Renata estaba muy familiarizada con el atrevido desparpajo de Sirius, pero nunca habría previsto que él llegara a sugerirle matrimonio, lo que hizo que se pusiera aún más roja que antes. Harry pareció disfrutar del hecho de que ella cambiara de color ante sus propios ojos mientras sonreía y le ponía la mano en un lado de la cara. Sin embargo, era Sirius quien se reía de la reacción de ella ante su declaración.
-Oooh, veo que en realidad sólo estabas pensando en ello, ¿no?- dijo en tono burlón mientras Renata rodaba los ojos y miraba hacia otro lado, golpeando el pie contra el pavimento.
-Eso no tiene gracia- dijo ella en voz baja -no creo que el matrimonio sea algo que se le haya pasado por la cabeza al señor Potter... quiero decir, a James.
-Veo que ahora también se tutean- examinó Sirius mientras se llevaba la mano al pecho -la reunión con tu madre debió de ir realmente bien. Tal vez no para ella, pero vosotros dos, parece que habéis saltado varios peldaños en esta visita...
-¿Podemos volver al tema original, por favor?- le suplicó Renata porque si se le calentaba más la cara, sentía que iba a acabar explotando -Ya sabes, ¿volver al anillo y a lo que se supone que debo hacer?
-Ya te he dicho lo que tienes que hacer- contestó -tienes que hablar con él de esto.
-Pero eso va a hacer que las cosas sean incómodas...
-A diferencia de ahora, Renata- intervino Sirius -me parece que las cosas ya se han puesto incómodas porque ninguno de los dos quiere hablar de esto. ¿Por qué tienen que esperar hasta que estén a punto de explotar antes de sacar el tema? ¿Es esto como un juego raro o una relación secreta?
Renata puso cara de niña regañada a Sirius mientras colocaba su mano sobre una de las orejas de Harry y apretaba la otra oreja contra su hombro. Sólo pudo reírse cuando ella adoptó la misma postura protectora que James adoptaba normalmente con él si conseguía resbalar y decir palabrotas delante de Harry. Parecía que Harry estaba muy lejos cuando llamaba a Renata "mamá" porque ciertamente se comportaba como una madre protectora.
-Lo único que digo es que tienen que hablar entre ustedes, en lugar de pasar siempre de puntillas por las cosas hasta que los dos no pueden más- dijo impulsándose y bajando los escalones para estar a la altura de sus ojos -A no ser que los dos estén metidos en ese tipo de cosas, que a juzgar por estar ante mí pidiendo ayuda, no creo que sea el caso.
Ella sólo pudo ver cómo él empezaba a bajar por la acera, alejándose de su piso y de donde estaba Renata con Harry aún en brazos.
-Espera, ¿a dónde vas?- llamó ella tras él.
-Bueno, tu madre acaba de salir de la ciudad, sólo puedo suponer que tu hermano necesita animarse, ¿no?
Le hizo un guiño exagerado que sólo hizo que Renata deseara que se tropezara con el bordillo al bajar, pero no tuvo esa suerte con ese deseo. Sin embargo, por mucho que no quisiera pensar en cómo Sirius iba a animar a Adelmo, no quería que su hermano se quedara solo después de aquella visita y definitivamente necesitaba que le animaran.