No todo era fácil en mi vida, desde muy pequeño me acostumbre a despertar temprano, preparar mi desayuno, alistar mi ropa, ordenar mi cuarto antes de salir y cuidarme solo.
Pero la última cosa me resultaba más difícil de lo que esperado, siempre ter...
Eres inaceptable que ese profesor que aseguraba que yo no era normal viniese a casa todos los días por unas malditas tutorías que no necesitaba.
Sin más remedio subida al auto del profesor escuchando lleves murmullos de los que suelen burlarse de mí.
—Solo ignoralos— siguió en cuanto entre al coche.
No me moleste ni siquiera en girar para verlo. Me daba un poco de pena ajena saber que él pensaba que aún quedaba gente buena y que él era uno de ellos.
—¿Arthit vas a comer?—pregunto mi mamá en cuanto pase por la puerta principal.
Negué con la cabeza mientras subía las escaleras en dirección a mi cuarto.
—¡Oh maestro! Mi esposo no tarda en llegar, ¿comerán antes de subir con Arthit?
Por cosas como esas detestaba a mi madre.
Entre a la habitación y me tire en la cama dejando caer todas mis cosas junto conmigo.
—¿Cansado?
La repentina voz me sorprendió ya que pensé que había quedado abajo con mi madre.
En vez de contestar, saque mis libros y hojas de apunte y camine hacia el escritorio.
Un profundo suspiro emano de él en señal de molestia y me sentí satisfecho de causarle incomodidad.
Nadie nos interrumpió para bajar a comer así que el siguió explicando términos generales de impuestos, para para las auditorías y el procedimiento de la elaboración de los dictámenes. En cierto punto de su larga explicación el sueño pareció apoderarse de mí sin compasión.
⚙️
El despertador sonó sin pesar y perezosamente saqué mi mano debajo de las sábanas para apagarlo.
Mire mi teléfono pero estaba descargado... Raro, muy raro... Siempre ponía a cargarlo, ¿Que paso anoche?
Nunca había hecho eso, siempre me bañaba antes de dormir, sin prestar más atención a ello, me bañe y baje a tomar el desayuno; mi padre y mi madre solo me observaron y por primera vez en la vida tuve un delicioso desayuno en silencio.
Las clases habían sido muy aburridas, no había salido al receso me había quedado adelantando un trabajo ya que ayer no había jugado con Newwie así que hoy debía de tener tiempo después de las asesorías.
El maestro de economía entro al salón de clases dandome una mirada, no le di importancia y continúe.
La clase fue bien hasta que...
—Antes de salir dejen sus trabajos en el escritorio.
¿Trabajo? ¿Cuál trabajo?
Busque en mi mochila y al abrir mi libreta de apuntes leí aquello...
"Ejercicio práctico con su catálogo de cuentas"
Estaba muerto...
No lo había hecho, no podía ser...
Ayer me dormí...
Era la primera vez que no realizaba un trabajo, no podía ser.
Revise una vez mi libreta de apuntes y ví algo que antes no.
Una nota debajo de mi letra...
"Revisa debajo de la mesa"
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