Juntos para "siempre"

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Sí, claro... "para siempre"... (Rueda los ojos)

Terminaba de vestirse y se acomodaba el cuello alto de su camisa y su corbata frente a su espejo. Movía su cabeza hacia un lado y hacia el otro para asegurarse de que nada se veía. Sus mangas eran largas y cubrían sus muñecas rompiendo con las reglas de etiqueta que él solía seguir a rajatabla.

Minos:- Sólo espero que él no lo note y que el otro idiota no mencione nada. - Pensaba para sí recordando a su amado y a aquél... ese ser que en ese momento le quitaba la tranquilidad. - Sólo pensar que debo poner cara de "feliz cumpleaños" no más para que no haya otra guerra santa es molesto. - Se quejaba mirándose aún al espejo sin notar la presencia de otro individuo en la habitación.
...?:- Créeme que yo también estoy igual de furiosa y nerviosa que tú. - Salió de entre las sombras y su voz resonó en la habitación helándole la sangre al peli plata.
Minos:- ¡Señorita Pandora! - Susurró sorprendido y le hizo una pequeña reverencia. - Lamento que haya oído eso, no fue mi intención molestarla con mis palabras. - La trataba con el mayor respeto posible.
Pandora:- Déjate de formalidades. - Se acercó a su ventana para alejarse lo más posible de la puerta. - Ustedes deben hablar de lo sucedido. -
Minos:- Pandora... - Comenzó a tutearla. - Yo... no creo que eso sea prudente. - La azabache abrió sus ojos de par en par y volteó a verlo.
Pandora:- ¡Eso significa que...! - Minos sólo asintió y le quitó la vista de encima.
Minos:- Él tiene la cabeza tan revuelta como yo y prefiero no proceder de esa manera. - Suspiró impotente ante la situación. - Será mejor olvidarlo y hacer de cuenta que esto nunca pasó. - Sentenció y todo quedó en silencio hasta que se oyó la puerta.
Pandora:- Debo irme. - Se sentía mal por él, pero no podía decirlo.

Ella debía mantener su aire de superioridad a pesar de todo. Pero tarde o temprano tendría que decirlo para no enloquecer. A pesar de que Kanon no se sentía mujer, ella veía lo sensible que se había vuelto y no quería arruinar su felicidad. La veía "feliz" (a sus ojos) con el danés y no quería romper su burbuja de cristal.

Salió de la habitación encontrándose con Aiacos. Éste le hizo una pequeña reverencia y se hizo a un lado para darle paso. En su camino, estaba por ir a su despacho, pero cuando puso su mano en la perilla de la puerta... algo le dijo que no y decidió mejor ir a su habitación.

En su camino su cabeza iba en otro mundo, sus pensamientos estaban en otro lugar. Ignoró a todo quien se le cruzó por su camino hasta llegar a la enorme puerta con delicados detalles de flores. Entró con toda la entereza y el porte de siempre, pero una vez adentro, se dejó caer al suelo y se puso a llorar, necesitaba desahogarse un poco. Se cubrió el rostro con ambas manos y dejó escapar sus lágrimas en silencio.

(Y como este drama no trata de Pandora, seguimos con lo que nos concierne.)

Aiacos:- ¿Estás listo para esta noche? - Preguntó un tanto incómodo, pero a la vez ansioso.
Minos:- Sí, estoy ansioso por ver al cejón haciendo el ridículo. - Ese comentario relajó el ambiente y ambos se echaron a reír.
Aiacos:- Me alegra que estés bien. - Lo abrazó por el cuello mirándolo a los ojos.
Minos:- ¿Por qué no lo estaría? - Preguntó tratando de desviar la conversación.
Aiacos:- Vamos, hay que esperar a los chicos. - Se separó un poco del noruego y se quedó mirándolo. - Estoy ansioso por la proposición de Rada y lo que le dirá Kanon. - Hubo un pequeño silencio en el que ambos se quedaron serios pensando en eso.
Minos:- Lo que me preocupa es eso... - Suspiró cortamente. - Luego de haberse ido por su estupidez, temo que le diga que no a Radamanthys. -
Aiacos:- Eso lo mataría. -
Minos:- ¿Y a quién no? - Se dirigió hacia la puerta de su habitación. - Vámonos ellos no deben tardar en salir. - La abrió y esperó a que Aiacos salga para poder cerrarla.
Aiacos:- Sí, tienes razón. - Salió casi corriendo al salón principal.

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