Terminaron su helado y, recordando la cena entre risas, fueron oídos por el tercer juez. Éste último esperó a que todo se haga silencio para poder entrar. Abrió la puerta y se encontró con un escenario bastante irreal.
Minos:- ¿Qué...? - Miraba pasmado a la geminiana durmiendo en el hombro del canceriano y a éste buscando algo interesante para ver en su teléfono. - ¿Será que Kanon...? - Aiacos seguía con su traje. - No, no lo haría, no puede ser. - Todo eso pasaba por su cabeza hasta que se cansó de ser ignorado. - ¿Qué ocurre aquí? - Preguntó seriamente, elevando un poco su tono y avanzando hacia ellos.
Aiacos:- ¿Disculpa? - Arqueó una ceja mirándolo de costado.
Minos:- ¿Qué significa esto? - El nepalí frunció el ceño sin entender nada.
Aiacos:- ¿A qué te refieres? -
Minos:- ¿Qué hace ella en tu cama? - Insistió y el azabache la observó detenidamente como fijándose que esté bien dormida.
Aiacos:- Hmph. - Una vez que lo corroboró, arremetió con un volumen controlado de voz. - ¿Quién demonios te crees que eres para preguntar eso luego de lo que hicieron tú y Radamanthys? - El ariano se puso más pálido de lo normal y no dijo nada. - ¿Cómo pudiste? - Achicó los ojos mirándolo acusatoriamente.
Minos:- Yo no hice nada. - Kanon, que había despertado apenas oyó la voz de Minos, se quedó en silencio y simulando estar dormida para oírlo.
Aiacos:- Te seguí y te oí con mis propios ojos. - Dijo indignado. - Vi a Radamanthys masturbándose con mis propios oídos mientras tú relatabas todo lo que ese desgraciado te hizo. - Kanon estaba teniendo una batalla interna para no estallar en risas por las ocurrencias de Aiacos a pesar de lo serio de la situación. - Los vi y los oí a ambos. Y aún así, ¿tienes el descaro de venir a decir eso? - Lo miró con odio.
Minos:- ¿Tú... me oíste? - Se tapó la boca de la impresión. - ¿Ella también? - La miró con terror.
Aiacos:- No, ella no. Ella estaba en el Santuario y cuando fui a ver a Milo, nos cruzamos y volvimos juntos. - La peli agua se removió a su lado y se abrazó a su brazo.
Kanon:- (Como si estuviera hablando dormida) Amor, ve por Pan-Pan... (Pandora) quiero más... - Inspiró profundamente. - ... chocolate... - Soltó el aire como si fuera un suspiro y Grifo se puso tenso.
Aiacos:- Será mejor que te largues. No querrás que ella oiga esto. - Amenazó sonriendo sádicamente y el mayor cedió.
Minos:- Maldito... - Susurró entre dientes y se marchó.Una vez que se fue, la griega abrió apenas un solo ojo para asegurarse de que ya estaban solos y, al ver que sí lo estaban, se acomodó mejor.
Kanon:- Imbécil. - Susurró mirando con odio la puerta de la habitación.
Aiacos:- Oye Kanon... - Llamó su atención y ella volteó a verlo.
Kanon:- ¿Sí? - Todavía no lo soltaba.
Aiacos:- Necesito quitarme una duda importante. - Ella lo miró a los ojos con curiosidad y él se ruborizó un poco. - ¿Te gustó... el contacto que tuvimos esta tarde...? - Necesitaba quitarse esa espina grande como el castillo de Hades.
Kanon:- ... - Abrió los ojos como platos poniéndose tan roja como un tomate y se apartó un poco de él. - Yo... - No podía articular palabras así que él tuvo la brillante idea de acercarse peligrosamente a sus labios. - A...ia...cos... - A pesar de lo cerca que se encontraba, ella no hizo nada por separarlo de sí. - Yo... - Sintió su aliento sobre sus labios. - ... sí... - Hubo un silencio. - Sí me gustó... pero nadie debe saberlo. - Apenas se la oyó y bajó su mirada.
Aiacos:- Hmph. - Acarició su rostro suavemente y la tomó por el mentón con delicadeza. - Jamás diría o haría nada que pudiera perjudicarte o lastimarte. - Habló seriamente. - Menos en este momento que necesitas, más que nunca, apoyo. - Ella se quedó en silencio unos instantes tratando de no llorar. - Aunque a mí también me gustó, por más que quiera quitármelo de la cabeza. - Rodó los ojos haciéndola reír.
Kanon:- Qué sincericidio más raro el tuyo. - También lo tomó por el rostro sonriendo dulcemente y él apañó su mano.
Aiacos:- Simplemente digo lo que pienso y siento. - Comenzaron a acortar distancias hasta casi rozar sus labios, pero se detuvieron al sentir la presencia del danés acercándose a la puerta del nepalí.
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Volver a ti
RandomKanon se ve envuelto en el problema de la frialdad de su hermano. Encuentra a alguien más con quien cree que puede realizar su vida, pero con el tiempo se da cuenta que esa persona no era lo que esperaba por lo cual debe dejarla para ser feliz. Esa...