Game of Thrones: Conquista & Rebelion

Nueve

La casa Martell, princesa de Dorne

Varys

A pesar de que Aegon se auto-titulaba señor de los siete reinos tan solo gobernaba seis, el séptimo, Dorne jamás se había postrado.

Visenya había volado al valle y regresó con su corona, imitando a su hermana, Rhaenys había volado sobre el ejército enemigo con conducto seguro a Dorne y aterrizó en el castillo de su señora regente, la princesa Meria de la casa Martell.

Meria tenía ochenta años era gorda, calva y ciega, a sus espaldas muchos se burlaban de ella llamándola el sapo amarillo de Dorne, la hermosa Rhaenys seguramente pensó lo mismo al conocerla, exigió a la princesa que se arrodillara ante su hermano Aegon.

Pensaba que dadas la edad y la salud de Meria un simple voto de sumisión bastaría pero la princesa dijo a la reina que los Targaryen no eran queridos en Dorne y que ningún Martell se arrodillara ni sometería en modo alguno por más que lo quemarán.

Rhaenys pudo haber montado sobre su dragón y asar a Meria en su castillo como su hermano había hecho en Harrenhal pero algo debió ver en los ojos de Meria que la asustó y le hizo volver a Desembarco del Rey con la cola de su dragón entre las piernas.

Poco después de su coronación Rhaenys volvió a Dorne con Aegon y Visenya y sus dragones.

Pero ningún ejército los recibió en el campo y ningún señor los desafío en su castillo, al aproximarse los dragones Dorne simplemente se vació, la casa Martell había sabido de Harrenhal y del capo de fuego, los dragones eran invencibles en batalla pero las guerras son algo más que batallas.

Sin oposición Aegon reclamo Dorne para si mismo pero en cuanto volvió a Desembarco del Rey sus castellanos fueron arrojados desde las torres y su ejército real desapareció en el desierto para no ser vista nunca jamás, excepto tal vez cuando los vientos cambian y las arenas escupen viejos huesos y piezas de armadura.

Rhaenys volvió a lomos de Meraxis con el único propósito de vengarse de Meria Martell pero Dorne ya no estaba vacía, los dornienses mantuvieron la promesa de Meria y lucharon incluso ardiendo bajo el fuego de dragón, y vencieron.

Ese día la flecha de una ballesta de clavó en un ojo de Meraxis derribando al dragón del cielo, la casa Martell permaneció ilesa a diferencia de la desafortunada Rhaenys.

En su rabia Aegon y Visenya prendieron fuego a cada castillo y casa ciudad excepto Lanza del sol, tratando de volver al pueblo contra la casa Martell pero los dornienses permanecieron leales y cuando Aegon volvió a Desembarco del Rey había asesinos esperándolo en las calles de su propia capital, de no ser por Visenya el conquistador no habría gozado de su conquista mucho tiempo.

Desde entonces el rey y su familia serían protegidos por los siete mayores caballeros del reino, la guardia real.

Cuando Meria murió durmiendo su débil y fatigado hijo pidió la paz pero la vieja Meria había agotado a Aegon también y este rechazó la oferta, los Targaryen aún querían Dorne y al final lo habrían ganado pero no a punta de espadas, lo comprarían como los grandes señores compran cualquier cosa, con una hija.