"Después de la batalla"
Ruby sentía que se desmayaría en cualquier momento. El dolor en la parte posterior de su cabeza más el cansancio le estaban cobrando factura, más sin embargo, logró mantenerse en pie todo el tiempo en que fueron interceptados por las autoridades, respondiendo algunas de las muchas preguntas sobre lo ocurrido mientras personal médico los revisaban. Finalmente la habían dejado en paz después de pedirle un breve testimonio de lo ocurrido y después de que insistió al personal médico que ayudarán a otros; balanceó sus pies al aire mientras estaba sentada en la camilla, y su mirada se paseo entre todo el alboroto que había alrededor mientras buscaba distraerse del dolor de cabeza.
Notó a su hermana no muy lejos, ajustando su brazo después de haberlo dejado atrás cuando Mercury buscó detenerla, no parecía que Yang tuviera alguna herida física, pero la ligera acuosidad que recuerda haber visto en sus ojos al aparecer con la reliquia le preocupaba un poco, quizás después le preguntaría sobre ello, o quizás no debía involucrarse, más si el asunto tenía que ver con Raven. Suspiró, estaba preocupada, pero en esos momentos era mejor quedarse al margen y no hacerla molestar de alguna forma.
Su mirada volvió a dirigir su atención a otra parte, localizando la figura de Blake, y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios mientras la observaba, hablaba con los que al parecer eran sus padres y Sun, seguramente estaban hablando del Colmillo Blanco o lo relacionado a haber ayudado a Haven. Se percató que la mirada de la fauno fue en una dirección, solo para bajar las orejas y volver a hablar con sus padres. Ruby se desvió de nuevo, mirando a su hermana que ahora hablaba con Qrow y la azabache suspiró, ahora tenía la tarea de suavizar las cosas entre su equipo ya que seguramente se volverían tensas si no se encargaba de ello.
Enfocó su atención en otra dirección, localizando a Weiss que era revisada por un paramédico. Ruby sintió un tirón en su estómago al visualizar la mancha roja en el vestido de su amiga y mordió su labio con fuerza, cerrando sus ojos para intentar relajar su pulso acelerado. Ella había estado inconsciente cuando lastimaron a su pareja, se supone que siempre se han cuidado la espalda una a la otra, pero la dejaron fuera de combate cuando el miedo a que Cinder lastimara a Jaune la distrajo, permitiendo que Emerald la golpeara.
"No. Estoy enojada"
Un escalofrío recorrió su cuerpo y el dolor de cabeza aumentó. El enojo palpable aun recorre sus venas, la sensación tan amarga sigue en su boca. Estaba furiosa, con Emerald y Mercury, recordando lo que hicieron en el Festival Vytal, con Cinder por herir a Weiss, con Lionheart por su traición. Estaba furiosa. Sacudió su cabeza violentamente, intentando deshacerse de aquellos pensamientos y volviendo su mirada a Weiss, quien parecía estar casi discutiendo de mala gana con el paramédico, permitiendo que Ruby sonriera, podía embotellar todo de nuevo, guardarlo en lo profundo, de todas maneras ya había terminado.
—¡Ruby! —la voz animada de Nora la sacó de sus divagaciones. La pelirroja de un salto subió a su camilla, sentándose a su lado y deslizando el brazo por sus hombros.
—Hey Nora —correspondió con una sonrisa mirando a su amiga, quien comenzó a balancear sus pies animosamente en el aire —¿Están bien? —preguntó mientras miraba por el rabillo del ojo como Jaune y Ren se acercaban.
—Por supuesto, chica, esto ha sido pan comido —afirmó Nora guiñándole el ojo y provocando una suave risa en la azabache.
—¿Jaune? ¿Ren? —su mirada se dirigió a ambos, quienes le sonrieron.
—Estamos bien, Ruby —aseguró Ren con su habitual serenidad, colocando su mano en el hombro de la menor y dándole un pequeño apretón. Ruby asintió con una sonrisa y después de que la mano del pelinegro abandonó su posición desvió la mirada a Jaune.
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Alma en llamas [Libro 1] [Post-Volume 5]
FanfictionUn cambio surge en la historia, junto a un evento que nadie esperaba que sucediera, y ahora hay una nueva doncella otoñal. Cinder no sobrevivió a la caída, dándole la victoria a la doncella de la primavera, pero, los últimos pensamientos de rencor d...