Me gustaría ser el viento, y coronar tus cimas,
Me gustaría ser el silencio, y escuchar tus valles,
Me gustaría ser el ave, que vuela sobre tu mar,
Me gustaría ser la lluvia, que riega las flores de tu jardín,
Quisiera volver a perderme en tus montes, y rios,
Quisiera sentir tu brisa, en los largos días de estío,
Quisiera oler tu aroma a flores y a sal de tus blancas olas,
Quisiera escuchar otra vez de tus gentes, tu hablar cantarín,
Sería feliz, si recorriera tus calles, con ese olor a mar, y a lluvia,
Poder pasear de nuevo, por el viejo Puertochico, y soñar contigo,
Contemplar el edén desde la bahia, de mi querida Santander,
Dibujar con la mirada, las siluetas de tus montañas, de la tierruca mía.