Lalisa Manoban, bailarina, rapera y todo lo que te puedas imaginar, era pequeña cuando se mudó a Bangkok, asistió a la escuela secundaria, era muy inteligente, desde los 14 años ya podía hablar dos idiomas además del tailandés, un día estaba en una fiesta con sus amigos hasta que vio a una turista, una chica que en el segundo que la vio quedo maravillada, sin saber su nombre y sin pensarlo mucho fue a saludarla.
- Hola ¿No eres de por aquí cierto?.
- Hola, no, no soy de aquí, soy de Corea del Sur sin embargo vivo en Nueva Zelanda y vine a casa de mi tía por unos meses para conocer Tailandia, por cierto ¿Quien eres?
- Me llamó Lalisa Manoban pero puedes decirme Lisa.
- Me llamó Jennie, es un gusto Lisa.
- Digo lo mismo.
- ¿Te gustaría salir las dos otro día?. Pregunto Jennie.
- Seguro que sí, toma mi teléfono y llámame un día de estos.
- Hasta pronto Lisa.
Lo que ambas sintieron esa noche, no fue normal, ambas se gustaban pero ninguna decía nada, a veces el amor es difícil de entender pero de lo que no hay duda es que ambas son perfectas juntas y lo serán por siempre.
JENNIE
Jennie, una hermosa chica Coreana que llego a Nueva Zelanda a los 8 años, desde siempre le gusto el K- pop, específicamente le gustaban artistas de la YG Entertainment, jamás se imaginaría lo que le esperaba unos años después.
Había pasado más de un mes de esa fiesta y Lisa aún no dejaba de pensar en Jennie y de que no sabía nada de ella, no tenía su número, solamente le dejo el suyo, algunas angustias no le dejaban dormir por las noches pero ella seguía teniendo fe de que llegaría su llamada y sabía que sin importar hora, lugar o día ella estaría dispuesta a aceptar la salida.
Un día Lisa ya estaba lo suficiente triste como para aceptar que Jennie nunca la llamaría. Le escribió una carta y la quemo como símbolo de que se despediría de ella para siempre, pues no tendría de otra.
Jendeukie, ni siquiera sé si te puedo llamar así, en fin, estaba triste porque nunca recibí tu llamada, hoy pase junto al lugar donde nos conocimos, en esa fiesta en la playa, el mar me recordaba a ti, todo me recordaba a ti, sé que si no llamaste es por algo, tal vez no fui suficiente para ti pero al menos me gustaría saber dónde encontrarte y que está no fuera la última vez que nos viéramos, estoy segura de que algún día te veré de nuevo, Jendeukie, te quiero hoy para siempre.
Con cariño: Lalisa Manoban.
Lisa rompió en llanto al terminar de releer esa carta que con tanto amor le hizo a Jennie, agarro un encendedor y la quemo pero estaba tan adentrada en su tristeza que no noto que estaba incendiando las escaleras del mirador en el que estaba.
- ¡Niña, sal de ahí te vas a hacer daño! ¿Acaso no ves que se está incendiando todo a tu al rededor?.
Lisa reaccionó inmediatamente, asustada y sin tener a dónde correr, gritó.
- ¡Ayuda! ¡Es muy alto!.
En ese momento uno de los pedazos de madera en los que estaba parada Lisa, cayó al suelo junto con ella.
- ¡Mierda! ¡Ella está muerta!. Gritó con desesperación el hombre que paseaba por ahí.
Fueron las últimas palabras que escuchó Lisa hasta que la llevaron al hospital, Jennie estaba muy ocupada escribiendo un poema cuando escucho a su tía.
- ¡Esto es terrible! ¡Una desgracia!
Jennie inmediatamente corrió hacia la sala.
- ¿Tía, qué pasó? ¿Estás bien?.
- Nini, corazón, acaba de pasar un accidente en el mirador, una joven se cayo desde muy alto debido al incendio.
- ¿Incendio?.
- Sí, querida.
- ¿Quién era?.
- Su nombre era Lalisa Manoban.
Jennie se detuvo a pensar, ese nombre se le hacía conocido hasta que por fin reaccionó.
- ¿Lisa? ¡Lisa!, ¡Lalisa Manoban!, tengo que ir al hospital. ¿Donde está ella ahora?.
- En el centro de la ciudad, ¿Quieres que vaya contigo?.
- No hará falta, tía, gracias.
Jennie agarro la bicicleta de su tía y fue lo más rápido que pudo hasta el centro de la ciudad, después de media hora llego.
- Buenas tardes, vengo a visitar a Lalisa Manoban.
- Buenas tardes Jovencita, ¿Es familiar de ella?
- Ehhh no pero la conozco, lo juro, hasta tengo una foto con ella, es mi amiga.
- Lo siento, si no es familiar no puede pasar.
- Señora, se lo ruego, es más que mi amiga, yo la amo.
- A mi no me pagan dependiendo de si usted la ame o no, retírese de una vez porfavor.
- Se lo ruego. Dijo Jennie al borde de las lágrimas, pues ya no podía soportar el dolor que sentía.
- Normalmente no debería hacer esto pero está bien, 4to piso, habitación 406.
- Muchas gracias señora.
Jennie corrió rápidamente a la habitación, entró y vio a Lisa en esa cama de hospital, no parecía ella, estaba irreconocible.
- ¡Lisa, estoy aquí!
- ¿Jennie?
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~Te amo para siempre~ |Chaesoo & Jenlisa|
Fanfiction~Lalisa Manoban, ven a Nueva Zelanda conmigo~ ~Rosie, no quiero que te vayas, por favor, quédate a mi lado~ ~Eres mi verdad en este mundo de mentiras~ ~¿Te gustaría que compongamos una canción mañana?~ ¿Qué tan perfecto tendría que ser el destino p...