saber la princesa.
-Anna, tendré que casarme con Hans.
-¡¿Qué?!-la chica estaba apunto de atragantarse con su propia saliva- Elsa, ¿por qué? ¿se... se supone que esto es una broma? ¡Porque sí es así, créeme que es una muy mala!
-Anna, no me ha quedado otra opción. Lo que él me pidió fue que nos casáramos, o... -sus ojos se cristalizaron, impregnándose en lágrimas. La reina se reprendió al darse cuenta de que se había permitido llorar enfrente de su hermana, cosa que había decidido que no haría, desde el momento en que salió del gran salón, con Hans a un costado, sonriente como él le había indicado.
-¿O qué? ¿Qué pasará si no lo haces?- le cuestionó Anna, tratando de que su voz no se rompiera y fracasando.
Elsa sólo negó con la cabeza. No se atrevía a decirlo.
Entonces, tocaron a la puerta.

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Hola amig@s lectores y lectoras!!!!! Como se encuentran el día de hoy???? Espero que les haya gustado el capítulo!!!!!! No olviden regalarme una estrellita si así fue y si tienen amigos fanáticos de Disney y de las historias que se están entrelazando en esta trama, recomiendenles la historia, ya que no me caerían mal más lectores!!!
Saben que los amo!!!

El hielo también quemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora