Lo que toda lectora quiere.

6. Escapa

-Pero,-susurró Aline- a veces sí quiero salir. A veces, quiero dejar todo y correr y sentir el aire en mi cara. Ya no es como antes. -Añadió mirándolo.

Dominic la observaba atentamente, una oscura ceja levantada.

-¿Eso significa que... Vendrás? Yo pensaba que te gustaba la monotonía.

-Sí me gustaba, pero, a veces hay que cambiar un poco, ¿no?

-¿Estas segura?

-Tal vez me arrepienta toda mi vida de aceptar irme con un desconocido, pero igual puedo defenderme, -dijo alzando la barbilla- y además, me siento mal.

-De verdad no sabes lo que te espera, -dijo él con una gran sonrisa- pero ya has aceptado. Sígame, señorita.

Salieron del callejón juntos, Aline no sabía a dónde se dirigían, pero de repente había confiado en él. Dios, se dijo a sí misma, que estúpida decisión.

Después de caminar casi treinta minutos llegaron a lo que parecía ser un almacén abandonado.

-Ponte atenta.-le dijo Dominic.

Dentro había un carro negro cubierto de una delgada capa de polvo. Aline no sabía casi nada ee carros, pero sospechaba que era un camaro, de qué año no tenía idea, pero lucía moderno.

-¿De dónde sacaste dinero para comprarlo? -fue su primera pregunta.

Dominic puso los ojos en blanco.

-¿Acaso piensas que estoy aquí sin dinero? ¿Crees que no soy capaz de comprar un transporte adecuado? -Replicó un poco molesto.

Aline se encogió de hombros.

-Pues estás en lo correcto,-dijo él- porque lo robé.

Esta vez fue Aline quién puso los ojos en blanco.

-Oye, tranquila, cuando tenga la oportunidad lo devolveré, si es que puedo, aunque lo dudo.

-No lo vas a devolver.

-Solo móntate.

-Si lo dices así siento que me estás raptando. -dijo molesta.

-Solo móntate.

-Ya. -dijo ella abriendo la puerta del copiloto- Mierda.

-Yo que pensaba que eras educada.

-No, mira el auto.-dijo alejándose, no era como si fuera a vomitar, pero era demasiado.

Había un cuerpo en el auto.

-¿Mataste a alguien y lo dejaste ahí? -dijo alejándose.

Dominic miró dentro del auto por un tiempo.

-No hay nada en el auto.

-¡Hay un cuerpo en el auto! -chilló.

-No, no hay ningún cuerpo en el auto, fíjate. -dijo él mirándola a los ojos.

Aline lo hizo, desconfiada. No había nada. Miró a Dominic y luego el asiento.

-Debes estar jugando conmigo. No sé qué eres, pero eres raro, y no confío plenamente en ti por eso.

-¿Si es así por qué viniste, entonces?

-Ese no es el punto. El punto es que había un cuerpo en el auto. Podrido.

-¿Podrido?-Aline asintió- ¿Y sentiste algún olor al abrir la puerta?

-Bueno... No.

-Entonces sube.

-No. No me da buen presentimiento.

-No seas una niñita Aline. Los muertos no hacen nada.

Aline enarcó las cejas y entró, pero se sentó en la parte trasera.

-Supersticiosa. -Susurró el Dominic.

-Deja de susurrar cosas sobre mi y vamonos.

Dominic arrancó el auto y el rugido del motor que hizo eco en el almacén le recordó a Aline un poco al rugido que había hecho la bruja hacía unos minutos.

Se cruzó de brazos y trató de acomodarse en el asiento de cuero. Antes de salir del almacén Dominic la miro por el retrovisor.

Parecía de esas novelas adolescentes donde una joven pareja decide fugarse, esta parte podía ser cuando ambos peleaban y ella se sentaba en la parte de atrás, resentida pero reacia a alejarse de él. Además, ¿a dónde más iba a ir?

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Hullooooooo. Otro capítulo corto pero, ¿mejor es algo que nada, no? Yo creo que el dicho no es así pero meh. Creo que iré a escribir el próximo cap porque estoy en el auto sin Internet o audífonos y no tengo nada más que hacer.

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