Capítulo 8

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Ruby nuevamente se encontraba de pie en el centro de una colorida extensión de hierba, árboles frondosos formaban un círculo a su alrededor y el cielo azul resaltaba junto al brillo del sol, reconfortante y cálido.

Se quedó inmóvil en su sitio, permitiendo que la suave brisa acariciara su piel, disfrutando de esa curiosa paz que la rodeaba.

Y así como había llegado ese paisaje alentador, se esfumó abruptamente. Un nuevo escenario se formó alrededor de Ruby, quien observó atentamente y con el corazón latiendo cada vez más rápido como un camino se formaba, había árboles de fondo y el cielo estaba parcialmente gris mientras una brisa helada recorría el sitio.

Después, siluetas de personas aparecieron en el camino frente a ella. Una chica de cabellos marrón y ojos de igual color, arrodillada en el suelo, sometida por dos figuras conocidas.

Miedo. Ruby sintió un terrible miedo al observar como Mercury y Emerald tenían sometida a la chica en el suelo, mientras que frente a ella, estaba Cinder, un guante con un símbolo extraño envuelto en su mano, oscuro, maldito...

El corazón de Ruby comenzó a doler, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras veía como el rostro de la chica se deformaba por el miedo, suplicante a Cinder para que no acercara esa cosa a su cara.

Cuando la escencia oscura se adhirió al lado izquierdo del rostro de la chica, Ruby ahogó un grito, sintió como sus entrañas se retorcieron con violencia y comenzó a hiperventilar mientras observaba como Cinder absorbía la energía de la chica.

"Está bien, Ruby", la escena se rompió, devolviéndola de nuevo al páramo verde en el que había estado inicialmente. Ruby estaba luchando por respirar, había lágrimas en todo su rostro y temblaba. "Ruby, está bien, esas emociones debes separarlas de las tuyas, no son tuyas, son mis emociones", dijo una voz suave en su oído. Ruby sintió como unas manos agarraron sus hombros con firmeza a lo que forzosamente miró por el rabillo del ojo, encontrándose con los ojos de la misma chica que había sido atacada por Cinder.

La chica tenía una cicatriz en el lado izquierdo de su rostro, pero eso no arruinaba su belleza. Ruby comenzó a tranquilizarse, permitiéndose tomar el control y respirar mejor. Cerró sus ojos, centrándose únicamente en ella, intentando despejar las ideas de su mente y dejarlas hacerse polvo.

Cuando se sintió más en control, las manos que sostenían sus hombros la habían soltado. Ruby abrió sus ojos, encontrándose de frente a la chica de cabellos marrón que se mantuvo en silencio, paciente.

"¿Eres... Amber?" Preguntó Ruby mientras se abrazaba a sí misma, para evitar que sus manos temblorosas quedaran a la vista.

"Si, soy Amber", respondió con una suave sonrisa, "perdón, ese es un recuerdo un poco... Traumante", la morena se estremeció, "ojalá no hubieras visto eso"

"Fue cuando te robaron la mitad de tus poderes", susurra Ruby con cierta tristeza, abrazándose más a si misma. La sensación de ser abordada de esa manera era aterradora, te quedas paralizado y el hecho de no encontrar una salida de esa situación ciertamente rompe toda tu voluntad. Ruby tragó en seco, tan solo pensar en eso que sintió le revuelve el estómago y le produce ganas de llorar, Cinder fue tan despiadada al hacerle eso a alguien...

"No pude luchar contra ellos", dice Amber de pronto, sacando a Ruby de sus cavilaciones y obteniendo su atención de nuevo. "Sabes, yo en realidad, cumplí con entrenar y saber cómo manejar los poderes de doncella por compromiso. La verdad, nunca quise ser la doncella", suspiró con cansancio, su mirada se elevó al cielo. "Quizás, eso fue mi condena. No accedí a todas mis capacidades de doncella, me confíe demasiado en el campo y al final...", sus palabras se quedaron marchitas en el aire.

Alma en llamas [Libro 1] [Post-Volume 5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora