Sólo fui a "meditar"

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Kanon:- Si Hades te descubre... no sé qué es lo que podría ocurrirte. - Su mirada quedó perdida en el suelo, pero el juez lo abrazó por detrás tomándolo por la cintura y depositando un pequeño beso en su cuello.
Radamanthys:- Tranquilo, nada pasará. El otro par de infelices no me llegan ni a los talones. Sería una gran pérdida si Hades me elimina, él mismo lo dijo. -
Kanon:- ¿De veras? - Se dio la vuelta quedando de frente al danés.

Radamanthys asintió y acto seguido lo besó tiernamente, pero no estaban solos...

¿...?:- ¿Kanon...? ¿Por qué lo estás besando...? - Ambos dirigieron sus miradas al individuo que salía de entre los árboles. - Ya dime, ¡¿por qué estás así con él?! -
Kanon:- Yo... él... yo... yo... - Se separó del menor sin poder emitir palabra.
¿...?:- Athena no permitirá esta falta de respeto y ética. - Eso le colmó la paciencia al rubio que no soportaba ver en tal aprieto a su ahora novio.

Fue y lo tomó por los cuernos de su armadura levantándolo del suelo unos centímetros. Lo miraba fiero, con una expresión de completa molestia en sus ojos.

Radamanthys:- Escúchame, carnero, llegas a decir una sola palabra de esto en el Santuario y te haré a la parrilla para la cena, ¿entendiste? - Aries no respondía, sólo lo miraba aterrado. - Dije... ¡¿ME ENTENDISTE?! -
Mu:- Sí, sí, ya entendí. No diré nada, no vi nada y no sé nada. -

Temblaba del miedo, tal es así que se escuchaba el tiritar de su armadura. Nunca se lo había visto tan molesto al juez.

Kanon:- Ya suéltalo, Rada... lo harás llorar. - Le dijo casi como una burla relajando un poco la expresión de su amado que no dejaba de mirarlo seriamente al pobre borrego.
Radamanthys:- Hmph... agradece que gracias a él aún no te he matado. - Lo soltó y cayó derechito al suelo como costal de papas ya que las piernas no le respondían, no tenía fuerza para levantarse. - Oye, Kanon... - Regresó junto a él. - Debo irme. - Le dio un pequeño beso en los labios tomándolo por la mejilla y elevó su cosmos haciendo que aparezca su Sapuri desarmándose y amoldándose a él.

Le dio una última mirada de advertencia al pelilavanda que lo miraba algo traumado aún y se fue. El gemelo suspiró volteando hacia el Santuario.

Kanon:- Vamos borrego, no te quedes ahí sentado. - Empezó su caminata de vuelta a casa.
Mu:- Sí, ya voy. - Se levantó torpemente y caminó detrás de él.

Sabía que probablemente lo estaban esperando y no con la mejor cara. Ya se la veía venir así que apenas entró a la parte interna de la casa de Géminis pasó derecho a su habitación relojeando que su hermano esté en la cocina o el baño, pero no estaba en ninguno de esos lugares además de que su habitación estaba cerrada.
Cerró sus ojos con fuerza antes de entrar a su habitación tomando con algo de nerviosismo la perilla. La giró y ahí estaba... su cama sus cosas, todo normal y sin rastros de su hermano. Suspiró bajando su cabeza relajándose un poco. Entró en su habitación dejando la puerta abierta para luego ir a bañarse, pero al dar dos pasos más allá de la puerta, ésta se cerró asustando un poco al menor de los Géminis.

Saga:- ¿Éstas son horas de llegar? Quiero una explicación válida para esto. - Se había ocultado detrás de su puerta para que no lo notara.
Kanon:- ... - Volteó a verlo inexpresivo tal y como él lo hacía. - ¿Perdón? ¿Por qué tengo que brindarte explicaciones de qué hago y qué no? - Dijo firme y serio.
Saga:- Esa es una pregunta muy sencilla de responder. - Se acercó a él. - Porque eres MI hermano y MI pareja. - Lo miró fijo. - Te fuiste sin avisar, nadie sabía dónde estabas, te busqué por todo el Santuario, siquiera Milo sabía dónde estabas. - Eso hizo que la expresión fiera del gemelo menor se relajara un poco.
Kanon:- Milo... ¿no dijo nada...? - No sabía bien cómo reaccionar.
Saga:- Ya dime a dónde te fuiste. - Harto de sus reproches rodó los ojos y contestó.
Kanon:- Fui a un lugar especial para mí en donde consigo paz y pienso claramente. -
Saga:- Para meditar está el templo de Virgo. - Señaló hacia arriba en dirección a los templos de Cáncer, Leo y Virgo.
Kanon:- ¡¿Qué dices?! ¡¿Estás loco?! Ni de broma voy con la monja budista para sentarme a dormirme del aburrimiento. - Ya empezó la payasada... - Para colmo con sus aires de grandeza de "Soy el más cercano a Dios" - Hacía las comillas exageradas y caras graciosas. El mayor no pudo pudo evitar reír. - Yo me voy a meditar a donde YO quiero, como YO quiero, cuando YO quiero, totalmente SOLO ¡y sin permiso de NADIE! - Eso fue muy en serio, pero aún así, su hermano no borraba su sonrisa.
Saga:- Ok, ok... Alter ego, "Oh, yo, Señor todopoderoso amo de mi vida" cálmate las pompis. - Puso sus manos al frente sarcásticamente.
Kanon:- Ya, ¿qué rayos quieres en mi habitación? -
Saga:- Sólo saber cómo estabas. Tonto. - El menor arqueó una ceja.
Kanon:- Aishh... estoy bien, estoy entero... - Eeeeeeeeeeh... - ... bueno, casi... - Ahora sí. - ... así que déjame tranquilo, hoy tuve un día agitado. - El pelimorado torció la boca.
Saga:- ¿Agitado? Pero si sólo te fuiste así, de la nada a "meditar" según tú. -
Kanon:- Mi meditación es una práctica intensiva de mis habilidades físicas para la batalla. - Excelente excusa... o por lo menos, lo suficientemente convincente.
Saga:- Está bien, báñate y ve a cenar. - El menor sólo asintió y comenzó a preparar su baño.

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