¿A qué te refieres?

383 29 6
                                    

Una semana. Ese es el tiempo que llevamos aquí en Washington. Me gustaría decir que logré aprender todo, y que ya no me perderé, pero no es así.

David ha tenido una paciencia divina conmigo, me explica todo y parece que no se harta, aunque yo sé que en ciertos momento quiere matarme.

-Regresa a Tierra.-Voltee a ver a David y sonreí

-¿Qué pasó?

-Ya hay que irnos, te recuerdo que hoy regresamos a Oklahoma.-Cerró su maleta y se dirigió a la puerta del cuarto.-¿No vienes?

-Obviamente.-Cogí la maleta y salimos del hotel

-Tu nos llevaras al aeropuerto.-Lo miré sorprendida

-¿Que? No, ni lo sueñes, nos vamos a perder

-Hemos practicado toda una semana, y no nos hemos perdido lo cual es un milagro

-Si llegamos tarde ya valimos David

-Por eso estamos saliendo con muchas horas extras, por si las dudas.-Me guiñó un ojo.-Te sigo.-Saqué el mapa de mi bolsa

-Lo más sensato es tomar un taxi.-Le sonreí

-Emma.-Dijo con voz cansada.-Cuando te mudes Jack estará en la escuela y tú necesitarás moverte sola

-Esta bien, ya entendí.-Volví a mirar el mapa.-Sígueme

Comenzamos a caminar y tomamos el metro. Ninguna estación nos llevaría como tal pero si nos acercaría y después podríamos caminar o ir en el autobús que te lleva para allá.

Subimos al metro y no dejaba de fijarme en las paradas para no equivocarme.

-¿Como se lo dirás?-David me protegía de los demás para que no me empujaran

-No se lo diré

-¿Entonces?

-Él pensara que yo me quedo aquí, y un día o dos después tomaré un avión hacia allá sin que él sepa, y lo sorprenderé en la puerta de su edificio

-¿Y si no está?-Soltó una risa

-En ese caso primero le voy a marcar y le preguntaré que hace y cosas por el estilo y si está toco el timbre, sino espero a que llegue.-Le sonreí

-Tienes todo planeado

-Obviamente, pero solo me mudaré si consigo uno de los trabajos.-Llevé mis manos a la cara

-Lo lograrás, no eres tonta, todo lo contrario, eres inteligente, le sigues ayudando a Jack en la escuela y tu ya no asistes.-Ambos soltamos una risa

-En eso tienes razón, pero eso no lo saben ellos.-Volví a asomarme por la ventana.-¡Vamos!-Era nuestra parada

-¡No puedes hacer esto en cada parada!-Dijo mientras bajábamos corriendo del metro

-No exageres.-Salimos del metro y fuimos a la estación de bus

-¿Estas segura que es por aquí?-Me miró con nervios

-Según el mapa y yo.-Lo miré otra vez.-Si, es por aquí.

Subimos al bus y nos llevó directo al aeropuerto. David estaba tan asombrado como yo. No puedo creer que no me perdí.

-Lo hiciste

-Lo hice.-Ambos sonreímos y entramos al aeropuerto

-¿Qué haremos con el tiempo de sobra?-Me miró y empezó a reír.- Esperaba que te perdieras o que no dieras como llegar con el aeropuerto

Prisioneros de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora