Capitulo 11

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La profecia de los caídos.

Fuerte del rey demonio

Khelios está apreciando el cielo desde los patios de su hogar, un viento fresco comienza a soplar desde norte, un instante después se comienza a escuchar la llegada de una enorme parvada de pájaros negros desde diferentes puntos, el soberano extiende la mano y todos son absorbidos por él. A su cabeza vienen las imágenes de un desierto y fuego por todos lados.

Khelios - Ya han movido sus piezas, - Gira repentinamente y se dirije hacia adentro de su hogar- es hora de mover las mías.

Camina entre los pasillos hasta llegar a una escalera que se da hacia abajo, se adentra y va pasando entre calabozos, las puertas que se encuentran en el fondo de los calabozos es su destino. Hace aparecer replicas de él y los tres tocan la entrada, sus manos se iluminan y las enormes puertas se abren, vuelve a ser uno solo. Una gran biblioteca en forma de cilindro se da a la vista, está se encuentra incluso vas abajo que los calabozos, con estantes repletos de libro de todo tipo y en medio del alto e inmenso salon se ve una mesa circular de madera rústica y oscura. Ya en la mesa saca pájaros y vuitres de sus sombras.

Khelios - Quiero los libros de Enoc, del fin de los nuevos tiempos y los escritos de la sección del viejo mundo.

Todos los plumiferos familiares van en su búsqueda y no tardan mucho en traerle su recado, dispersa todo sobre la mesa y sobre un cuaderno forrado de piel de serpiente escribe.

"Se ha dado inicio al destino que tanto anhelo, he dado activación nuevamente al ojo de Sariel, ya vienen por él. Lo siguiente será dar con el señor Azazel para saber cómo mover mi siguiente pieza. Debo tener cuidado con el uso del ojo, todavía no se si es contraproducente con Fragud y su otro ojo, con el tiempo lo sabré, lo importante ahora será saber quién llegará primero a..."

Una de las sombras aparece frente a él, este lo absorbe y rápido deja todo para subir de nuevo a la superficie. Mientras se marcha ordena.

Khelios - Acomoden todo, no dejen que nadie entre aquí.

Sube lo más rápido posible mientras las antorchas se apagan a su paso, comienza a subir las escaleras y sale del lugar para salir a los calabozos, allí se encuentra una sorpresa.

- ¿Así recibes a tu amiga?, Con el pasar de los años te vuelves cada vez más cascarrabias.

Una mujer delgada, de tes blanca, de cabello lacio y largo por debajo de la cintura, de color negro, y con unos ojos verde esmeralda miran fijo al señor de la casa.

Khelios - Gwengriff, no siempre tengo el placer de recibir tamaña calidad de invitado.

Gwengriff - (sonriente y con gran simpatía) ¿Pero que dices? No me pudiste ver otra vez y te enfuerece no saber cómo verme todavía.

Khelios - No te mentiría, solo me sorprende tu visita tan pronto.

Ella se acerca y se le posa enfrente.

Gwengriff - No voy a dar vueltas contigo, ambos buscamos lo mismo y vengo a darte mi humilde ayuda.

Khelios - Nada que venga de tu mano es humilde ni benefico, ¿Que es lo que buscas realmente?

La mujer ríe a carcajadas mientras camina hacia las puertas de la biblioteca.

Gwengriff - Creeme, por primera vez soy sincera de primera contigo, buscamos lo mismo.

Khelios - En este momento busco que te alejes de esas puertas.

Gwengriff - Que gruñon te has vuelto después de tantos años, ¿Aún no te acostumbras a esto?, Los años de eterna espera, de soledad, recuerdos que no son tuyos pero que no paras de recordar, encontrarla y perderla...

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2022 ⏰

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Twin guns: The hunt for the fallenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora