세 - 𝓝𝓮 𝓽'𝓮𝓷 𝓿𝓪𝓼 𝓹𝓪𝓼

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Todo en la mañana iba de maravilla, aunque extrañamente el pequeño cordero estaba en el sótano con la puerta y ventanas abiertas para que dejara entrar la luz

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Todo en la mañana iba de maravilla, aunque extrañamente el pequeño cordero estaba en el sótano con la puerta y ventanas abiertas para que dejara entrar la luz. Tsukasa se encontraba en la mesa escribiendo algo; por suerte era de aprendizaje rápido así que al escribir no tenía ninguna dificultad.

»Le ofrezco que acepte este extraño sentimiento de mí por usted. No le veo sentido a lo conocido, y le encuentro sentido a lo desconocido.

Su extraño mirar grisáceo como las plumas de la paloma que vuela ahora en el cielo, que aveces se encuentra perdido en una extraña melena tal color fuego que lo caracteriza; es de mi persona expresarle mi sentir oculto.

Mi anhelo de permanecer a su lado, al igual que el suplicios mi ser de no querer separado de usted se haga realidad; no podría tomar su amabilidad, mucho menos lo podría sentir, o incluso su mirada lunar que tanto me cautiva.«

Ese pequeño cordero había desarrollado una pasión por la literatura, y todo esto por su curiosidad al ver un librero en la casa del pelirrojo.

—¿Qué haces corderito? — Preguntó Natsuhiko apareciendo de la nada, ocacionado que el ovino saltará del susto y escondiera lo que se encontraba escribiendo.

—N- Nada Le respondió un poco nervioso y lo escondió detrás de él.

—Bueno... Oye, voy a salir a arreglar unos tratos, vuelvo más tarde — Le sonrió de la misma manera que siempre y se despidió de él con un simple beso en el mejilla.

El azabache se sonrojo levemente y se despidió de él pelirrojo de la misma manera; ambos quedándose más que maravillados con la presencia del otro.

Tsukasa divagaba por el bosque como todos los días, teniendo un recuerdo extrañamente feliz

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Tsukasa divagaba por el bosque como todos los días, teniendo un recuerdo extrañamente feliz.

»—Si te gusta sólo dicelo — Dijo un rubio mientras miraba su reloj de bolsillo.

—¿Qué es 'gustar'? — Preguntó él azabache.

—Cuando te gusta estar con esa persona, te preocupas por ella, sientes que tus mejillas se enrojecen siempre que tienen contacto, y podrías pasar horas con el sin aburrirte — Le respondió con facilidad el de pendiente manteniendo su radiante sonrisa.

•» 𝑇𝒉𝑒 𝑙𝑎𝑚𝑏 𝑎𝑛𝑑 𝑡𝒉𝑒 𝒉𝑢𝑛𝑡𝑒𝑟 «• ⁿᵃᵗˢᵘᵏᵃˢᵃ ʷᵉᵉᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora