(Al día siguiente...)
(6:30 a.m. Templo de Escorpio)
Camus se levantó temprano, como de costumbre. Él fue, es y siempre será el maniático de la puntualidad (rueda los ojos). Preparó el desayuno para dos, ya que el bicho seguía frito. Y al terminar, fue a despertarlo cariñosamente.
Camus:- Arriba, bicho que se nos hace tarde. -
[Se detiene todo el cuadro poniéndose en blanco y negro excepto Camus.]
Autora:- Menos mal que dije "cariñosamente", ¿no? - Algo indignada.
Camus:- No es mi culpa que te adelantes a mis acciones. - Sin mucho interés.
Autora:- Bue... pobrecito Milongas... - Lo mira unos segundos. - Te deseo lo mejor, bichín. -[Todo retoma color y sigue la historia.]
Camus:- Vamos, no seas holgazán, despierta. - Apenas lo movió un poco y el peli morado abrió los ojos de golpe levantándose como un rayo y yendo al baño tan rápido como sus pies le permitieron. - ¿Qué dem...? - Y ahí lo escuchó. - ¿Milo? - Salió corriendo tras él sólo para encontrarse con el escorpión recargando su cabeza sobre su antebrazo apoyado en la tabla del WC. - ¿Qué te ocurre, mi amor? - Su tono cambió a uno de total preocupación.
Se agachó hasta estar a su altura y apoyó suavemente su mano en la espalda de éste. Pero no pudo ni responder que ya, nuevamente, se devolvió la existencia en el WC.
Milo:- Creo que algo me cayó mal anoche... - Respiraba entrecortado y con dificultad. - Todo me da vueltas... Cam... amor... - Casi no podía hablar.
Camus:- Iré a prepararte un té, no podrás comer lo que preparé para desayunar. - Había hecho huevos con tocino y eso le haría peor.
Milo:- Está bien. Por favor... llévalo a la cama. - Estaba más pálido que un papel. - No me siento bien... lo siento... -
Camus:- No digas tonterías. - Lo levantó de su lugar como si fuera una pluma y lo llevó estilo nupcial a su cama dejando una cubeta a un costado de ésta por si las dudas. - Yo me encargaré de ti. - Le dio un beso en la frente y salió de la habitación.Durante el entrenamiento a todos les resultó rarísimo no ver al caballero de Acuario.
Afrodita:- Es imposible que se haya dormido. - Hablaba con Shaka mientras intercambiaban golpes y defensa teniendo cuidado de no golpearse en el rostro.
Shaka:- Algo debió haber pasado. Milo tampoco está. ¡Abajo! - Dita obedeció y él le lanzó una patada voladora giratoria.
Afrodita:- Vaya, eres bueno... - Se asombró por la destreza del menor.
Shaka:- Te toca. -
Dohko:- Si siguen así, cualquiera les partirá su madre. - Les reprendió y se detuvieron rompiendo sus poses de defensa y batalla. - Ningún enemigo les preguntará "¿A dónde quieres que te golpee?" o "¿Qué tan fuerte quieres que te golpee?" - Tenía razón, peeero...
Afrodita:- No niego sus palabras, maestro, pero ¿usted cree que alguien podría siquiera acercarse lo suficiente como para darnos siquiera una bofetada? - Cuestionó. - Mi combate es a distancia. - Hizo caer una fila de rosas rojas sin veneno frente al mayor.
Shaka:- Y yo tengo mi barrera. - En menos de un segundo, se colocó en posición de loto e hizo una pequeña demostración. - ¡Khan! - La barrera se formó a su alrededor, pero no duró mucho y volvió a ponerse de pie.
Afrodita:- Sólo hacemos esto para no quedarnos ahí sentados. - Señaló las gradas. - Aparte y en todo caso, yo debería estar practicando "tiro al blanco". - Dejaron sin argumentos al libriano.
Dohko:- Está bien. Continúen. - Se retiró para ver al que sí estaba aburrido. - ¿Y tú qué? - Cruzó sus brazos mirándolo desaprobatoriamente.
Saga:- Yo nada. Nadie quiere entrenar conmigo por obvias razones. - Rodó los ojos y el viejo maestro lo miró peor. - ¡¿Qué?! No me mire así, cuando Kanon no está lo único que puedo hacer es quedarme aquí y ver el espectáculo. -
Dohko:- Hmph. Ve a buscar a tu amigo y a su novio. - Se volteó hacia los demás y lo dejó solo.
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Volver a ti
RandomKanon se ve envuelto en el problema de la frialdad de su hermano. Encuentra a alguien más con quien cree que puede realizar su vida, pero con el tiempo se da cuenta que esa persona no era lo que esperaba por lo cual debe dejarla para ser feliz. Esa...