05.

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—Es la quinta vez que grabamos esta escena —Kath bostezó desde el asiento, traía dos compresas calientes sobre sus hombros y su mirada de cansancio esperaba una respuesta por parte del productor —

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—Es la quinta vez que grabamos esta escena —Kath bostezó desde el asiento, traía dos compresas calientes sobre sus hombros y su mirada de cansancio esperaba una respuesta por parte del productor —. ¿En qué momento acaba esto?

Apenas podía sentarse adecuadamente gracias a su gran vestido y a los zapatos de época que llevaba puestos. El set sin mucha ventilación no aportaba a bajar nuestra temperatura corporal y reducir el estrés que sentíamos los tres por grabar correctamente el corto.

Nelson se había apartado de los demás y se dedicaba a mirar publicaciones en Instagram, por sus expresiones de diversión y la libertad en la que movía sus dedos, sabía que no estaba interactuando con alguien desde su cuenta oficial y tiraba veneno desde alguna cuenta secundaria, como era muy propio de él.

—Vamos a montar las escenas las veces que sean necesarias —con una voz helada, el productor respondió a los comentarios de Katherine, si bien su asistente trabajaba mucho más que todos los demás, el hombre siempre se llevaba el crédito por los resultados del proceso y por eso no medía la manera como trataba a ninguno de nosotros —. Si no quieren quedarse, las puertas están abiertas.

Ese tipo de expresiones no la alteraban y tampoco a mí, al estar tanto tiempo en medio de escenas, lo extraño no era encontrar un productor mal hablado, sino todo lo contrario: alguien que tratara bien a todos.

Los chicos que ajustaron mi cabello en una coleta lo dejaron demasiado ajustado y eso volvía incómodo toda expresión que no fuera seriedad; al mirar las señales las chicas de logística se acercaron para acomodar mi armadura y mi traje rojo, aprovecharon el momento para soltar la coleta de mi cabello y secar mi frente sudada. Me mantuve estático en todo momento, mientras Nelson y Katherine se hacían comentarios pasivos-agresivos.

—No podemos seguir así —escuché como Nelson se acercaba por primera vez a Katherine y decía algo que no iba lleno de risas —. Tú y yo tenemos que hablar de esto, Katy.

Ella lo miró unos segundos y siguió apretando las compresas calientes en sus hombros, ignorando por completo los susurros de Nelson por hablar de su situación y su forma de reaccionar, tenía todo el sentido del mundo. Rodeados de cámaras y personal, no había conversaciones que fueran del todo privadas, si yo escuchaba sus comentarios, los demás también lo hacían, solo que ellos se esforzaban por fingir que no y a mí no me importaba.

El asistente se apoyó en mí para indicarme la forma en la que yo tenía que apoyarme en Katherine, sus manos fueron a dar cerca de mis espadas y disimuló sus mejillas rojas al elevar su cabeza y mantener por unos segundos su mirada.

Yo no dije nada.

—Es momento del beso —el productor interrumpió entonces aquella escena y los nervios que estaba sintiendo el pobre chico se transforman en expresiones de pánico por toda su cara.

—¿Un beso? —Interrogó con la voz entrecortada.

Me hice a un lado para dejarlo respirar y que esa confusión en su cara desapareciera, Nelson nos observó desde lejos, estaba tomando notas mentales para después burlarse de mí. Lo conocía y lo único que lo alejaba de sus problemas era crear nuevos problemas para mí.

Cuando Acabe El Show ()Donde viven las historias. Descúbrelo ahora