28 ARTHIT

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Salí cuidadosamente de la cama donde Kongpob dormía, mi teléfono no dejaba de vibrar en el bolsillo de mi short al sacarlo para contestar vi la hora.

–Dame 10 minutos, bajo enseguida – indique mientras colgaba y corría al baño a tomar una ducha rápida.

–¿Dónde …? – un adormilado Kongpob intento cuestionarme sin terminar su pregunta.

–Vamos – indique mientras comenzaba a cerrar mi camisa viéndolo salir de la cama y entrar al baño – tengo solo 2 minutos – advertí.

Neo, que nos esperaba abajo me miro inquisitoriamente al percatarse de Kongpob.

–¿Él irá con nosotros? –pregunto más confundido que frustrado por la espera.

–Solo conduce, es demasiado tarde.



–¿Por qué no contestaba mis llamadas? – la mirada de Neo choco con la mía mientras salíamos de la ciudad.

–Me quede dormido.

–¿Dormido? Casi darán las 6 de la mañana, el sol está por salir y no estaremos de regreso a la hora pensada.

–Solo conduce, no olvides pasar por las flores.

Kongpob en todo el camino se mantuvo callado, sin hacer preguntas por lo que estuve agradecido, era un día donde lo menos que necesitaba era una persona cuestionándome por todo.

El silencio me hizo pensar en lo que Neo me había dicho, desde la muerte de mis padres no podía dormir después de las 3 de la mañana aun cuando estuviese cansado.


El recinto permanecía en silencio, algunas personas deambulaban por las tumbas cambiando flores o simplemente visitando a sus seres queridos y haciendo sus oraciones.

Tomé el pequeño ramo de flores de manos de Neo y salí del auto ajustando mis gafas de sol antes de caminar hasta aquella lapida adornada de flores marchitas con un poco de polvo.

Kongpob me seguía por detrás silenciosamente mientras Neo se adelantaba a limpiar la lápida y quitar las flores secas de los jarrones a lado de esta.

–Espéranos en el carro.

Neo se retiró sin decir nada dejándome a solas junto con Kongpob.



–Te preguntaras porque estamos aquí, aunque estoy sorprendido porque hasta ahora no has preguntado nada aún.

–Solo estoy tratando de entenderte – susurro suavemente.

–Nadie entiende nada Kongpob, te traje aquí porque no quiero que un día me sigas a escondida y después cuestiones todo. Solo recuerda que esta es la primera y última vez que pones lo pies en este lugar.

Al no obtener respuesta de su parte di por hecho que el punto estaba entendido.

–Ella era mi hermana, Arlin. Su nombre significa promesa, pero aún no se cumple.

La mano de Kongpob acaricio mi hombro y segui hablando sin molestarme por el contacto.

–Ella nacio 3 meses antes que yo, su madre fue un acto desesperado de mi abuelo ya que mi madre no podía embarazarse, solo después de que se hubiese confirmado que aquella mujer estaba embarazada tiempo después mi madre resulto en la misma situación – ciertamente mi corazón dolía, ni si quiera Tew sabia esto – las cosas resultaron desfavorables cuando ella resulto ser niña, la corona no quiere una mujer al mando ¿cierto? – me burle de mi situación haciendo que el agarre de Kongpob fuese más fuerte – mi padre como acto de redención decidió reconocerla como su hija y por consecuencia fue alejada de su madre y creció conmigo, ella se enfrentó a mucho, por ser menor me dejaba guiar por ella pero nunca intento nada contra mí. Solíamos saltar a la piscina desde el nivel más alto del trampolín sin ningún miedo, ambos nadábamos bien, hasta que tuvo la idea de brincar del techo de casa de los abuelos.

–¿Por qué?

–No lo sé, solo sé que estuve de acuerdo con ella, planeamos el día y la hora, por alguna razón ella enfermo dos días antes y mi mamá se mantuvo cuidando de ella, ese día era el cumpleaños de mi abuelo así que al salir corriendo del salón de clases empuje accidentalmente a un compañero y se lastimo al caer entre los rosales, me olvide completamente de lo acordado con mi hermana… creí que estaba cancelado al estar ella enferma, justo cuando llegue al portón de la mansión ella no salto, solo dejo caer su cuerpo sin ninguna emoción fijando su mirada en mí.

–¿Esa es la razón por la que intentas saltar?

–Nunca he intentado saltar –limpie rápidamente la lagrima que se escapó de mis ojos.

–¿Entonces por qué te sitúas en los precipicios?

–No lo entenderás… – me incline para dejar las flores en los jarrones sintiendo la ausencia de su mano en mis hombros.

–¿Por qué me dices todo esto?

–No lo sé, después de todo me pertenecerás en poco tiempo, debes de saber a lo que te enfrentas.

–¿Pertenecerte? – pregunto con un notable cambio de voz.

–Son asuntos de la corona Kongpob.

–¿Mi padre estuvo de acuerdo?

Sonreí ante lo estúpido que sonaba aquello, solo de recordar la manera en que su padre se opuso, pero prefería tener a un interesado inoportuno a mi lado como Kongpob para preservar mi vida y yo ya había decidido que sería el.

Nada se le niega a la corona”, sabias palabras de mi abuelo.

INVISIBLE (Kongpob/Arthit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora