42 ARTHIT

639 68 51
                                    

–¿Por qué el auricular? – preguntó Neo al dejar a P´Kenny irse en dirección de la casa de mis abuelos –¿alguien más está con nosotros?

–Nadie.

–¿Aun confías en que New aparecerá? – por alguna razón su pregunta me molestó, pero decidí no contestar.


Marqué nuevamente al número de Prem para avisar que las cosas no estaban saliendo como se había planeado, pero sin razón alguna seguía sin contestar.


En su lugar escribí un mensaje a Tew pidiendo ayuda para encontrar a Prem ya que era la otra persona que lo conocía; gracias a las investigaciones que había hecho después que irrumpiera en el departamento y golpeara a Kongpob como loco.


–¿Dónde se queda Prem? – pregunté mientras esperaba respuestas de Tew.

–En casa de su abuela – contestó inmediatamente Neo.

–Entones iremos allá.



Mientras salíamos a la carretera principal en dirección a la casa de la familia de Prem marqué nuevamente esperando que contestará y así fue; mi llamada fue tomada.


–Prem ¿dónde carajos estas? – pregunte enojado en cuanto contestó el teléfono haciendo que Neo amenorará un poco la velocidad del auto.

–No creo que lo quieras saber– sus juegos de palabra nunca me parecieron tan divertidos y mucho menos en esta situación.

–No estoy para juegos.

–Está justo frente a mí, de rodillas ante su rey, como debe de ser – la asquerosa voz de mi abuelo del otro lado de la línea me contestó y podía asegurar había arrebatado el teléfono de Prem. –¿Te has quedado sin palabras? – odiaba a mi abuelo, lo odiaba – estoy muy ansioso por que veas como tu amado protegido suplica por que no te pase nada, has jugado bien todo el tiempo ya que nunca imagine que fueses de ese tipo de persona que se mete con otros hombres.


Mi puño se tensó al escucharlo, nunca en mi vida había sentido esas inmensas ganas de matar a alguien como lo estaba sintiendo ahora, si algo le pasaba a Kongpob entonces se iba a arrepentir.

–¿Dónde estás? – vociferé.

–En la cima del mundo, pisando lo que es mío.

La llamada se cortó al no obtener una respuesta de mi parte no sin antes dejarme escuchar su repugnante risa.



–Vamos a la compañía, el rey tiene a Kongpob.

–¿Crees que alguien nos traicionó? – Neo me miro inquisitivo sin acelerar aún el auto.

–Si estás pensando que fue Prem entonces estas equivocado, también lo tiene mi abuelo, ahora solo conduce.

Mis uñas se clavaron en mi pierna ante la frustración, el arma en mi cintura fue acariciada cuidadosamente. La usaría sin dudarlo contra cualquiera que quisiera hacerle daño a Kongpob, el ponerlo en casa de P´Kenny había sido una mala idea, pero en mi mente rondaba el pensamiento de que algo debía pasar para que Kongpob fuese descubierto, algo o alguien lo delató.


Mis alertas estaban apuntando a todos, incluso a P´Kenny, pero por alguna razón también comenzaba a justificarlos porque ninguno de los que estaban ayudándome en esto tenía motivos para hacer algo así, ¿o sí?



En cuanto llegamos a la compañía, bajé apresuradamente del carro con Neo pisándome la sombra, subimos al elevador y presioné el número del último piso, cada vez que sonaba el timbre indicando un piso más, me hacía temblar. Mis manos estaban sudando y el ritmo cardiaco que estaba acelerado me estaba provocando un poco de nauseas.

INVISIBLE (Kongpob/Arthit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora