For a Good Time, Call

Capítulo 2

Lan Zhan está a la vuelta de la esquina de la cafetería en la que trabaja Wei Ying con un recipiente cuidadosamente envasado con verduras salteadas y una crisis emocional interna. Esto está bien, se dice a sí mismo. Todo irá bien. Va a ver a su amigo, como todos los martes, y mientras él no...

(La boca de Wei Ying, envuelta alrededor de un consolador, con los labios húmedos y brillantes).

...deje que sus impulsos más bajos lo controlen, puede pasar por esta interacción como una persona normal y luego volver al trabajo para llevar la ficción "literaria" pontificante y ensimismada de algún hombre blanco a una aparente orden legible. No hay razón para que se quede congelado en la vereda, mirando a media distancia, con la mano apretada sobre la bolsa con el tupperware.

Por un salvaje y aterrorizado momento, Lan Zhan considera la posibilidad de darse la vuelta y huir de regreso a su oficina y simplemente no volver a ver a Wei Ying nunca más. Eso tendría sus ventajas, en el sentido de que no tendría que mirar a Wei Ying a la cara o cerca de ella y mientras procura no pensar en...

(La malla brillante de los pantalones cortos de atletismo estirada, una mano en el pliegue de su muslo, el pulgar y el índice creando un marco).

...cosas que no tienen cabida en su amistad. Tendría un inconveniente bastante significativo, ya que nunca volvería a ver a Wei Ying. Lan Zhan frunce un poco el ceño. Es inaceptable. Además, siempre viene al café exactamente a las 10:45am, cuando ya no está abarrotada por el ajetreo de la mañana y aún no está ocupada por el ajetreo del almuerzo, y Wei Ying puede tomarse su descanso de quince minutos para sentarse con él. Actualmente son las 10:44am, y si llega tarde o no aparece, Wei Ying se preocupará y probablemente le enviará un mensaje de texto. A menos que esté dispuesto a cambiarse el nombre y mudarse a otro país, tendrá que volver a interactuar con Wei Ying. Es mejor acabar con esto ahora.

Con la decisión tomada, Lan Zhan hace un pequeño asentimiento y dobla la esquina. Cuando entra, la campanilla de la puerta tintinea, y el familiar olor a café fresco y canela del local lo reconforta por su normalidad. Wei Ying levanta la vista de detrás del mostrador. "¡Lan Zhan!" dice, encantado, como si esto no ocurriera todos los martes. Su sonrisa se ilumina como el amanecer, y por un breve instante hacen contacto visual real y Lan Zhan es transportado físicamente de vuelta a ver ese obsceno gif de anoche y casi se tropieza con sus propios pies en una repentina y despiadada vergüenza.

"Wei Ying", dice, valientemente, desplazando sus ojos a su lugar habitual a unos quince centímetros de la oreja izquierda de Wei Ying e intentando que no se le note nada en la cara. "¿Puedes tomarte tu descanso?"

"Creo que podré hacer tiempo", dice Wei Ying, con la comisura de la boca curvada mientras sigue los procedimientos de su martes. "Elige una mesa, ahora mismo voy".

Lan Zhan se sienta en el lugar habitual junto a la ventana y pone la bolsa con el tupper en lo que será el sitio de Wei Ying. Wei Ying, por su parte, desliza una bandeja frente a Lan Zhan mientras se deja caer en su silla, logrando, como siempre, no derramar ni una gota del matcha latte ni sacar de su lugar el sándwich de focaccia con hierbas y pepino. (El sándwich es del tamaño adecuado para un refrigerio, de modo que no interfiere con el almuerzo que Lan Zhan tomará más tarde, precisamente a las 12:30pm. La cafeína del té habrá salido de su sistema mucho antes de acostarse. Reglas. Rutina. Estructura). Hoy el latte tiene un conejo en la espuma. Lan Zhan esboza una pequeña sonrisa.

"Entonces", dice Wei Ying desde el otro lado de la mesa, consiguiendo de alguna manera despatarrarse en una silla que no está hecha para despatarrarse, "¿qué hay de nuevo contigo?" Sonríe de nuevo, e incluso en su visión periférica deja sin aliento a Lan Zhan. Hace un sonido no comprometido y toma un sorbo del latte. Solo hay una cosa nueva en la vida de Lan Zhan y no piensa en eso.