27 ARTHIT

642 103 44
                                    


  –Ahhh para por favor – rogaba con su frente empañada de sudor – no voy a aguantar.

Sonreí maliciosamente al verlo sufrir, eso le pasaba por pedante, Kongpob tenía que aprender una lección.

–Más despacio – rogo cerrando sus ojos.

Ciertamente su rostro implorando clemencia no tuvieron ningún efecto en mí.

–Me duele, ahhh duele mucho –llorisqueo.

Sus mejillas ahora denotaban ese rubor casi imperceptible que solo de cerca se podía apreciar.

–Arthit, para. ¡Me estas lastimando! – sonreí al ver como sus ojos se ampliaban aún más cuando aumenté la velocidad.

–¡PERDÓN! – gritó en un acto desesperado.

Alce una ceja aun sin parar, esperando que continuara.

–No volveré a faltarte el respeto.




Apague la caminadora con una sonrisa triunfadora, sé que esto no será suficiente como para que aprenda, pero sirve como advertencia, al menos tendrá más cuidado de sus acciones.

Solté sus manos que anteriormente había atado a la caminadora para evitar que escapara y le tendí una toalla para que secara el sudor de su cara.


   –Tu padre esta despedido – anuncie mientras caminaba al ventanal.

–¡¿QUÉ?! –gritó a mis espaldas.

–¡ALTO AHÍ! – grite de la misma forma que el al escuchar sus pasos – no se te ocurra volver a gritarme – amenace girándome para quedar de frente a él.

   –Es imposible estar contigo, me arrepiento de buscarte y quedarme aquí, eres una persona desconocida y espantosa – sus quejas me hicieron reír.

    –Deja de comportarte como un niño, eres mucho mayor que yo, no me estás dando un buen ejemplo.

–Tu eres un maldito niño que está jugando con los sentimientos y las debilidades de otras personas, no por ser de la realeza significa que puedes controlar a todos – punto para él, solo que él era nada.

–Puedo controlar a todo aquel que viene y pide algo y tú lo hiciste. ¿acaso yo te obligue a presentarte aquí?

Su silencio lo dijo todo.

–Yo me largo – tiro la toalla en medio de la sala y tomo sus cosas del mueble dispuesto a marcharse.

–Cuando atravieses esa puerta – hable con frescura y sus pasos se detuvieron – tu padre será acusado por robo y por malversación de fondos. Tú decides.

–¿Qué ganas con tenerme aquí? –pregunto furioso.

Lo miré y solo me encogí de hombros.

–Mi padre me habló y solo me dijo que me quedara aquí contigo, me pareció una idea fantástica y estaba tan feliz que entre al baño bailando y silbando hasta que los golpes en la puerta me obligaron a salir rápido. Ciertamente recordé que tu pediste que no le abriera, pero la persona comenzó a llorar y a quejarse de estar herida, mencionó tu nombre y entonces por eso llame a la policía, hasta ese punto no abrí la puerta, pero cuando no escuche nada mas decidí echar un vistazo afuera y en cuanto abrí la puerta fui golpeado, él quiso entrar, lo retuve y fui golpeado. ¿Qué crees que sintió mi corazón cuando dijiste frente a todos que era tu pareja cuando mi padre había dicho que me quedaría en tu casa a petición tuya? Tu sabes de mis sentimientos y te diviertes como un niño. Solo quiero protegerte, no sé nada de ti, no sé por qué cambiaste de ser aquel adolescente solitario y silencioso a lo que eres ahora, solo te bastaron 6 meses para cambiar.



INVISIBLE (Kongpob/Arthit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora